El torito del PSOE
Una llamada empuj¨® a Pedro S¨¢nchez a ser fen¨®meno medi¨¢tico pero le llovieron cr¨ªticas por dejarse acariciar por ¡®S¨¢lvame¡¯. La ganadora fue Telecinco
Una vez m¨¢s el maltrato a un toro ha alborotado a Espa?a. Y como siempre sucede casi todo el mundo ha sacado tajada: Maril¨® Montero aprovech¨® para manifestar su opini¨®n en la televisi¨®n p¨²blica. Ella est¨¢ con el bando de los que consideran patrimonio nacional lo que acontece a un toro al que se le alancea cruelmente hasta morir. En la televisi¨®n privada, Jorge Javier V¨¢zquez, al frente de S¨¢lvame, manifest¨® su indignaci¨®n, como votante socialista, de que un alcalde de ese partido tolerara tal espect¨¢culo en su comunidad. S¨¢lvame consigui¨® volverse una llamada de salvaci¨®n no solo para el toro de la Vega sino tambi¨¦n para el l¨ªder pol¨ªtico Pedro S¨¢nchez, quien alanceado por su equipo decidi¨® intervenir telef¨®nicamente en el programa. Esa llamada le empuj¨® a ser fen¨®meno medi¨¢tico y de Internet. Pero tambi¨¦n le llovieron cr¨ªticas por dejarse acariciar por la virulenta mano de S¨¢lvame. De cualquier manera, la gran ganadora fue Telecinco que es un coso donde si te confiesas emocional o pol¨ªticamente puedes devenir en estrella. O estrellarte.
Probablemente el tema del toro es ese tipo de problemas tan grandes, tan conflictivos, que todos esperamos simplemente a que se resuelvan por s¨ª mismos. Es un poco como la historia del Minotauro, la figura mitol¨®gica de cuerpo masculino y cabeza de toro. Encerrado en un laberinto por un hombre llamado D¨¦dalo, lo mat¨® y venci¨® otro llamado Teseo. Pero hoy d¨ªa la figura del Minotauro es casi una met¨¢fora de nuestro propio pa¨ªs: los espa?oles tenemos algo de toro encerrado. Lo entendemos, admiramos su belleza y sabemos su final. Y hacemos de su muerte un espect¨¢culo, que sirve para reflejarnos y a veces hasta diferenciarnos como cultura. Tambi¨¦n muchos espa?oles nos encontramos dentro de un laberinto. Econ¨®mico, sentimental, de crisis de la mediana edad o de valores. Nadie se escapa. Toro de la Vega somos todos, nos golpean, nos desorientan y si tuvi¨¦ramos cuernos tambi¨¦n nos untar¨ªan de brea y nos volver¨ªan antorchas.
De momento, sabemos que si el PSOE est¨¢ en un laberinto, Teseo ser¨ªa Pedro S¨¢nchez. S¨¢nchez irrumpi¨® esta semana en los programas l¨ªderes de la televisi¨®n privada. En S¨¢lvame, opt¨® por ser una voz humana en el tel¨¦fono m¨®vil de su presentador. En El Hormiguero, m¨¢s familiar y ¡°blanco¡± como dicen los relaciones p¨²blicas, lo hizo en vivo. En ninguno de los dos se le escuch¨® decir si destituir¨ªa al alcalde socialista de Tordesillas que mantiene la pr¨¢ctica del aquelarre. Aunque se manifest¨® en contra de ese tipo de maltrato, lo que queda claro es que a S¨¢nchez no le asusta la posibilidad de ser una nueva Bel¨¦n Esteban.
Antonio L¨®pez, el pintor hiperrealista e h¨ªperpaciente, necesit¨® 20 a?os para tomar el toro por los cuernos y por fin rematar el retrato colectivo ahora llamado La familia de Juan Carlos I. A¨²n no se sabe cu¨¢ndo lo podremos ver. Su presentaci¨®n no queda clara s¨ª ser¨¢ o en noviembre o diciembre, o si dejarla para enero, seg¨²n dijeron los organizadores de la exhibici¨®n de lienzos sobre familias reales donde el cuadro ser¨¢ finalmente desvelado. En cualquier caso, adem¨¢s del cambio de t¨ªtulo, queda la certeza de que el retrato retrata los a?os dorados de ese reinado. Del 1994 al 2014, en los que la familia viaj¨® de la edad de oro a la abdicaci¨®n. Y nosotros de las olimpiadas al laberinto.
Mientras se mantiene la inc¨®gnita de qu¨¦ ser¨ªa lo que impuls¨® al pintor a darlo por acabado justo ahora en los albores de un nuevo reinado, tambi¨¦n nos preguntamos si Artur Mas no estar¨¢ esperando la llamada del programa de Telecinco Hay una cosa que te quiero decir para dejarnos saber qu¨¦ piensa despu¨¦s del refer¨¦ndum sobre la independencia en Escocia. Pero, ?le llamar¨¢n? Y si lo hacen, ?a qui¨¦n invitar¨¢n para que se lo diga?
En esa tambi¨¦n largu¨ªsima jornada del refer¨¦ndum secesionista, a trav¨¦s de la BBC, lleg¨® una se?al divina para los ingleses: la reina Isabel, a las once apag¨® la lamparita de su mesilla de noche y, sin m¨¢s problemas, la cabeza del Estado concili¨® el sue?o.
Mientras Isabel II quedaba dormida, Gran Hermano despertaba. El programa en su decimoquinta edici¨®n es otra suerte de laberinto que conocemos hasta la saciedad pero que cada a?o aporta una esquina diferente. Este a?o puedes entrar a la casa acompa?ado. O sea, el Arca de No¨¦ pero en la sierra de Madrid. Mercedes Mil¨¢ subray¨® en la presentaci¨®n del programa que la pareja no era algo exclusivo de lo sentimental. Para ella y para Gran Hermano, la pareja es el espejo, la compa?¨ªa, el dos. Un amigo, un hermano, un perro¡ un toro. Como Minotauro y Teseo que despu¨¦s de tanto batallar dentro del laberinto se han dado cuenta de que se necesitan. Igual que Espa?a y Catalu?a, o Escocia e Inglaterra. O igual que S¨¢lvame y el PSOE.
A la casa de Gran Hermano podr¨ªan acudir Cristina Cifuentes e Ignacio Gonz¨¢lez, ambos en liza porque cada vez hay m¨¢s sospechas de que Rajoy los ponga a competir por la presidencia de la Comunidad de Madrid. Muchos se divierten con el torneo entre Cifuentes y Gonz¨¢lez como otros disfrutan viendo sufrir a un toro. Y como muchos nos divertiremos observando las ri?as y amores en Gran Hermano, porque somos Minotauros esperando la llegada de Teseo.
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