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Los ¡®pobres san l¨¢zaros¡¯ del siglo XXI Cada ¨²ltimo domingo de enero se conmemora el D¨ªa Mundial de la Lepra, una enfermedad que, pese a ser curable, todav¨ªa provoca terribles deformidades y dolores a miles de personas, sobre todo en Asia y ?frica Taity Aboye, de 45 a?os, vive en un pueblo cerca del Hospital Rural de Gambo, regi¨®n de Oromia, Etiop¨ªa. "Enferm¨¦ de lepra cuando ten¨ªa 15 a?os y perd¨ª mi nariz a esa edad. Mis padres me echaron de casa y camin¨¦ durante tres d¨ªas hasta el hospital de Gambo. Durante la rehabilitaci¨®n, trabaj¨¦ y viv¨ª en el centro y no iba m¨¢s all¨¢ del pueblo lepra porque, debido a mi nariz, la gente me se?ala con el dedo y dec¨ªan que soy fea y contagiosa. Nunca volv¨ª a casa de mis padres, porque me echaron de la casa. En esta aldea aldea estoy feliz, tengo tres hijos y tengo mi propia casa". Svetlana Volodina La discriminaci¨®n no s¨®lo la sufren las personas que apdecen la lepra, sino tambi¨¦n sus hijos. Los dibujos de los ni?os, como este que realiz¨® un cr¨ªo en una aldea cercana al hospital de Gambo (Etiop¨ªa), nos permiten mirar m¨¢s profundamente en este problema. Nos revelan el mundo interior del peque?o, en su inseguridad y vulnerabilidad. Svetlana Volodina Endale Dajene, de 12 a?os, tiene el tipo de lepra m¨¢s grave, que se caracteriza por provocar en la persona que la padece el aspecto que la literatura describe como "cara de le¨®n". Svetlana Volodina Natsanet Bekele lleva la le?a para el fuego para su familia. Cada d¨ªa, muchos ni?os de familias afectadas por la lepra trabajan para proporcionar todo lo necesario a sus padres cuando, debido a la enfermedad, han quedado incapacitados f¨ªsicamente. Gambo, Etiop¨ªa. Svetlana Volodina Kamilla Abdur Kadir: "Estoy enferma de lepra desde que ten¨ªa 10 a?os. El doctor Michael me llev¨® al hospital de Gambo y he vivido aqu¨ª durante m¨¢s de 30 a?os. A veces visito a mis padres, pero me alegro de vivir aqu¨ª. Tengo un marido y cuatro hijos". Svetlana Volodina Por lo general, las personas que sufren lepra no tienen casa propia. En la mayor¨ªa de los casos, viven en las calles alrededor de los hospitales y centros m¨¦dicos. Esta vivienda fue construida con la ayuda de la Misi¨®n Cat¨®lica de Gambo para una familia afectada. Svetlana Volodina