Bloqueo argentino

Coincidiendo pr¨¢cticamente con su ¨²ltimo a?o en el poder, la presidenta de Argentina vuelve a protagonizar un episodio que puede situar a su pa¨ªs al borde de la completa marginaci¨®n de la escena financiera internacional. No es una situaci¨®n equivalente a la declaraci¨®n de suspensi¨®n de pagos decidida en 2001 que constituye el origen del problema actual, pero las consecuencias pueden no ser m¨¢s favorables.

La restauraci¨®n en 2005 y 2010 de la gran mayor¨ªa de la deuda argentina tras la suspensi¨®n de pagos de hace 13 a?os fue puesta en entredicho por un juez neoyorquino el pasado 30 de julio, atendiendo las demandas de fondos de inversi¨®n especulativos que se hicieron con una peque?a parte de la deuda argentina a precios bajos, confiando en sacar ventaja de esa incompleta reestructuraci¨®n. Esos fondos buitre reclaman ahora el pago completo del principal de la deuda que tienen en su poder al mismo tiempo que el resto de los inversores que aceptaron una quita significativa sobre el principal en 2001.

El conflicto abierto deriva fundamentalmente de la imposici¨®n de la jurisdicci¨®n estadounidense como la ¨²nica relevante en la resoluci¨®n de conflictos en torno a la emisi¨®n de esa deuda. El ¨²ltimo intento de las autoridades argentinas de cambiar esa jurisdicci¨®n mediante una ley y atender el pago a trav¨¦s de un banco domiciliado en Argentina acaba de ser declarado ilegal por el controvertido juez, cerrando una de las v¨ªas de soluci¨®n del problema. La posibilidad de que otros inversores adquieran con un descuento los bonos de esos fondos oportunistas tampoco se presenta f¨¢cil, a pesar de la recepci¨®n favorable inicial de algunos inversores europeos.

Con independencia de la trayectoria de Argentina como deudor, y de la cuestionable actuaci¨®n de sus gobiernos, el problema vuelve a la pol¨¦mica de situar las jurisdicciones de resoluci¨®n de deudas soberanas. Aunque en este caso, las autoridades argentinas aceptaron voluntariamente la jurisdicci¨®n estadounidense son razonables las propuestas que abogan por que sea un sistema internacional el que acabe entendiendo de estos conflictos, como se propuso por el propio FMI en 2001. Lo m¨¢s f¨¢cil de anticipar ahora es que si no se alcanza pronto un acuerdo la situaci¨®n puede llegar a ser insostenible para aquella econom¨ªa. La depreciaci¨®n del tipo de cambio, la subida de la inflaci¨®n y el estancamiento econ¨®mico es una secuencia ya visible.