11 fotosLa lenta vuelta a la normalidad en LiberiaPor primera vez desde junio se han registrado menos de 100 nuevos casos en una semana en los tres pa¨ªses africanos m¨¢s afectados por el ¨¦bola. Pero las precauciones deben continuar Monrovia - 30 ene 2015 - 17:17CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceUn trabajador excava en un cementerio construido por la cooperaci¨®n estadounidense para entierros seguros en Disco Hill (Liberia). All¨ª han dado sepultura a casi 300 personas en solo un mes. Su creaci¨®n es un gran logro, ya que permite a los familiares contemplar el proceso, algo muy apreciado en la cultura del pa¨ªs. En un esfuerzo por controlar la epidemia de ¨¦bola, el gobierno ha ordenado la cremaci¨®n de todos los muertos en la capital, lo que ha provocado que muchas familias supervivientes queden traumatizadas e incluso que hagan rituales de enterramiento clandestinos.John Moore (Getty Images)Las cruces se?alan el lugar donde han sido enterradas las cenizas de ni?os sin identificar, previamente incinerados en el cementerio seguro construido por la cooperaci¨®n estadounidense en Monrovia.John Moore (Getty Images)Benetha Coleman, enfermera y superviviente del ¨¦bola, limpia a un beb¨¦ con s¨ªntomas de la enfermedad en Monrovia. Quienes han tenido el virus adquieren inmunidad, as¨ª que no corren riesgo de contagio. La enfermera trabaja en el centro ELWA 3 de M¨¦dicos Sin Fronteras que, con el descenso de casos, necesita cada vez menos camas para atender la epidemia.John Moore (Getty Images)John Mbayoh, coordinador del equipo que investiga la trazabilidad de contagio, entrevista a un hombre cuyo hermano ha muerto en Monrovia. Este trabajo ha sido fundamental para reducir la expansi¨®n del virus, ya que localizan a cada persona que ha estado en contacto con la enfermedad y monitorizan sus s¨ªntomas durante 21 d¨ªas.John Moore (Getty Images)Un polic¨ªa liberiano espera a tomar la temperatura a los viajeros que llegan a la estaci¨®n de West Point, en Monrovia.John Moore (Getty Images)Un trabajador de M¨¦dicos sin Fronteras quema el material usado tras el tratamiento del ¨¦bola.John Moore (Getty Images)Un ni?o sube a un barco pesquero en West Point, Monrovia, donde la poblaci¨®n comienza a volver a la normalidad despu¨¦s de meses de p¨¢nico por la epidemia de ¨¦bola.John Moore (Getty Images)Las ni?as que se encargan de llevar las flores esperan a los novios en una boda celebrada hace unos d¨ªas en Monrovia. Cuando, aparentemente, ha pasado lo peor de la epidemia de ¨¦bola, este tipo de festejos, que eran desaconsejados por las autoridades (como todos los que supon¨ªan contacto y aglomeraci¨®n de gente), vuelven a celebrarse.John Moore (Getty Images)Un trabajador de la Cruz Roja liberiana recoge ropa para quemarla tras haber estado en contacto con pacientes de ¨¦bola.John Moore (Getty Images)Un ni?o lleva, sobre su cabeza, pescado frito en un mercado de Monrovia, donde la actividad vuelve a parecerse a la que hab¨ªa antes del brote de ¨¦bola.John Moore (Getty Images)Trabajadores de Cruz Roja se protegen antes de recoger un cad¨¢ver en una casa de Monrovia. Aunque la epidemia est¨¢ remitiendo, todav¨ªa hay casos y contin¨²a causando muertes.John Moore (Getty Images)