La mujer que rompe los matrimonios de las estrellas

Seg¨²n Denzel Washington, no es cierto que en Hollywood haya m¨¢s disoluciones matrimoniales que en el resto del pa¨ªs. ¡°El dinero y la fama hace que se preste m¨¢s atenci¨®n que a una ruptura en medio de la Am¨¦rica profunda¡±, dice el actor, que lleva casado m¨¢s de 30 a?os. Cierto, en la meca del cine hay fama y hay dinero; y tambi¨¦n hay nombres como el de Laura Wasser, m¨¢s conocida como la reina del divorcio. A sus 46 a?os, Wasser es una figura constante entre sus abogados m¨¢s poderosos. Un puesto ganado a pulso con cada una de las separaciones de las que se ha encargado. La ¨²ltima, la de Angelina Jolie de Brad Pitt. Yo represent¨® a la actriz en su divorcio de Billy Bob Thornton, una lista a la que se suman Heidi Klum (de Seal), Kim Kardashian (del jugador de baloncesto Kris Humphries), Ashton Kutcher (de Demi Moore), Ryan Reynolds (de Scarlett Johansson), Christina Aguilera (del m¨¢nager musical Jordan Bratman), Mariah Carey (del c¨®mico Nick Cannon) y Kiefer Sutherland (de la exmodelo Kelly Winn). Wasser tambi¨¦n se hizo cargo de quienes fueron esposas de Kobe Bryant y Mel Gibson cuando se separaron de sus ilustres maridos y de Maria Shriver cuando la ex primera dama californiana se cans¨® de las infidelidades de Arnold Schwarzenegger. Una de sus ¨²ltimas representantes ha sido Melanie Griffith en su divorcio de Antonio Banderas a una minuta que se calcula en 500 euros la hora.

Esta angelina de mano de hierro y privilegiada agenda naci¨® para ser abogada. Seg¨²n ella misma recuerda (o le han contado), fue concebida el d¨ªa en que su padre, el tambi¨¦n abogado con el que comparte despacho Dennis Wasser, se gradu¨® como letrado. Su madre quer¨ªa llamarla Rebecca pero en un gui?o al destino la pusieron Laura Allison Wasser para que sus iniciales fueran LAW (ley, en ingl¨¦s). Este es el tipo de humor que la caracteriza entre quienes conocen a la tambi¨¦n autora del libro It doesn¡¯t have to be that way: How to divorce without destroying your family or bankrupting yourself (No tiene por qu¨¦ ser as¨ª: C¨®mo divorciarse sin destruir la familia o arruinarse), un compendio de lo que no hay que hacer llegado el caso basado en ejemplos de lo que otros han hecho. Un libro inspirado en sus propias experiencias: es hija de padres que se divorciaron cuando ten¨ªa 16 a?os y admite que la primera ruptura que llev¨® como abogada fue la suya propia. Fue en 1993, tras haberse casado a los 25 con un espa?ol al que conoci¨® mientras estudiaba derecho. El matrimonio dur¨® un a?o y un hijo. Como dice, sabe c¨®mo divorciarse, no c¨®mo estar casada. En la actualidad, esta madre soltera con un segundo hijo de otra relaci¨®n sigue conservando la amistad con su ex marido, que la visita con regularidad, de la misma forma que sus padres siguen siendo amigos y asistieron juntos a su boda y otras reuniones familiares.

Lo que no aflora nunca en su conversaci¨®n, ni en ninguna de sus entrevistas, son detalles sobre sus clientes. De hecho, asegura haber dicho que no a estrellas que solo buscaban revancha en su separaci¨®n. Como recuerda en su libro, los divorcios no se ganan, ¡°se llega a un buen acuerdo¡±. Tambi¨¦n afirma haber recomendado a sus clientes que acudan a un consejero matrimonial antes de que saquen a relucir todos los trapos sucios en su despacho. Entre otras razones, porque estos consejeros suelen costar un tercio de lo que ella cobra por hora. Y, como les recuerda, todo lo que le paguen a ella se lo quitar¨¢n a sus hijos.

Donde Wasser no es tan recatada es en su presencia p¨²blica. No habla de los secretos de los famosos porque tampoco lo necesita. La fama est¨¢ unida a su nombre y a su f¨ªsico. Es una de las pocas abogadas amante de la moda y con una amplia presencia en los medios de comunicaci¨®n. Sabe posar y posee el rostro de una fashionista que ha contado su vida desde las p¨¢ginas de Los Angeles Times, Interview o Vanity Fair. Como le dijo su madre en una ocasi¨®n: ya puede morir tranquila, que ha salido en Vogue. Eso s¨ª, que nadie se llame a enga?o porque, como aseguran sus compa?eros de profesi¨®n, todo el glamour que destila en estos despliegues fotogr¨¢ficos se desvanece cuando la tienes al otro lado de la mesa en la negociaci¨®n del fin de tu matrimonio.