Dividir in¨²tilmente

El endurecimiento constante de las penas de prisi¨®n y la introducci¨®n de la cadena perpetua ¡°revisable¡± son contradictorios con la consideraci¨®n de Espa?a como tercer Estado con m¨¢s baja criminalidad de toda la Uni¨®n Europea ¡ªdato este ¨²ltimo recordado ayer por el propio ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz¡ª. Es una suerte vivir en un pa¨ªs, o visitarlo, con niveles tan razonables de seguridad como los de Espa?a; por eso no se ve la racionalidad de llenar el C¨®digo Penal de condenas cada vez m¨¢s duras, coronadas ahora por la introducci¨®n de la cadena perpetua ¡°revisable¡±.

La omnipresencia de la c¨¢rcel ni siquiera garantiza la eficacia preventiva. En Occidente no es tan f¨¢cil encontrar automatismos entre sistemas penales muy duros y mayor eficacia contra la delincuencia, como lo demuestra el caso de Estados Unidos. Tampoco es cierto que la pena perpetua ¡°revisable¡± propuesta por el PP sea equiparable a la que existe en otros pa¨ªses europeos: en Alemania est¨¢ sometida a una obligaci¨®n legal de revisi¨®n peri¨®dica a partir de los 15 a?os de cumplimiento, mientras la espa?ola solo podr¨ªa revisarse a partir de los 25.

Tampoco es argumento suficiente el hecho de que una mayor¨ªa de personas se digan partidarias de esta condena, tal como reflejaba la encuesta de Metroscopia publicada ayer por EL PA?S. Menos a¨²n cuando el apoyo social a semejante pena ha bajado quince puntos en relaci¨®n con el que ten¨ªa cinco a?os atr¨¢s. Lo peor es que los promotores de la reforma pretenden convertirla en un gesto de autoridad orientado hacia las v¨ªctimas del terrorismo y personas escandalizadas por los estr¨¦pitos medi¨¢ticos organizados en torno a otros cr¨ªmenes de especial notoriedad.

La justicia que debe imperar en una sociedad racional no puede basarse en incitaciones demag¨®gicas. Nada garantiza que una pena de duraci¨®n indefinida ¡ªque eso es, en definitiva, la cadena perpetua revisable¡ª resulte m¨¢s disuasoria para los autores de cr¨ªmenes especialmente repulsivos que la escala penal agravada de hasta 40 a?os de privaci¨®n de libertad, ya prevista en el C¨®digo vigente.

Carece de sentido forzar una divergencia entre PP y PSOE por este asunto, apenas firmado el pacto antiterrorista. Ni existen razones urgentes o de fondo que justifiquen dividir a la sociedad y a las fuerzas pol¨ªticas por esta causa.