Sorpresa en Brasil

La gran sorpresa de la primera vuelta de las presidenciales brasile?as es la presencia de Aecio Neves como rival de Dilma Rousseff, a ocho puntos de distancia, en la ronda definitiva del 26 de octubre. La realidad ha hecho bueno el resultado previsto por los sondeos hace tres meses, arrasado despu¨¦s por la marea que colocaba a Marina Silva como antagonista directa de la presidenta. Todav¨ªa la semana pasada, el centroderechista Neves, a quien la bolsa salud¨® ayer con una subida del 8%, estaba descartado en la pelea por la jefatura del Estado.

El deseo de cambio que ha capturado la imaginaci¨®n de los brasile?os no ha servido para mantener en la carrera a la aspirante que a priori </CF>mejor lo encarnaba. Silva ha sido rechazada no solo por la eficaz campa?a de descr¨¦dito impulsada por Rousseff ¡ªque ha puesto en duda su compromiso con los m¨¢s desfavorecidos¡ª, el tiempo de televisi¨®n de sus adversarios o sus mayores recursos. En su ca¨ªda, pese a un respetable 21% sin el apoyo de ning¨²n gran partido ¡ªresultado similar al de 2010¡ª ha desempe?ado un papel determinante la reputaci¨®n de impredecible que la acompa?a.

La presidencia brasile?a se dirime as¨ª entre las dos grandes formaciones dominantes desde hace tres d¨¦cadas. Dos maquinarias pol¨ªticas formidables al servicio de concepciones alejadas en lo econ¨®mico, argumento b¨¢sico de estas elecciones: el capitalismo de Estado del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y el libremercadismo de Aecio Neves. Brasil est¨¢ en recesi¨®n, su d¨¦ficit presupuestario no deja de crecer, la inflaci¨®n se acerca al 7% y el real ha perdido un tercio de su valor ante el d¨®lar. Todo lo impopular que esta situaci¨®n hace a Rousseff se compensa a los ojos de los m¨¢s pobres por sus pol¨ªticas de empleo y ayudas sociales.

Para vencer a la presidenta, Neves, bendecido por la gran econom¨ªa, tendr¨¢ que convencer a muchos de que el renacer que anuncia no se har¨¢ a costa de los programas que han sacado a millones de la miseria. En eso podr¨ªa ayudarle decisivamente el respaldo de Marina Silva, que parece inclinada a avalar al candidato que m¨¢s se avenga con sus pol¨ªticas. Las recetas econ¨®micas de ambos no difieren demasiado, como se ha puesto de manifiesto en la campa?a. El trasvase de votos izquierdistas, sin embargo, se hace m¨¢s improbable si se atiende a otras cuestiones, como el insoportable elitismo que para muchos brasile?os encarna Neves.