Una injusticia m¨¢s

Padecer una enfermedad como el c¨¢ncer es siempre una tragedia, sobre todo cuando acarrea la p¨¦rdida de varios sentidos como el olfato, el gusto y, sobre todo, la voz. Esto es lo que les sucede a los que sufren c¨¢ncer de garganta, adem¨¢s del miedo que conlleva esta terrible enfermedad se preguntan ?volver¨¦ a poder comunicarme? ?Nunca m¨¢s se escuchar¨¢ mi voz? Mi padre es uno de esos miles de laringectomizados que hay en la ciudad de Le¨®n. Desde el primer d¨ªa que entr¨® en el hospital recibi¨® la visita de dos voluntarios que hab¨ªan pasado por la misma situaci¨®n que ¨¦l, iban con sus pa?uelos y ?hablaban! Estos dos ¡°¨¢ngeles¡± eran miembros de la Asociaci¨®n de Laringectomizados de Le¨®n (ALLE); nos dieron un libro con toda la informaci¨®n sobre lo que iba a suceder y c¨®mo afrontarlo; y lo m¨¢s importante: nos dieron su apoyo, cari?o y comprensi¨®n.

La asociaci¨®n ALLE ya no dispone de fondos suficientes para seguir en pie, pues las Administraciones (Diputaci¨®n de Le¨®n, Junta de Castilla y Le¨®n) no cumplen con los convenios pactados. Ya nadie ayudar¨¢ a estos enfermos a poder hablar.¡ª Virginia Mart¨ªnez Garc¨ªa.