A ver
Apenas hemos llegado arriba volvemos a caer arrastrados por la pesada carga de una inocencia que podr¨ªa empezar a ser culpable
?Es normal apearse de este sueldo p¨²blico un martes para apuntarse a este otro el mi¨¦rcoles? ?Hasta d¨®nde, se?ores del establishment, abusar¨¢n de nuestra paciencia? ?Hasta d¨®nde ser¨¢n capaces de llegar? ?Han le¨ªdo en las encuestas de Arriola o en el canto de los p¨¢jaros que se puede maltratar a este pueblo hasta el infinito? Lo asombroso es que ni siquiera sab¨ªamos que exist¨ªa esa bicoca, de nombre Consejo Consultivo, en la Comunidad de Madrid. Ochenta mil euros netos anuales, asistente y coche oficial. Todo ello porque s¨ª, por la cara. Hablamos del nuevo destino de Gallard¨®n, y del que parece que ya ven¨ªa disfrutando asimismo Leguina.
No hay d¨ªa en el que no nos caigamos del guindo. Pero volvemos a subir, como S¨ªsifo, empujando la piedra de nuestra buena fe. Ya, este es el l¨ªmite, nos decimos. Y apenas hemos llegado arriba volvemos a caer arrastrados por la pesada carga de una inocencia que podr¨ªa empezar a ser culpable. Nos ocurri¨® algo parecido con el famoso consejo de Caja Madrid, aquella guarida de sise?ores de derechas, de centro y de izquierdas que besaban por donde pasaba Blesa. A¨²n estamos esperando unas palabras de disculpa por parte al menos de los representantes de IU, UGT y CC OO, que se lo llevaban crudo mientras Corleone descapitalizaba la entidad y estafaba con sus preferentes a los jubilados.
Pero volviendo a Gallard¨®n (y a Leguina, claro, y a quien fuere necesario volver): ochenta mil euros al a?o, asistente y coche oficial, todo ello obtenido de lo que a usted y a m¨ª nos sacan del IBI, de la recogida de basuras, del agua, del IRPF, del IVA y del sursum corda. Vale que estemos perplejos y que la perplejidad nos conduzca a la par¨¢lisis. Pero esto se tiene que terminar, a ver qu¨¦ hacemos.
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