Manuel Valls: ¡°A los 16 a?os comprend¨ª que no era franc¨¦s¡±

La diversidad del Gobierno franc¨¦s de Fran?ois Hollande sigue atrayendo la atenci¨®n. La revista semanal del peri¨®dico Le Parisien dedica este viernes su portada al primer ministro Manuel Valls, que posa con una foto de su infancia junto a su madre. ¡°El Gobierno franc¨¦s¡±, dice el propio Valls, ¡°es un ejemplo de diversidad. No hay muchos pa¨ªses que tengan un primer ministro nacido en Barcelona, una ministra de Educaci¨®n, en Marruecos, una ministra de Justicia s¨ªmbolo de los territorios de ultramar y una ministra de Cultura de origen coreano¡±. El informe especial que ha realizado la revista es un repaso al ¨¦xito social de ciertos inmigrantes. ¡°Nuestros pol¨ªticos, hijos de extranjeros¡±, reza el titular con una retah¨ªla de nombres c¨¦lebres. Valls, que se dice orgulloso de ser franc¨¦s, explica que se nacionaliz¨® tras ser interrogado en comisar¨ªa.

Nacido en Barcelona durante el verano de 1962 de un padre espa?ol y una madre suiza del cant¨®n italiano de Tesino, Manuel Valls siempre ha vivido en Par¨ªs y su educaci¨®n y cultura son completamente francesas. ¡°Siempre me sent¨ª a la vez espa?ol y franc¨¦s¡±, ha declarado Valls a Le Parisien. ¡°Cuando ten¨ªa 16 a?os tuve que ir a recoger mi tarjeta de residencia para dos a?os. Fue entonces cuando comprend¨ª que no era franc¨¦s¡±. Tuvo que responder a la polic¨ªa sobre sus or¨ªgenes y su vida privada, un encuentro muy parecido a ¡°un interrogatorio¡±, seg¨²n sus propias palabras. ¡°En ese momento fue cuando, sin duda, se me hizo imprescindible abordar la cuesti¨®n de la nacionalidad francesa¡±.

Valls se nacionaliz¨® franc¨¦s a los 20 a?os y se convirti¨® en miembro del Partido Socialista. A los 39 fue alcalde de ?vry, al a?o siguiente, diputado, y en 2012, ministro del Interior hasta convertirse hace ahora casi un a?o en primer ministro. Con las elecciones departamentales a la vuelta de la esquina (la primera ronda se celebra el domingo 22 de marzo), pol¨ªticos como Valls encuentran el eco adecuado a su orgullo de ser franceses como ant¨ªdoto a la crisis de identidad y el discurso antiinmigraci¨®n del Frente Nacional.

La composici¨®n del Gobierno franc¨¦s actual es lo contrario de lo que se espera de una sociedad que desconf¨ªa del extranjero. La ministra de Educaci¨®n, Najat Vallaud-Belkacem naci¨® en Marruecos. La de Justicia, Christiane Taubira, que sufre permanentes agresiones verbales por el color negro de su piel, es de Guayana y la ministra de Cultura y Comunicaci¨®n, Fleur Pellerin, naci¨® en Corea del Sur. Pero la revista del rotativo recuerda en su informe que tambi¨¦n son hijos de extranjeros otros muchos pol¨ªticos de renombre, como Claude Bartolone, presidente de la Asamblea Nacional; ?ric Besson, exministro de Industria; Nathalie Kosciusko-Morizet, vicepresidenta de la derechista UMP; Pierre Moscovici, comisario europeo; Florian Philippot, vicepresidente del Frente Nacional; Nicolas Sarkozy, expresidente de la Rep¨²blica; Marisol Touraine, ministra de Sanidad o Anne Hidalgo, alcaldesa de Par¨ªs.

La espa?olidad de algunos l¨ªderes destacados, bien representados en Valls e Hidalgo, se reforz¨® a principios de febrero con la elecci¨®n de Philippe Mart¨ªnez como secretario general de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), el sindicato m¨¢s potente del pa¨ªs.

Manuel Valls cuenta a la publicaci¨®n francesa que ser espa?ol, portugu¨¦s o italiano en los a?os 1960-1970 no estaba tan de moda. Ahora, y a pesar de que muchos de ellos, como el propio Valls, se explican mucho mejor como franceses y en franc¨¦s que en cualquier otra cultura, lo cierto es que presumen sin prejuicios de sus or¨ªgenes. ¡°En la cartilla escolar", cuenta Valls, "escrib¨ª que la profesi¨®n de mi padre era ¡®maestro pintor¡¯ y entonces la profesora me dijo que no hab¨ªa que avergonzarse de ser hijo de un pintor de edificios¡±. Ahora toda Francia sabe que el padre de Manuel Valls es Xavier Valls, un reputado pintor catal¨¢n. Pero, al margen de las an¨¦cdotas personales, Valls aprovecha sus circunstancias y el reportaje para tejer un contundente discurso con el que sortear la crisis francesa y apostar por la inmigraci¨®n. ¡°No se es franc¨¦s por el lugar de nacimiento, el color de la piel o los or¨ªgenes, sino porque uno est¨¢ adherido a un proyecto, a unos valores, a una comunidad nacional¡±, explica.

Es un oportuno discurso para una sociedad que tiene una percepci¨®n extremadamente negativa de la inmigraci¨®n. Dos de cada tres franceses tienen una mala opini¨®n del fen¨®meno migratorio y tambi¨¦n dos cada tres consideran que hay demasiados inmigrantes en Francia. De hecho, el discurso contra el extranjero del Frente Nacional es una de las razones que m¨¢s atrae a los simpatizantes del partido, seg¨²n el sondeo realizado en enero pasado por Cevipof, el centro de investigaci¨®n pol¨ªtica de Sciences Po.