M¨¢s control en la UE

El resultado principal de las audiencias o ex¨¢menes parlamentarios a los candidatos a comisario es que la Comisi¨®n Juncker ser¨¢, en su conjunto, algo mejor que su dise?o inicial, un producto cruzado de los nombres enviados por las capitales al nuevo presidente, y de la distribuci¨®n en carteras y jerarqu¨ªas realizada por Jean-Claude Juncker.

Ahora la composici¨®n del colegio de comisarios cambiar¨¢, aunque de forma no sustancial, al ser suspendida la liberal eslovena Alenka Bratusek (que desde su cargo de primera ministra hab¨ªa tenido la osad¨ªa de autoproponerse); al modificarse ligeramente algunas carteras (como la del conservador h¨²ngaro Tibor Navracsis); o someterse a alguna tutela otras, como la del espa?ol Arias Ca?ete (Energ¨ªa y Cambio Clim¨¢tico), que logr¨® su nominaci¨®n con un 40% de los votos en contra.

El Parlamento Europeo ha hecho as¨ª un uso a la vez en¨¦rgico y prudente de sus poderes, lo que consolida su presencia entre las instituciones comunitarias. Y ha ratificado una doble alianza, indispensable para una buena din¨¢mica y para la estabilidad de la legislatura: entre las fuerzas pol¨ªticas europe¨ªstas mayoritarias (populares, socialdem¨®cratas y liberales) y entre la propia C¨¢mara y el Ejecutivo (la Comisi¨®n). La dureza y exhaustividad de los ex¨¢menes proporciona adem¨¢s, por la v¨ªa de los hechos, un alto grado de transparencia y marca un nivel de exigencia que deber¨ªan imitar los Estados miembros. Si los ministros espa?oles, por ejemplo, fuesen sometidos con antelaci¨®n a parecidos ex¨¢menes ¡ªy de similar rigor¡ª, ?alguien duda de que su calidad pol¨ªtica ser¨ªa muy superior?

Pero el ejercicio ha exhibido tambi¨¦n sombras. Hay que lamentar la continuaci¨®n de la incoherente costumbre, de raigambre intergubernamental, de la toma de rehenes, la amenaza de derribar a un candidato del partido rival si ese partido descarta a uno propio, lo que ha operado en favor de Arias (a cambio del franc¨¦s Pierre Moscovici). O la intenci¨®n anunciada por la portavoz del PSOE de votar contra el conjunto de la Comisi¨®n, opci¨®n nada inteligente que colocar¨ªa al PSOE en rebeld¨ªa contra los pactos suscritos por ¨¦l mismo en calidad de miembro del socialismo europeo y mermar¨ªa su fiabilidad, ante sus compa?eros, sus electores y toda Europa.

El ejercicio de control parlamentario no despeja otras inquietudes: sobre si se alcanzar¨¢ una ¡ªnecesaria¡ª simetr¨ªa de poderes entre los afectos al social-liberalismo alem¨¢n y los m¨¢s cercanos a un keynesianismo prudente; y sobre la relaci¨®n jer¨¢rquica entre vicepresidentes y comisarios rasos. En los pr¨®ximos d¨ªas la comparecencia del presidente Juncker y el debate m¨¢s detallado sobre su programa, enunciado en julio, deber¨¢n arrojar m¨¢s luz sobre estos importantes asuntos, que afectan a la orientaci¨®n de las pol¨ªticas y a la funcionalidad del juego institucional. De momento, y no es poco, parece que la nueva Comisi¨®n podr¨¢ iniciar su singladura con una legitimidad reforzada: a la del presidente se le sumar¨¢ la de sus miembros.

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