La Academia no sabe de ciencias

Qu¨¦ prisa se da la Real Academia Espa?ola de la Lengua para introducir en el Diccionario vocablos o acepciones nuevas que supuestamente recogen el habla popular, con lo que intenta dar una imagen de modernidad, cuando no de gracejo. As¨ª se recogen voces como canalillo, chatear (cuando ya no se chatea) y pr¨®ximamente quiz¨¢ selfi, dron, apli, etc¨¦tera. Sin embargo, el lenguaje cient¨ªfico sigue siendo una cat¨¢strofe en el Diccionario. Consulten vocablos biol¨®gicos de uso muy corriente como protozoo, que pas¨® de ser animal microsc¨®pico¡­ a organismo, casi siempre microsc¨®pico, cuyo cuerpo est¨¢ formado por una sola c¨¦lula o por una colonia de c¨¦lulas iguales entre s¨ª. Esta definici¨®n sirve tambi¨¦n para bacteria, alga u hongo. Por cierto, bacteria (seg¨²n la RAE) es un microorganismo unicelular procarionte, cuyas diversas especies causan las fermentaciones, enfermedades o putrefacci¨®n, en los seres vivos o en las materias org¨¢nicas, olvidando la inmensidad de especies bacterianas que no hacen ninguna de estas tres cosas; o alga, que la Academia considera una planta talofita con clorofila; o, a¨²n peor, hongo, que ser¨ªa una planta talofita sin clorofila. Y as¨ª podr¨ªamos seguir casi eternamente.

Ya he perdido la esperanza de que la RAE realmente se sit¨²e a la altura cultural y cient¨ªfica de la comunidad hispanohablante, porque las pr¨®ximas enmiendas del Diccionario me temo que no mejorar¨¢n el rico l¨¦xico cient¨ªfico, pero terminar¨¢n por admitir cocreta, porque lo dice mucha gente.¡ª Jos¨¦ Luis Viejo Montesinos.