Un pa¨ªs que hace su futuro
Es necesario un salto modernizador similar al que dimos en los a?os ochenta
Son ya seis los a?os de crisis econ¨®mica y sus resultados son desoladores. No s¨®lo se ha destruido buena parte de nuestro tejido productivo y millones de puestos de trabajo sino que la crisis tambi¨¦n ha contaminado muchas de las bases ¡ªpol¨ªticas, sociales, culturales¡ª sobre las que los ciudadanos hab¨ªamos construido nuestras vidas.
Lo que durante a?os fueron certezas, hoy son incertidumbres. Si el trabajo era garant¨ªa de un proyecto de vida, hoy no lo hay para millones de espa?oles y muchos m¨¢s viven con trabajos precarios o salarios de estricta subsistencia que impiden asumir riesgos, desear hijos, disfrutar de las oportunidades que, hasta ayer mismo, ofrec¨ªa la vida. Mujeres de nuevo marginadas, j¨®venes sin perspectivas, ancianos empobrecidos, pobreza visible. Pero tambi¨¦n, ladrones bien vestidos, cargos p¨²blicos indiferentes, instituciones lejanas, derechos vaciados de contenido y, en demasiadas ocasiones, partidos encerrados en s¨ª mismos¡
?Qui¨¦n puede extra?arse de que todo, todo, se haya deteriorado? ?Qui¨¦n, en este ambiente, predica valores? ?Qui¨¦n se atreve a reclamar confianza? ?Qui¨¦n, ante el fracaso en la gesti¨®n frente a la crisis y sus efectos, conf¨ªa en los poderes p¨²blicos?
Y, sin embargo, el pa¨ªs que hemos hecho no permite abandonos sino que reclama entrega, esfuerzo, coraje, porque, como dijo Felipe Gonz¨¢lez hace a?os, nuestra obligaci¨®n es ¡°combatir el miedo¡±.
Queda un a?o para las pr¨®ximas elecciones generales. No es el momento, por ello, de hacer una propuesta de corte electoral. Prefiero centrarme yo, y hacer que los socialistas se centren, en ofrecer al resto de los ciudadanos la convicci¨®n de que hoy y ma?ana existe un ¡°proyecto de pa¨ªs¡± que queremos ayudar a construir; una propuesta a largo plazo sobre c¨®mo vemos Espa?a al cabo de 15 o 20 a?os.
?Qui¨¦n puede extra?arse de que todo, todo, se haya deteriorado?
Trabajar¨¦ por un pa¨ªs moderno y competitivo en lo econ¨®mico. Debemos crear las condiciones para un crecimiento del empleo estable y sostenido en un plazo de menos de cinco a?os. Esto exige fortalecer nuestro tejido empresarial y un plan de fomento dirigido a lograr empresarios que vuelvan a dirigir su esfuerzo y su creatividad a ¡°hacer pa¨ªs¡±, a la econom¨ªa real, y no a la especulaci¨®n pura y dura.
Debemos ser capaces de mantener un programa sostenido de inversi¨®n en I+D+i equivalente al 3% del PIB anual durante 15 a?os; fomentar la reindustrializaci¨®n hasta que la industria suponga el 20% de nuestra actividad, en rendimiento y en trabajo; garantizar energ¨ªa asequible para empresas y familias, estable en su ordenaci¨®n y ambientalmente sostenible.
Trabajar¨¦ por un pa¨ªs socialmente m¨¢s justo y solidario en la atenci¨®n al bienestar de los ciudadanos.
Un pa¨ªs en el que la garant¨ªa de la protecci¨®n de la salud, la educaci¨®n universal, el acceso a la cultura, la atenci¨®n al dependiente, la dignidad de los ancianos, no sean manifestaci¨®n de vivir por encima de nuestras posibilidades sino sean derechos reales, efectivos, llenos de contenido para todos.
Trabajar¨¦ por un pa¨ªs tolerante y decente. En el que los diferentes se sientan iguales. Que garantice la igualdad b¨¢sica de cada ciudadano en sus derechos y libertades. Que ampare al d¨¦bil y al despose¨ªdo. Que elimine la pobreza. Que integre a quienes presentan discapacidades.
Un pa¨ªs en el que las reglas de la democracia se respeten y se acaten. Un pa¨ªs en el que las obligaciones de los ciudadanos se cumplan y se exijan por igual.
Un pa¨ªs en el que la corrupci¨®n y el fraude reciban castigo, desprecio, exclusi¨®n.
Un pa¨ªs en el que los que m¨¢s tienen contribuyan m¨¢s al bienestar colectivo.
Un pa¨ªs que contemple espec¨ªficamente a las mujeres, sus aspiraciones y derechos.
Trabajar¨¦ por un pa¨ªs de cultura federal. En el que la convivencia sea posible y deseada. En el que la igualdad de derechos no sofoque las singularidades. En el que el poder y la responsabilidad se reparta. En el que la lealtad sea regla intocable y el inter¨¦s general el objetivo compartido.
Un pa¨ªs en el que la pol¨ªtica gane cada d¨ªa legitimidad ante los ciudadanos, a los que les sea ¨²til, que les sirva para vivir mejor. En el que la utilizaci¨®n de recursos p¨²blicos sea austera, sometida a control, responsable. En el que la Administraci¨®n se transforme y el sistema de justicia se vea absolutamente renovado. Un pa¨ªs que tome conciencia de que necesitamos protagonismo directivo en una Europa en expansi¨®n.
Por eso, recientemente, he llamado a una nueva transici¨®n. Transici¨®n pol¨ªtica y transici¨®n econ¨®mica.
Una transici¨®n pol¨ªtica para refundar, con urgencia, nuestra democracia. Para hacerlo sin miedo y con confianza en nuestras capacidades para el di¨¢logo, el acuerdo, el pacto. Para superar la desconfianza entre la pol¨ªtica y los ciudadanos.
Una transici¨®n econ¨®mica que responda ya a la pregunta de c¨®mo se va a ganar la vida Espa?a ma?ana. Necesitamos un cambio profundo de nuestro patr¨®n de crecimiento. Un salto modernizador similar al que dimos en los a?os ochenta y que llev¨® a nuestro pa¨ªs a situarse entre las econom¨ªas m¨¢s avanzadas del planeta.
Este es el proyecto en el que estamos trabajando. Por nuestra parte, lo haremos con la ayuda de cuantos creen que el esfuerzo por la vida colectiva merece la pena, cuantos quieren aportar sin reclamar compensaci¨®n ninguna para ellos. Nos jugamos el hoy y el ma?ana de nuestro pa¨ªs. Nos jugamos nuestro hoy y nuestro ma?ana.
Pedro S¨¢nchez es secretario general del PSOE.
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