Los ¨¢rboles no nos dejan ver el bosque

Hace tiempo que hay discursos en pol¨ªtica que me chirr¨ªan. No es cuesti¨®n de ideolog¨ªas, es cuesti¨®n de ambig¨¹edad y de asumir un papel que no pertenece a los partidos. El actual sistema ¡ªmejorable, sin duda, pero vigente, bastante pr¨¢ctico, y con unas normas pensadas para su funcionamiento¡ª juega a que los partidos ofrezcan unas posturas concretas al ciudadano, y ¨¦ste decida cu¨¢l de todas le resulta m¨¢s pr¨®xima para ofrecerle su confianza. Y, ojo: el ciudadano puede participar en su elaboraci¨®n, que los partidos est¨¢n abiertos a quien quiera entrar.

Esto choca de frente con opciones como la que defiende Ada Colau en su plataforma Guanyem Barcelona. No plantean nada, simplemente se ofrecen como caras bonitas que todo lo arreglan con un ¡°lo que diga la gente¡±. Ya, pero es que la gente tendr¨¢ que saber qu¨¦ dice usted para votarle o no, ?no le parece? Cuando usted est¨¦ en un pleno el botoncito de ¡°lo que diga la gente¡± no estar¨¢ para cuanto toque votar. Y a la gente no le puede preguntar cada 10 minutos, no es operativo. No puede usted presentarse a la alcald¨ªa de Barcelona y no pronunciarse ni sobre el modelo territorial y el encaje de su regi¨®n.

La crisis pol¨ªtica est¨¢ bien para subsanar malas pr¨¢cticas y airear los debates, pero que los ¨¢rboles no nos impidan ver el bosque.¡ª Sergi Esteve Rico.