'Vapear' es la palabra del a?o, seg¨²n el diccionario de Oxford
El vapor de cigarrillos electr¨®nicos ha vencido a otros t¨¦rminos relacionados con la marihuana y mujeres como t¨¦rmino de 2014
La palabra del a?o es una de las mejores formas de entender en qu¨¦ andaban los seres humanos de una parte (privilegiada) del mundo durante una ¨¦poca. Lo primero que les extra?ar¨ªa unos alien¨ªgenas si se pasearan por las calles de algunas capitales europeas o americanas. Y as¨ª, ahora que el diccionario de Oxford ha dicho que vapear (es decir, inhalar el vapor de los cigarrillos electr¨®nicos), este ser¨¢ el a?o en el que las futuras generaciones asumieron que empezamos a chupar bater¨ªas con sirope que generan vapor de diferentes sabores. Es decir, el a?o que vapeamos.
En 2013, por ejemplo, la ganadora fue selfie, cuando por primera vez se generaliz¨® la recurrente escena de gente (sola o acompa?ada) autorretrat¨¢ndose delante de platos de comida, escenarios de conciertos, puertas de lavabo y salas de parto. Aun as¨ª, la pol¨¦mica estaba servida: incluso la revista TIME public¨® un art¨ªculo que reivindicaba que la palabra que en realidad defin¨ªa 2013 era twerking (o cuando la gente de medio mundo empez¨® a bailar con el trasero en pompa)
Hasta 290.000 personas buscaron ¡°Vape + Oxford¡± en Google.
Pero a?o en que los humanos parec¨ªan de repente extras fumadores de la pel¨ªcula futurista Blade Runner no s¨®lo nos ha tra¨ªdo una palabra, sino toda una constelaci¨®n de t¨¦rminos asociados. Se ha doblado el uso del verbo vapear, pero tambi¨¦n se han empezado a usar otros t¨¦rminos como vape shop (donde se compra), e-juice (el l¨ªquido del que sale el vapor) o e-cigarrete (el cigarrillo electr¨®nico en cuesti¨®n). No sabemos si echarle la culpa a Apple y sus iTodo o al inventor del e-mail.
La palabra vapear fue incluida en agosto en la web oxforddictionaries.com, si bien a¨²n no tiene su entrada en el tradicional diccionario de Oxford. Judy Pearsall, directora editorial de estos diccionarios, argument¨® su decisi¨®n: ¡°Vapear se ha vuelto mainstream, con el uso que le dan famosos como Lindsay Lohan o Barry Manilow, y con un debate p¨²blico creciente sobre los peligros p¨²blicos y la necesidad de regulaci¨®n¡±. Hasta 290.000 personas buscaron ¡°Vape + Oxford¡± en Google.
El lenguaje se crea en la calle y, por tanto, en la cultura pop. La academia s¨®lo lo recoge m¨¢s tarde. Otro ejemplo es la finalista?bae, que es como la jerga en Internet se refiere al objeto del amor del internauta. Es un catapultada hacia el uso global a trav¨¦s de las letras de rap y de R&B. En realidad, se puede entender como una abreviaci¨®n de baby o de babe, pero tambi¨¦n se emplea como un acr¨®nimo de ¡°before anyone else¡± (antes que nadie, el primero, el favorito).
El a?o pasado la ganadora fue selfie, aunque la revista TIME arguy¨® que la palabra del a?o era en realidad twerking
La flexibilizaci¨®n de una ley tambi¨¦n vuelve el lenguaje m¨¢s el¨¢stico. La legalizaci¨®n del cannabis medicinal (y tambi¨¦n recreativo) en algunos Estados estadounidenses (y en algunos pa¨ªses latinoamericanos) ha deparado otras palabras del a?o como Budtender (bartender es camarero y bud, marihuana en slang). En Espa?a (y muy especialmente en ciudades como Barcelona) se debate el futuro de los clubes de cannabis, pero a¨²n no se ha popularizado una palabra para la gente que trabaja en ellos.
Pero las palabras tambi¨¦n surgen de la evoluci¨®n tecnol¨®gica. Por eso otra de las palabras seg¨²n los ling¨¹istas de Oxford es contactless, esas tecnolog¨ªas que permiten que tarjetas o tel¨¦fonos m¨®viles se dirijan a lectores electr¨®nicos (para, por ejemplo, realizar pagos) sin tocarse.
La agenda pol¨ªtica marca, tambi¨¦n, nuestra forma de hablar. Por eso se ha popularizado Indyref, que apareci¨® (y se populariz¨®) como hashtag para debatir y espolear el referendum escoc¨¦s celebrado en septiembre. Aunque incluso las revistas de tendencias crean lenguaje. Por eso, aunque el t¨¦rmino se acu?¨® en 2009, ahora se ha popularizado normcore (o la paradoja de que se ponga de moda vestir ropas ajenas al mundo de la moda; preparar cuidadosamente el vestir descuidadamente).
Pero el ciberactivismo es una fuente recurrente en los ¨²ltimos a?os. Por eso ha llegado a finalista slacktivism, esas acciones que se alientan en internet para apoyar alguna causa social o pol¨ªtica (de las m¨¢s sinceras a esas otras que calman conciencias con un solo clic).
Vapear s¨ª se emplea en Espa?a. Y su g¨¦nesis podr¨ªa encontrarse en el legendario chiste de Faemino y Cansado, en el que el fumador insist¨ªa en que esa barrita humeante que ten¨ªa pinzada entre sus dedos no era un pitillo. Aunque tampoco era un cigarrillo electr¨®nico.
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