Europa no es una isla
Los nuevos l¨ªderes tendr¨¢n que demostrar que tienen capacidad para enfrentarse a crisis extremas en escenarios globales
Tras muchas idas y venidas, y no pocas piedras en el zapato, se ha nombrado a un nuevo Alto Representante de la Uni¨®n Europea y al Presidente del Consejo Europeo, quienes, junto al presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, ser¨¢n los m¨¢ximos responsables de guiar el camino y sentar las prioridades de la UE en los pr¨®ximos a?os. Estos nuevos l¨ªderes tendr¨¢n que demostrar que tienen la capacidad y el margen de maniobra suficientes para hacer frente a una serie de crisis externas urgentes, entre ellas Irak y Siria, Ucrania, Gaza, Sud¨¢n del Sur y la Rep¨²blica Centroafricana, as¨ª como otros desaf¨ªos clave, de cuya soluci¨®n depende el bienestar no s¨®lo de Europa, sino tambi¨¦n del resto del mundo.
En primer lugar, se necesita poner en marcha un modelo de crecimiento acorde con las necesidades del siglo XXI, que cree empleo y sea capaz de ofrecer perspectivas para los j¨®venes europeos y aquellas personas que se encuentran en la m¨¢s absoluta pobreza alrededor del mundo. El empleo y los retos sociales son alarmantes a nivel mundial, con cerca de 1.500 millones de personas en situaci¨®n de vulnerabilidad laboral y m¨¢s de 800 millones de trabajadores en situaci¨®n de ¡°pobreza laboral¡±, incapaces de ganar m¨¢s de dos d¨®lares diarios (aproximadamente 1,50 euros). En la actualidad, Europa no ve m¨¢s all¨¢ de sus necesidades internas, pese a que, en realidad, un mejor comercio, una mejor pol¨ªtica fiscal y una gesti¨®n financiera eficaz a nivel global contribuir¨ªan no s¨®lo a aliviar la pobreza en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, sino tambi¨¦n a mejorar las perspectivas econ¨®micas en Europa.
En segundo lugar, en la reuni¨®n de la ONU sobre el cambio clim¨¢tico que tendr¨¢ lugar en Par¨ªs en 2015, es imperativo alcanzar un ambicioso acuerdo y avanzar hacia una econom¨ªa verde. Los propios planes europeos en materia de energ¨ªa sostenible est¨¢n en la cuerda floja ya que priorizan la estabilidad macroecon¨®mica y el crecimiento a corto plazo cuando lo que de verdad se necesitan son iniciativas duraderas. La cumbre del clima del 23 de septiembre de este a?o en Nueva York, donde los l¨ªderes mundiales se reunir¨¢n a instancias del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, podr¨ªa ser un paso importante en este sentido.
En lugar de ir apagando fuegos, es urgente movilizar los recursos diplom¨¢ticos, financieros y militares disponibles
Tercero, en lugar de ir apagando fuegos, es urgente abordar los conflictos y la fragilidad estatal movilizando todos los recursos diplom¨¢ticos, financieros y militares a disposici¨®n de la UE con el fin de prevenirlos. Los conflictos violentos afectan a m¨¢s de 1.500 millones de personas en muchos pa¨ªses fr¨¢giles alrededor del mundo. Cada vez m¨¢s, la expansi¨®n de los conflictos violentos no resueltos en ?frica, Oriente Medio y otras regiones vecinas tiene un impacto directo en la UE. Europa s¨®lo podr¨¢ garantizar la seguridad de sus propios ciudadanos si hay paz m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Al fin y al cabo nadie se siente seguro si alguien atraca en la casa del vecino. En la vecindad europea, la organizaci¨®n Estado Isl¨¢mico de Irak y el Levante (EIIL) amenaza con desestabilizar gran parte de Oriente Medio. La Uni¨®n no puede permitirse el lujo de andarse con rodeos, y necesitar¨¢ contar con un fuerte mandato por parte de sus Estados miembros para liderar una respuesta eficaz a ¨¦sta y otras crisis.
