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Hogares bajo el agua

Colonia del Sacramento, una ciudad del sur de Uruguay, a orillas del R��o de la Plata sufre con frecuencia inundaciones que obligan a sus vecinos a dejar sus hogares

27 nov 2014 - 17:56CET

La crecida del arroyo lleg�� a su punto m��s alto a media tarde, llegando a cubrir por completo algunas casas. Por la noche el agua comenz�� a bajar y algunos de los vecinos trataban de acceder a sus casas para ver los da?os y salvar algunas pertenencias, a pesar de que el nivel del agua todav��a se manten��a alto. — La crecida del arroyo lleg�� a su punto m��s alto a media tarde, llegando a cubrir por completo algunas casas. Por la noche el agua comenz�� a bajar y algunos de los vecinos trataban de acceder a sus casas para ver los da?os y salvar algunas pertenencias, a pesar de que el nivel del agua todav��a se manten��a alto.C��sar Dezfuli

Interior del centro de evacuaci��n, lugar donde ya hab��an sido asistidos en anteriores inundaciones los habitantes de Villa Ferrando. Algunos, especialmente los ni?os, consiguen conciliar el sue?o entre tanto movimiento. — Interior del centro de evacuaci��n, lugar donde ya hab��an sido asistidos en anteriores inundaciones los habitantes de Villa Ferrando. Algunos, especialmente los ni?os, consiguen conciliar el sue?o entre tanto movimiento.C��sar Dezfuli

Omar, de 60 a?os, es un pastor evangelista que tras trabajar en diferentes misiones en Brasil, Per��, Camboya o Angola, lleva m��s de veinte a?os viviendo en el asentamiento junto a su familia. ��Esto es una guerra entre el hombre y la naturaleza��, asegura. — Omar, de 60 a?os, es un pastor evangelista que tras trabajar en diferentes misiones en Brasil, Per��, Camboya o Angola, lleva m��s de veinte a?os viviendo en el asentamiento junto a su familia. ��Esto es una guerra entre el hombre y la naturaleza��, asegura.C��sar Dezfuli

Interior de la casa de V��ctor Echevarr��a el d��a despu��s de las inundaciones. El nivel del agua ya hab��a bajado y la familia pudo entrar a la casa y comprobar los da?os. Todas sus pertenencias quedaron inservibles. — Interior de la casa de V��ctor Echevarr��a el d��a despu��s de las inundaciones. El nivel del agua ya hab��a bajado y la familia pudo entrar a la casa y comprobar los da?os. Todas sus pertenencias quedaron inservibles.C��sar Dezfuli

La mayor��a de los evacuados en el polideportivo municipal son ni?os y ancianos, sobre todo mujeres. Muchos de los hombres permanecieron en sus casas para evitar posibles saqueos tras la bajada del agua. — La mayor��a de los evacuados en el polideportivo municipal son ni?os y ancianos, sobre todo mujeres. Muchos de los hombres permanecieron en sus casas para evitar posibles saqueos tras la bajada del agua.C��sar Dezfuli

La casa de V��ctor Echevarr��a fue la m��s afectada al ser la m��s cercana al arroyo. Qued�� totalmente cubierta de agua por varias horas. Cuando el agua comenz�� a bajar, ��l y su familia trataron de acceder para recuperar alguna de sus pertenencias. — La casa de V��ctor Echevarr��a fue la m��s afectada al ser la m��s cercana al arroyo. Qued�� totalmente cubierta de agua por varias horas. Cuando el agua comenz�� a bajar, ��l y su familia trataron de acceder para recuperar alguna de sus pertenencias.C��sar Dezfuli

Monta?as de muebles, electrodom��sticos y ropa fueron ocupando las puertas de cada una de las casas de Villa Ferrando los d��as posteriores. La mayor��a de estas cosas hab��an quedado inutilizadas y muchos de los vecinos tem��an volver a sus casas por la presencia de v��boras e insectos venenosos que hab��an sido tra��dos por la corriente. — Monta?as de muebles, electrodom��sticos y ropa fueron ocupando las puertas de cada una de las casas de Villa Ferrando los d��as posteriores. La mayor��a de estas cosas hab��an quedado inutilizadas y muchos de los vecinos tem��an volver a sus casas por la presencia de v��boras e insectos venenosos que hab��an sido tra��dos por la corriente.C��sar Dezfuli

Militares ayudan a los evacuados a volver a sus casas despu��s de dos d��as de asistencia en el polideportivo municipal, a pesar de que a��n no hab��a dejado de llover. — Militares ayudan a los evacuados a volver a sus casas despu��s de dos d��as de asistencia en el polideportivo municipal, a pesar de que a��n no hab��a dejado de llover.C��sar Dezfuli

Ana Acosta, delegada del asentamiento, tambi��n se vio afectada por las inundaciones, adem��s de fuer la responsable de representar las reclamaciones de sus vecinos ante las instituciones. ��En mi casa hab��a nevera, lavadora�� Mi marido y yo trabajamos, y nos lleva m��s de un a?o pagar todo en cuotas. Y ahora tienes que volver a empezar, y as�� una vez, y otra�� porque esta no es la primera inundaci��n que sufrimos�� aseguraba. — Ana Acosta, delegada del asentamiento, tambi��n se vio afectada por las inundaciones, adem��s de fuer la responsable de representar las reclamaciones de sus vecinos ante las instituciones. ��En mi casa hab��a nevera, lavadora�� Mi marido y yo trabajamos, y nos lleva m��s de un a?o pagar todo en cuotas. Y ahora tienes que volver a empezar, y as�� una vez, y otra�� porque esta no es la primera inundaci��n que sufrimos�� aseguraba.C��sar Dezfuli

Uno de los ocho hijos de Omar, junto a sus perros en los alrededores de su casa, todav��a anegados tres d��as despu��s de las inundaciones. Fue uno de los que se negaron a abandonar la casa a pesar de la crecida del r��o. — Uno de los ocho hijos de Omar, junto a sus perros en los alrededores de su casa, todav��a anegados tres d��as despu��s de las inundaciones. Fue uno de los que se negaron a abandonar la casa a pesar de la crecida del r��o.C��sar Dezfuli

Luc��a en el reparto de comida en Villa Ferrando tras la vuelta a casa. La crecida del r��o dej�� muchas de las casas sin suministro el��ctrico y sin gas, por lo que los vecinos no ten��an forma alguna de cocinar. — Luc��a en el reparto de comida en Villa Ferrando tras la vuelta a casa. La crecida del r��o dej�� muchas de las casas sin suministro el��ctrico y sin gas, por lo que los vecinos no ten��an forma alguna de cocinar.C��sar Dezfuli

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