La reacci¨®n correcta

La direcci¨®n del sindicato Comisiones Obreras (CC OO) parece dispuesta a dar un paso en la buena direcci¨®n para garantizar la transparencia y credibilidad de la organizaci¨®n, puestas en cuesti¨®n por el descubrimiento de que la federaci¨®n de banca hab¨ªa pagado cuantiosos sobresueldos a sus delegados. El consejo confederal debatir¨¢ la semana pr¨®xima una norma tan elemental como que los dirigentes del sindicato est¨¦n obligados a hacer p¨²blica una declaraci¨®n de bienes y patrimonio al principio y al final de su mandato. De igual forma, CC OO est¨¢ dispuesta a reconsiderar el sistema de compensaciones de sus liberados y a reclamar a sus representantes en empresas o entidades financieras que entreguen al sindicato los pagos para evitar casos como el de Caja Madrid.

Es evidente que el sindicato quiere responder con rotundidad a la percepci¨®n p¨²blica, alertada por la difusi¨®n de las remuneraciones excesivas de algunos de los delegados de banca, de que existen grupos enquistados con privilegios salariales dentro de sus cuadros. Una declaraci¨®n p¨²blica de bienes es un paso l¨®gico, sencillo y de inestimable valor pol¨ªtico. Tranquilizar¨¢ a los afiliados y, adem¨¢s, convencer¨¢ a los ciudadanos de que algunas instituciones reaccionan con rapidez ante cualquier indicio de corrupci¨®n o irregularidad.

Las declaraciones de bienes y patrimonio no garantizan el manejo escrupuloso del dinero en una organizaci¨®n sindical, patronal o institucional. Nada sustituye el principio de responsabilidad pol¨ªtica personal y de la c¨²pula directiva de la organizaci¨®n. Pero es un gesto de alcance; transmite la intenci¨®n de combatir por los medios conocidos el enriquecimiento irregular. El argumento utilizado inicialmente por CC OO para justificar los sobresueldos (que tributaban religiosamente a Hacienda y que fueron aprobados por la direcci¨®n) no desmiente que las retribuciones complementarias conocidas fueran excesivas e impropias de un sindicato que debe defender a desempleados y trabajadores afectados por los recortes salariales.

Las organizaciones que reciben dinero p¨²blico (como CC OO, UGT o la patronal CEOE) est¨¢n obligadas a dar cuenta exacta de sus ingresos y gastos. No pueden alimentar dudas sobre su financiaci¨®n ni sobre el empleo de dinero, que debe estar en consonancia con la temperatura social del pa¨ªs.