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Transrealidades Nayra, Inca Princess, Mar¨ªa Alejandra y ?ngela son transexuales que han formado una compa?¨ªa teatral con el objetivo de ser un altavoz de su colectivo Todo comenz¨® en un taller de teatro en la Asociaci¨®n Espa?ola de Transexuales - Transexualia. Lo que en principio era una actividad m¨¢s, se acab¨® convirtiendo en un texto que ten¨ªa la solidez suficiente como para ser llevado a los escenarios. Camilo V¨¢squez, el director, fue el encargado de escribir la obra con los episodios que Nayra, ?ngela, Inca Princess y Mar¨ªa Alejandra, las cuatro participantes, le iban narrando sobre sus complejas vidas. As¨ª surgi¨® 'Transrealidades', una pieza de teatro documental 100% real, ya que todo lo que se muestra delante de los espectadores es parte de los sue?os, los dramas y las alegr¨ªas de estas actrices 'amateurs', mujeres que nacieron siendo hombres, que lo interpretan. En la imagen, un momento de los primeros ensayos, cuando todav¨ªa no estaban decididas las int¨¦rpretes finales de la obra. 'Transrealidades' tienen un claro objetivo: ser un altavoz de las personas transexuales, tratando de luchar contra los t¨®picos y estereotipos que sufren, algo definido como transfobia. Son, sin duda, el grupo LGTB (Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) que m¨¢s problemas tiene para la inserci¨®n laboral, y hoy en d¨ªa, para ser tratadas en la Sanidad madrile?a, deben firmar un papel en que se declaran trastornadas, ya que as¨ª los ven muchos psic¨®logos. Incluso, como ellas mismas narran dentro de la obra, son v¨ªctimas de discriminaciones que vienen del mismo colectivo LGTB al que pertenecen. De hecho, hasta en el abierto Barrio de Chueca, de Madrid, guardan experiencias que evidencian una cierta intolerancia hacia ellas. En la fotograf¨ªa, una de las actrices, Inca Princess, maquill¨¢ndose antes de salir a escena la noche del estreno de 'Transrealidades'. Poco m¨¢s de dos meses despu¨¦s de comenzar el taller teatral, la obra ya iba camino de su estreno en una peque?a sala madrile?a, Espacio Labruc. Y lo que iban a ser dos fechas solamente, se fueron convirtiendo en varias semanas en cartel ante el ¨¦xito de esta rompedora propuesta. Posteriormente, 'Transrealidades' tambi¨¦n ha recalado en otro teatro de la capital espa?ola, La Pensi¨®n de las Pulgas, y para 2015 hay previsi¨®n de nuevas fechas en Madrid, en otras ciudades espa?olas e incluso en otros pa¨ªses latinoamericanos, de donde proceden la mayor¨ªa de las int¨¦rpretes. En la imagen, las cuatro protagonistas saludando al p¨²blico al final de una de las representaciones en La Pensi¨®n de las Pulgas. Uno de los momentos m¨¢s especiales en la historia de 'Transrealidades' fue el d¨ªa que visitaron la Cadena Ser, invitadas al programa de mayor audiencia de la radio espa?ola, Hoy por Hoy, dentro del espacio que dirige Macarena Berl¨ªn. Supuso para la compa?¨ªa la posibilidad de extender el mensaje que quer¨ªan transmitir a un p¨²blico m¨¢s mayoritario, ampliando la capacidad de lo que es un modesto montaje teatral. La buena acogida que tuvieron, y el desparpajo y la sensibilidad con la que se expresaron las actrices de la obra, provoc¨® que, lo que iba a ser una peque?a intervenci¨®n, se alargara durante media hora. En la fotograf¨ªa, las cuatro actrices r¨ªen en un momento de la entrevista en la Cadena Ser). Conocer sus vidas, es conocer 'Transrealidades'. La historia de Nayra ha sido una b¨²squeda constante de ese ideal femenino que la naturaleza le neg¨® cuando naci¨®. Ha sido una evoluci¨®n que comenz¨® hace m¨¢s de 25 a?os, de la mano de su madre, comprando los caros tratamientos de hormonas de la ¨¦poca que le ayudaran a refrendar una imagen de mujer que ya empez¨® a cultivar reci¨¦n cumplidos los 15. Ese camino la llev¨® siempre hacia el lugar que fuera necesario, con la valent¨ªa casi inconsciente que provoca un conflicto interior tan potente. Tailandia, Francia o Alemania, no importaba la distancia cuando el objetivo era dar ese paso que feminizara alguna parte de su cuerpo en un quir¨®fano. En la actualidad, lucha por paliar los efectos sobre su voz de una operaci¨®n fallida en sus cuerdas vocales. El intento de suavizar su tono ha estado a punto de dejarle muda para siempre En la fotograf¨ªa, Nayra sentada en la cama de su habitaci¨®n. Despu¨¦s de estas ¨²ltimas operaciones, y durante largo tiempo, Nayra se ha tenido que comunicar con los dem¨¢s a trav¨¦s de pizarras y gestos. Junto al trabajo de un logopeda, y con perseverancia, ha