Tasa Robin Hood: gana la banca (por ahora) y con ayuda de Espa?a

Esta entrada ha sido escrita por Vanessa L¨®pez, directora de Salud por Derecho.

Escribo desde un pasillo del Parlamento Europeo en Bruselas, sentada en unos de esos escalones con moqueta, con mi pegatina para visitantes y con los ojos puestos el pr¨®ximo ECOFIN del 9 de diciembre, el ¨²ltimo del a?o. Ser¨¢ tambi¨¦n la ¨²ltima oportunidad para que los Ministros de Finanzas de la Uni¨®n Europea (UE) se pongan de acuerdo en algo que llevan d¨¢ndole vueltas y m¨¢s vueltas durante los ¨²ltimos tres a?os: el Impuesto a las Transacciones Financieraso Tasa Robin Hood.

Es posible que el tema no les suene o que les parezca demasiado t¨¦cnico, pero espero captar su atenci¨®n si les digo que tres de los principales pa¨ªses de la UE, entre ellos Espa?a, est¨¢n dispuestos a dejar de ingresar en las arcas p¨²blicas unos 30.000 millones de euros anuales porque en las negociaciones para decidir qu¨¦ productos financieros van a gravar con este impuesto prefieren ponerse del lado de la banca, un sector que apenas paga impuestos y cuyo irresponsable comportamiento ha sido el causante de gran parte de la crisis financiera.

Un momento cr¨ªtico para el Impuesto a las Transacciones Financieras

El pasado viernes 7 de noviembre, justo hace una semana, todas las organizaciones de la sociedad civil and¨¢bamos de cabeza porque los ministros de finanzas de la UE se reunieron en el ECOFIN para avanzar en unas negociaciones que llevaban meses bloqueadas porque Francia, Espa?a e Italia est¨¢n intentando, por todos los medios y con la ayuda del lobby financiero, limitar el alcance de este impuesto para que s¨®lo grave acciones y deje fuera los bonos y los productos derivados.

Afortunadamente Alemania no ha cedido y ha anunciado que seguir¨¢n negociando qu¨¦ derivados incluir¨¢n y que habr¨¢ una segunda fase de aplicaci¨®n del impuesto, m¨¢s ambiciosa. Por tanto, la buena noticia es que todav¨ªa hay margen hasta el ECOFIN del 9 de diciembre para que los gobiernos de Espa?a, Francia e Italia cambien de posici¨®n, se pongan del lado de la ciudadan¨ªa y acuerden implementar un Impuesto a las Transacciones Financieras que realmente sirva para algo.

Un mal impuesto no valdr¨ªa la pena

Echemos un poco la vista atr¨¢s y vayamos hasta otro ECOFIN, el de mayo de este a?o, para entender d¨®nde estamos y qu¨¦ nos estamos jugando. Despu¨¦s de que la sociedad civil llevara a?os proponi¨¦ndolo, la Comisi¨®n Europea hace en 2011 la propuesta de aplicar un impuesto a las transacciones financieras que gravara acciones, bonos y derivados y cuya recaudaci¨®n podr¨ªa alcanzar 35.000 millones de euros anuales en los once pa¨ªses que se comprometieron a aplicarlo dentro de un mecanismo de cooperaci¨®n reforzada

Las discusiones pasaron por altos y bajos e incluso estuvieron en punto muerto durante alg¨²n tiempo. Pero en el ECOFIN de mayo de este a?o, los once pa¨ªses se comprometieron a cerrar un acuerdo sobre el dise?o del impuesto en diciembre, hacer los tr¨¢mites para su aplicaci¨®n en 2015 y empezar a recaudar en enero de 2016. Tambi¨¦n se comprometieron a que en esta primera fase de aplicaci¨®n el impuesto gravar¨ªa acciones y derivados. El problema es que esta aproximaci¨®n ya es menos ambiciosa de lo esperado y de lo deseable. Pero todas las alertas empiezan a sonar cuando Francia, Espa?a e Italia, en contra de la posici¨®n de Alemania y Austria, que quieren aplicar un impuesto de base amplia, m¨¢s en la l¨ªnea de la propuesta de la Comisi¨®n, pasan a la ofensiva y se proponen dejar en nada el impuesto al querer gravar s¨®lo las acciones. Las consecuencias de que esta posici¨®n prosperase ser¨ªan terribles porque tendr¨ªamos un impuesto que no valdr¨ªa para nada: ni para desincentivar las transacciones altamente especulativas; ni para contribuir a regular el sistema financiero; ni para recaudar, pues se dejar¨ªan de ingresar unos 30.000 millones de euros anuales en los once pa¨ªses europeos, 4.000 de ellos solo en Espa?a, que podr¨ªan ser invertidos en pol¨ªticas sociales, luchar contra la pobreza y en bienes p¨²blicos globales.

El llamamiento de 1000 organizaciones europeas

Todas estas importantes cuestiones, que no son t¨¦cnicas, sino que dependen de la voluntad pol¨ªtica se est¨¢n negociando ahora y en las pr¨®ximas tres semanas. El gobierno espa?ol, como el resto de los pa¨ªses que est¨¢n poniendo palos en la rueda, tienen que decidir de qu¨¦ lado est¨¢n. Por ello, 1.000 organizaciones europeas les hacemos un llamamiento para que se pongan del lado de la ciudadan¨ªa.