Piropos
Nadie ignora que la violencia verbal suele preceder a la f¨ªsica. Si usted le dice una barbaridad a una mujer por la calle es usted un violador
No tengo ninguna estad¨ªstica a mano, pero me da la impresi¨®n de que la repugnante costumbre del piropo est¨¢ resucitando en Espa?a. No es nada infrecuente toparse con la escena callejera de una chavalilla vestida como a ella le de la gana siendo acosada por un par de desgraciados con tripa bien crecida que le dicen cualquier sarta de barbaridades.
Hay que decir sobre el piropo que nunca ha sido m¨¢s noble que ahora. Siempre fue un desfogar de gentuza que no sab¨ªa c¨®mo expresar su incapacidad para montar contra su voluntad a cualquier hembra que no fuera su madre.
Lo que s¨ª es algo de novedad es que los sujetos activos del piropo son en gran proporci¨®n ahora inmigrantes, sin que los espa?oles falten.
Una amiga m¨ªa que es muy fiera (?que amiga m¨ªa no lo es, dios m¨ªo!) se dedica a una cruzada in¨²til para explicarles a estos neopracticantes del insulto presuntamente cortejador que las mujeres en este pa¨ªs han tardado cuarenta a?os en arrinconar esas pr¨¢cticas machistas, y que no es tolerable que quien busca la integraci¨®n la empiece por ah¨ª precisamente.
Anda estos d¨ªas el ministro del interior buscando un discurso alternativo al del terrorismo para disminuir las vocaciones para la yihad. No estar¨ªa mal que, de paso, abriera un concurso de ideas para que a los emisores de las presuntas cortes¨ªas que humillan a todas las mujeres recibieran una corriente el¨¦ctrica de magnitud variable en sus cataplines.
Liquidada casi del todo la potencia de ETA y sus abogados, la violencia machista causa m¨¢s muertos que la terrorista. (No se vea en esto un reto).
Nadie ignora que la violencia verbal suele preceder a la f¨ªsica. Si usted le dice una barbaridad a una mujer por la calle es usted un violador.
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