logrado recuperar parte de su voz, pero se lamenta de su exceso de valent¨ªa ante una intervenci¨®n que conllevaba un 40% de riesgo. En la obra relata lo que le ha acontecido, y alerta de los peligros que puede provocar en la poblaci¨®n transexual ese anhelo por llevar hasta sus ¨²ltimas consecuencias la plena exteriorizaci¨®n de su g¨¦nero. En la imagen, Nayra escribe en una de las pizarras que le han acompa?ado durante su convalecencia debido a la operaci¨®n en las cuerdas vocales. ?ngela naci¨® en Colombia hace 33 a?os. Siempre es dif¨ªcil la relaci¨®n que establece con su familia una persona transexual. En muchas de las ocasiones, la respuesta suele ser la frialdad y la negaci¨®n, hasta el punto de provocar una ruptura dolorosa e inevitable para el desarrollo pleno de una persona con esta problem¨¢tica. Pero, en el caso de ?ngela, que reside en Madrid desde hace siete a?os, el apoyo familiar ha sido pleno, y su madre se ha convertido en una aliada y confidente, con una relaci¨®n que se ha estrechado desde que inici¨® su camino para ser una mujer completa. En la fotograf¨ªa, ?ngela mira a c¨¢mara en el piso que comparte con su pareja, en Alcorc¨®n. El f¨ªsico de ?ngela y sus rasgos ya de por s¨ª femeninos le han permitido en poco tiempo alcanzar un desarrollo que en otros casos lleva a?os. El mayor desequilibrio al que ha tenido que hacer frente ha sido la relaci¨®n con su pareja, un hombre que le conoci¨® siendo hombre, con una identidad sexual definida, y para quien el cambio ha supuesto un desaf¨ªo personal que todav¨ªa est¨¢ asimilando. En la imagen, ?ngela delante de uno de los cuadros que decora el sal¨®n de su casa. Inca Princess es una aspirante a actriz reacia a confesar su edad. Su peregrinaci¨®n desde su tierra natal peruana le llev¨® a Argentina, donde march¨® atra¨ªda por ser uno de los pa¨ªses m¨¢s avanzados de la zona en relaci¨®n a la poblaci¨®n LGTB para posteriormente dar el salto a Europa, concretamente a Italia, en un peque?o pueblo cercano a Treviso. Ni en Argentina, ni en Italia los recuerdos que le llegan a su memoria son agradables. En Italia lleg¨® a pasar una noche en el calabozo, con una orden de expulsi¨®n del pa¨ªs de por medio, y todav¨ªa guarda en su cabeza la humillaci¨®n que sinti¨® cuando estuvo encarcelada y que tambi¨¦n hicieron sentir los polic¨ªas a otras compa?eras en su misma situaci¨®n. Posteriormente lleg¨® a Espa?a, donde lleva residiendo ya ocho a?os. En la fotograf¨ªa, Inca Princess posa en la entrada de su piso, situado en el madrile?o barrio de Chamber¨ª. Inca acaba de conseguir uno de sus grandes sue?os: por fin tiene el DNI espa?ol, con su nombre de mujer. Es uno de esos s¨ªmbolos que todos los transexuales sue?an con poder alcanzar un d¨ªa. Les facilita su relaci¨®n con la sociedad, ya que, hasta ese momento, cualquier tr¨¢mite que realizan siempre les sit¨²a delante de un espejo donde confrontan la identidad que sienten, con la identidad sexual con la que nacieron. En la imagen, Inca Princess el d¨ªa que esperaba en la comisar¨ªa para recibir su DNI. Mar¨ªa Alejandra es una arquitecta colombiana de cuya valent¨ªa nadie puede dudar. Es una activista comprometida que siempre est¨¢ en primera l¨ªnea cuando hay que defender al colectivo LGTB. Curiosamente, est¨¢ casada con una mujer que conoci¨® en Facebook, lo que supuso romper ciertos prejuicios dentro del mismo colectivo al tratarse de una mujer transexual lesbiana. Mar¨ªa Alejandra todav¨ªa recuerda con amargura el trato que recibi¨® de su m¨¦dico de familia cuando le fue a exponer su caso. Su familia no ha aceptado su actual situaci¨®n y su nombre masculino permanece por el temor que le produce una definitiva separaci¨®n con su padre. Esta situaci¨®n le provoca un tremendo conflicto, igual que problemas a la hora de encontrar trabajo por la no coincidencia entre la apariencia femenina que muestra y el nombre masculino. En la fotograf¨ªa, Mar¨ªa Alejandra mira a c¨¢mara sentada en la habitaci¨®n de su casa. Mar¨ªa Alejandra guarda en su casa del barrio de Orcasitas de Madrid una buena colecci¨®n de pelucas que, junto a los pa?uelos que atesora, son fieles compa?eros a la hora de vestir y mostrarse ante la gente. Cuando comenz¨® a hormonarse ya hab¨ªa perdido bastante pelo, y eso es algo que le acompleja y dificulta su apariencia como mujer. Son problemas que muchas mujeres transexuales sufren y que intentan disimular ante un hecho que afecta m¨¢s a los que han nacido hombres. En la imagen, Mar¨ªa Alejandra sujetando alguna de las varias pelucas que utiliza.