Edificios vac¨ªos (Parte 1)
La participaci¨®n ciudadana revivir¨¢ una antigua f¨¢brica de harina
(*) Por Jon Aguirre Such
Hace unos d¨ªas daba comienzo en Zaragoza un ciclo formativo de lo m¨¢s peculiar. Gratuito -perfecto para los tiempos que corren- y sin complicados procesos de selecci¨®n de futuros estudiantes, la titulaci¨®n tiene por encargo ense?ar a los zaragozanos las claves para promover y gestionar proyectos culturales.
Conocido como No-m¨¢ster sobre gesti¨®n y proyectos culturales, aprender a poner en marcha una iniciativa cultural, encontrar la financiaci¨®n adecuada o saber darle difusi¨®n a un proyecto de este tipo forman parte de los conocimientos que el alumno adquiere. En este ?m¨¢ster?, no hay ex¨¢menes ni profesores que den la vara con temas aburridos. M¨¢s bien se exige ser participativos y poco remilgados, dispuestos a 'mancharse las manos' si hace falta.
A diferencia de otros, este curso no se realiza en la Universidad de Zaragoza, sino en el centro para emprendedores Zaragoza Activa-Azucarera y con vistas a formar a la gente que ha aportado ideas para dotar de uso a la Harinera del barrio San Jos¨¦, una antigua f¨¢brica de harinas que lleva cerrada desde 2001 y por la que la vecindad ven¨ªa reivindicando su apertura y puesta en marcha como espacio p¨²blico y cultural.
Entre septiembre y diciembre, Paisaje Transversal, gracias a un contrato p¨²blico con Zaragoza Cultural -la secci¨®n del Ayuntamiento encargada de promover y gestionar las actividades culturales de la ciudad-, hemos desarrollado#HarineraZGZ, un proceso de participaci¨®n mediante el cual agentes sociales y culturales de la ciudad junto al tejido vecinal del barrio han definido conjuntamente los usos as¨ª como el modelo de gesti¨®n ?l¨ªquida? -al principio el edificio contar¨¢ con un modelo p¨²blico y, poco a poco, ¨¦ste ir¨¢ mutando hacia uno m¨¢s abierto y participativo hasta alcanzar la gesti¨®n comunitaria del espacio- que esta antigua f¨¢brica tendr¨¢ una vez que haya abierto sus puertas este mismo a?o.
Este nuevo equipamiento de la capital aragonesa servir¨¢ como espacio para que cualquier persona con un proyecto cultural en mente pueda ponerlo en marcha. Y aunque todav¨ªa queda tiempo para que se inaugure el espacio creativo Harinera en San Jos¨¦ (lo har¨¢ previsiblemente en septiembre), poco sirve contar con un espacio si no hay personas que sepan c¨®mo dotarlo de contenido, c¨®mo gestionarlo o c¨®mo financiar las actividades -de ah¨ª la importancia de este no-m¨¢ster cultural-.
Revivir un espacio vac¨ªo
Que la antigua f¨¢brica de harinas de Zaragoza vuelva a tener un uso es un ejemplo m¨¢s de los m¨²ltiples proyectos que profesionales provenientes de la arquitectura y el urbanismo, asociaciones vecinales o colectivos socioculturales vienen impulsando con el objeto de reutilizar todo aquel edificio vac¨ªo que se halle en nuestras ciudades.
Porque, aunque parezca lo contrario, un edificio p¨²blico vac¨ªo puede volver a la vida. As¨ª ocurri¨® con un equipamiento p¨²blico situado en N¨¢quera, un municipio de las afueras de Valencia. Construido en 2010, de 3.000 metros cuadrados y cuatro plantas, tan s¨®lo se empleaba parte de la segunda como biblioteca p¨²blica. Gracias a la iniciativa del concejal de urbanismo de la localidad y un innovador proceso participaci¨®n ciudadana dinamizado por Paisaje Transversal, dicho edificio acoge, desde 2012, unas 24 actividades culturales permanentes y se ha convertido en uno de los espacios m¨¢s emblem¨¢ticos de N¨¢quera.
?xitos que tambi¨¦n encontramos en otros pa¨ªses, como Holanda o Australia, donde los ayuntamientos de Rotterdam y Melbourne hace tiempo pusieron en marcha proyectos para la reutilizaci¨®n de sus vac¨ªos edificios, contando con la participaci¨®n de empresas locales y asociaciones de vecinales.
Sobre todo, de estos ¨²ltimos. Y es que para revivir un espacio vac¨ªo resulta fundamental contar con la opini¨®n de la ciudadan¨ªa y, sobre todo, con las nuevas ideas que puedan ofrecer en torno al nuevo uso de un edificio abandonado. Porque ?acaso tendr¨ªa sentido dotar de nuevas funciones un espacio p¨²blico si los ciudadanos no le encuentran utilidad?
Con el No-m¨¢ster, la Harinera de San Jos¨¦ no desea hacerle la competencia a la Universidad de Zaragoza, pero s¨ª ofrecerle a todas las personas involucradas en #HarineraZGZ los conocimientos necesarios para que sepan canalizar toda la creatividad desatada durante el proceso de participaci¨®n ciudadana previo en proyectos culturales tangibles y sostenibles. Porque el espacio creativo va a necesitar de muchos de ellos una vez abra sus puertas este a?o.
Los cursos se impartir¨¢n durante los meses de marzo, abril y mayo y a ellos pueden asistir cualquier zaragozano. Nunca un No-m¨¢ster hab¨ªa resultado tan necesario y transformador.
* Jon Aguirre Such es miembro de Paisaje Transversal.
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