Todo sentido, pura sensibilidad

A finales de los a?os ochenta y principios de los noventa, Emma Thompson era la actriz del momento. Hab¨ªa deslumbrado por la facilidad con la que se desenvolv¨ªa en el mundo shakesperiano gracias a t¨ªtulos como Enrique V o Mucho ruido y pocas nueces, y representaba mejor que nadie la quintaesencia del esp¨ªritu brit¨¢nico en pel¨ªculas como Lo que queda del d¨ªa. A esto se suma que formaba, junto a su entonces marido, Kenneth Branagh, una de las parejas m¨¢s glamurosas de la industria del cine. Gan¨® dos oscars, uno como actriz por Regreso a Howards End y otro como guionista al adaptar la obra de Jane Austen Sentido y sensibilidad. Destilaba simpat¨ªa, transmit¨ªa grandes dosis de pasi¨®n en cada uno de los proyectos que abordaba, adem¨¢s de una enorme facilidad para conectar con el p¨²blico.

Ha pasado m¨¢s de un cuarto de siglo desde entonces, pero Emma Thompson no ha perdido ninguna de estas cualidades. As¨ª lo demuestra en Una vida en im¨¢genes, el programa de entrevistas que produce la Academia Brit¨¢nica de Cine y Televisi¨®n (BAFTA) y emite TCM en exclusiva en Espa?a el s¨¢bado 16 y viernes 21 de noviembre.

Encontraremos a una Emma Thompson capaz de re¨ªrse de s¨ª misma hablando de sus dientes, y de contar divertidas an¨¦cdotas de compa?eros de trabajo como Anthony Hopkins y Hugh Grant. Una oportunidad que la actriz aprovecha para hacer un repaso de su vida. Naci¨® el 15 de abril de 1959 en Londres. La hija del actor y escritor Eric Thompson y de la actriz Phyllida Law confiesa medio en broma que de peque?a consider¨® seriamente ser administradora de hospital, aunque m¨¢s tarde se dio cuenta de que no hubiera podido dedicarse a otra cosa que no fuera la actuaci¨®n.

A lo largo de la entrevista Emma Thompson habla de c¨®mo fueron sus comienzos profesionales en la televisi¨®n brit¨¢nica. Gracias a su trabajo en un par de series gan¨® dos premios BAFTA que la catapultaron al ¨¦xito. Luego vendr¨ªan sus primeras pel¨ªculas y su triunfo en Hollywood. ¡°Cuando gan¨¦ el Oscar por Regreso a Howards End fue surrealista. Ten¨ªa 32 a?os y ve¨ªa todo aquello como algo muy lejano. Era un icono que pertenec¨ªa a gente como Cary Grant o Katharine Hepburn, un objeto de otra ¨¦poca¡±.

Emma Thompson tuvo oportunidades de sobra para establecerse en Los ?ngeles para desarrollar su carrera en la industria americana, pero prefiri¨® no abandonar nunca su Inglaterra natal. La hemos visto siendo profesora de magia del mism¨ªsimo Harry Potter o haciendo de una peculiar institutriz en La ni?era m¨¢gica y, m¨¢s recientemente, meti¨¦ndose en la piel de la escritora P. L. Travers, la creadora de Mary Poppins en Al encuentro de Mr. Banks. Y ya, en el futuro pr¨®ximo, se avistan nuevos e interesant¨ªsimos proyectos. Pronto la veremos al lado de Robert Redford en A Walk in the Woods; a las ¨®rdenes de Robert Carlyle en The Legend of Barney Thomson y junto a Pierce Brosnan y Dylan McDermott en un thriller de acci¨®n titulado Survivor. Unos trabajos en los que Emma Thompson seguir¨¢ demostrando todo su sentido y, sobre todo, su enorme sensibilidad. Dos cualidades que siempre la han acompa?ado.