Cuarto, m¨¢s all¨¢ del compromiso declarado, se necesita m¨¢s acci¨®n en apoyo a los derechos humanos, ya sean pol¨ªticos, sociales o econ¨®micos. Todos los d¨ªas en diferentes rincones del mundo se da un caso de represi¨®n o persecuci¨®n pol¨ªtica o de desigualdad de g¨¦nero. Las consecuencias del fracaso ya se reflejan, por ejemplo, en los barcos a la deriva en los que viajan refugiados por todo el Mediterr¨¢neo. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, el n¨²mero de desplazados en el planeta ha superado los 50 millones.
Para combatir la pobreza y la desigualdad faltan pol¨ªticas comerciales y medioambientales?
Por ¨²ltimo, la UE tiene que combatir la pobreza y la desigualdad tanto dentro de sus propias fronteras como en los pa¨ªses en desarrollo no s¨®lo con ayuda humanitaria sino tambi¨¦n con mejores pol¨ªticas comerciales y medioambientales. Se estima que m¨¢s de 1.000 millones de personas todav¨ªa viven en la absoluta pobreza, con menos de 1,25 d¨®lares al d¨ªa (aproximadamente 0,95 euros). Desde Europa, el resto del mundo es una fuente vital de materias primas, productos manufacturados, mercados, innovaci¨®n y enriquecimiento cultural. Vista desde fuera, la UE es fuente de bienes y servicios, tecnolog¨ªa, ayuda y de modelos sociales y pol¨ªticos inclusivos. La UE puede destinar recursos t¨¦cnicos, institucionales y financieros para lograr bienes p¨²blicos globales.
Es hora de tomar decisiones clave sobre todos estos temas. Desde que se aprobaron en el a?o 2000, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) han proporcionado directrices, recursos y resultados. El nuevo marco de desarrollo sostenible que los reemplazar¨¢ a partir de 2015 incluir¨¢ objetivos medioambientales adem¨¢s de metas relativas a la pobreza, la educaci¨®n y la salud. Tambi¨¦n fijar¨¢ baremos para unas instituciones transparentes y responsables y para el cumplimiento de los derechos pol¨ªticos y sociales. Esa nueva agenda se aplicar¨¢ tanto a pa¨ªses ricos como pobres: construir un mundo mejor ser¨¢ realmente una responsabilidad compartida.
Puede que, una vez m¨¢s, Europa se centre demasiado en la recuperaci¨®n econ¨®mica a corto plazo y siga con la misma lenta y ardua burocracia pol¨ªtica, en detrimento de un enfoque global integral a largo plazo. Pero en un momento tan clave como este, eso ir¨ªa en contra no s¨®lo de los valores europeos, sino de los propios intereses de la Uni¨®n. Europa no es una isla. Los problemas de Europa necesitan soluciones globales y los problemas globales necesitan de la acci¨®n europea. Es esto lo que deber¨ªa guiar la agenda de la UE en los pr¨®ximos cinco a?os y lo que determinar¨¢ el ¨¦xito o el fracaso del proyecto europeo.
Paul Engel es director del European Centre for Development Policy Management (ECDPM); Giovanni Grevi es director de la Fundaci¨®n para las Relaciones Internacionales y el Di¨¢logo Exterior (FRIDE); Simon Maxwell es asesor senior de?Overseas Development Institute (ODI); Dirk Messner es director del Deutsches Institut f¨¹r Entwicklungspolitik (DIE) y Kevin Watkins es director de ODI. Las cuatro organizaciones forman parte del European Think Tanks Group y son coautoras del informe Nuestro inter¨¦s colectivo: ?por qu¨¦ los problemas de Europa necesitan soluciones globales y los problemas globales necesitan de la acci¨®n europea?
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