Empleo para una sociedad menos desigual
Luchar contra la polarizaci¨®n exige la ense?anza de nuevas habilidades cognitivas
Los avances en las Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y Comunicaci¨®n (TIC) est¨¢n transformando las demandas de empleo en los pa¨ªses m¨¢s industrializados y facilitando los procesos de globalizaci¨®n en la producci¨®n de bienes y servicios. Esta transformaci¨®n impone retos muy importantes para nuestro mercado de trabajo sobre los cuales creo que es interesante reflexionar.
En primer lugar, las computadoras realizan de modo mucho m¨¢s r¨¢pido y preciso que los seres humanos tareas que requieren procedimientos codificables y expl¨ªcitos ¡ªactividades que com¨²nmente llamamos rutinarias¡ª. De hecho, durante la ¨²ltima d¨¦cada, se viene observando un declive claro de los empleos que requieren este tipo de actividades, dado que a medida que el precio de la automatizaci¨®n sigue descendiendo, se observa una sustituci¨®n clara entre el ser humano y la m¨¢quina para este tipo de trabajos para los cuales el ser humano es susceptible de sustituci¨®n.
Sin embargo, este hecho no debiera necesariamente llevarnos a pensar que en general el trabajo humano est¨¢ seriamente amenazado por este proceso que sin duda va a continuar. Los seres humanos tenemos ventajas comparativas con respecto a las m¨¢quinas en actividades como pensar, improvisar soluciones creativas, resolver problemas inesperados, etc¨¦tera ¡ªactividades cognitivas¡ª. Las m¨¢quinas tampoco pueden sustituir al trabajo humano en aquellas actividades que requieren flexibilidad, adaptabilidad e interacciones interpersonales ¡ªactividades interactivas¡ª. De hecho, aquellos empleos que requieren bien de actividades cognitivas o interactivas, o de ambas, son complementarias a los avances tecnol¨®gicos. Y lo que la evidencia nos muestra es que este tipo de empleos est¨¢n emergiendo con fuerza a medida que el proceso tecnol¨®gico y el desarrollo de las sociedades avanza.
Desaparecen los trabajos rutinarios y emergen los de mayor cualificaci¨®n
El proceso denominado Polarizaci¨®n del empleo est¨¢ precisamente relacionado con estas interacciones entre las m¨¢quinas y el trabajo humano: aquellos empleos que requieren de niveles de habilidad/cualificaci¨®n medios y cuyas actividades son rutinarias (empleos manuales rutinarios o empleos administrativos) est¨¢n en declive mientras que los empleos emergentes est¨¢n radicados en ambos extremos de la cualificaci¨®n. Por una parte, a medida que las sociedades se desarrollan, est¨¢n emergiendo empleos que si bien requieren bajos niveles de cualificaci¨®n necesitan fuertes dosis de adaptabilidad e interactividad ¡ªespecialmente se incluyen aqu¨ª empleos relacionados con servicios y cuidados personales¡ª. Por otra parte, tambi¨¦n est¨¢n emergiendo aquellos empleos que requieren de la realizaci¨®n de actividades cognitivas, que precisan de alta cualificaci¨®n.
Este proceso de polarizaci¨®n que se est¨¢ observando en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados y que en Espa?a tenemos evidencia de que se ha agudizado en esta reciente crisis, nos lleva a varias reflexiones. En primer lugar, no sabemos si este proceso implicar¨¢ un descenso en la demanda neta de empleo humano. A corto plazo, muchos vislumbran un descenso neto de empleos al considerar que la sustituci¨®n del empleo humano por m¨¢quinas puede ser superior a la creaci¨®n de nuevos empleos complementarios a las mismas. Sin embargo, a medio y largo plazo, debemos esperar que a medida que esta complementariedad entre el empleo humano y las m¨¢quinas aumenta, nuevos empleos que hoy ni siquiera anticipamos vayan emergiendo y sustituyendo a los ya desaparecidos. Sobre la magnitud de estos nuevos empleos la incertidumbre es enorme, y por tanto, no existe consenso sobre el efecto neto total ni siquiera a largo plazo.
El proceso de Polarizaci¨®n del Empleo est¨¢? relacionado con las interacciones entre las m¨¢quinas y el trabajo humano
Una segunda reflexi¨®n que merece la pena destacar se refiere al tipo de trabajadores que se encuentran m¨¢s y menos afectados por este proceso de cambio en la naturaleza de los empleos. Tenemos evidencia tanto para Estados Unidos / Europa como para Espa?a de que los trabajadores de mayor edad son los claros perdedores de este proceso por su menor capacidad de adaptaci¨®n hacia los empleos emergentes y por tanto su tendencia al estancamiento en los empleos que realizan actividades m¨¢s rutinarias y que est¨¢n en declive. Por el contrario, los trabajadores m¨¢s j¨®venes son los ganadores de este proceso, ya que se observa que son este colectivo los que, anticip¨¢ndose al declive en trabajos m¨¢s rutinarios, est¨¢n redirigiendo su formaci¨®n y sus esfuerzos hacia la adquisici¨®n de habilidades m¨¢s cognitivas que son las que el mercado de trabajo parece estar demandando cada vez con mayor intensidad y para los que ofrece mejores condiciones.
La ¨²ltima y posiblemente m¨¢s importante reflexi¨®n tiene que ver con la relaci¨®n entre el fen¨®meno de la polarizaci¨®n del empleo y la desigualdad en el mercado de trabajo. Si los trabajos rutinarios, que precisan de cualificaciones medias, desaparecen mientras que emergen aquellos que est¨¢n tanto en la parte inferior como en parte superior de la distribuci¨®n de cualificaciones, estamos ante una situaci¨®n que favorece claramente el crecimiento de la desigualdad. Los empleos menos cualificados conllevan retribuciones bajas, mucha flexibilidad en el empleo, y en general, condiciones laborales precarias. Por otra parte, la demanda de los empleos m¨¢s cualificados y complementarios a los avances tecnol¨®gicos crecer¨¢ y dado que la oferta ser¨¢ relativamente escasa por los altos requisitos formativos que estos empleos demandan, aquellos trabajadores que trabajen en los empleos emergentes m¨¢s cualificados se enfrentar¨¢n a condiciones laborales muy favorables. Previsiblemente nos vamos a enfrentar a un mercado dual crecientemente desigual.
A corto plazo, es posible que esta tendencia hacia una mayor desigualdad sea inevitable. Sin embargo, a medio y largo plazo, las sociedades debieran comprometerse con la ense?anza de habilidades cognitivas desde la educaci¨®n primaria y secundaria para todos los ciudadanos. La resoluci¨®n de problemas, la creatividad, y la capacidad de adaptabilidad y convivencia con el mundo de la tecnolog¨ªa y la comunicaci¨®n desde los niveles b¨¢sicos hasta los m¨¢s avanzados debiera ser asequible para todo aquel ciudadano que lo deseara. De este modo, partiendo de la igualdad de oportunidades, podr¨ªamos tender hacia una sociedad menos desigual, o al menos ¡°menos injustamente desigual¡±.
Sara de la Rica es catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco e investigadora de FEDEA.
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