Doctor, ?puede ense?arme a ganar?
Agassi, LeBron James o Luis Su¨¢rez se benefician de psicolog¨ªa deportiva, una disciplina con enormes aplicaciones a la vida cotidiana
Ron Artest es un jugador de la NBA que acapar¨® todos los titulares hace una d¨¦cada por protagonizar una sonada pelea contra los fans de los Pistons de Detroit mientras militaba en los Pacers de Indiana. Poco despu¨¦s, fichar¨ªa por los Lakers, con los que gan¨® el campeonato en 2010. Tras aquella victoria, no solo dio las gracias p¨²blicamente a su psic¨®logo por ayudarle ¡°a relajarse¡±, sino que adem¨¢s se cambi¨® el nombre por el de Metta World Peace (en referencia a la paz mundial y tal) para demostrar que hab¨ªa cambiado. Muchos le tildaron de loco, pero la Asociaci¨®n Americana de Psicolog¨ªa vio en este caso una oportunidad de oro para demostrar a la opini¨®n p¨²blica c¨®mo un buen especialista puede ayudar a un atleta de primer nivel.
¡°En EE UU cada vez se habla m¨¢s de la psicolog¨ªa deportiva en los medios de comunicaci¨®n, y cada d¨ªa est¨¢ m¨¢s implantada en el ¨¢mbito universitario Pero a¨²n nos queda explicar al p¨²blico qu¨¦ hacemos y qu¨¦ podemos ofrecer¡± reconoce Gualberto Cremades, profesor de la Barry University de Florida y miembro de la Asociaci¨®n de Psicolog¨ªa Deportiva Aplicada (AASP).
Esta disciplina busca terapias a problemas como la ansiedad precompetitiva, la falta de concentraci¨®n y motivaci¨®n mientras desarrollamos la actividad, y la nula satisfacci¨®n posterior a la misma
?El problema para hacerlo? Que todav¨ªa se asocia al psic¨®logo con problemas, y eso les perjudica. Est¨¢ de acuerdo con esto la espa?ola Eva Molleja, que lleva 15 a?os trabajando con deportistas de primer nivel como Tito Rabat, campe¨®n del mundo de Moto 2. A este joven piloto le ha ense?ado a ¡°crear h¨¢bitos y rutinas para adquirir un mayor control sobre lo que hace, y as¨ª tener m¨¢s seguridad en s¨ª mismo¡±. De todos modos, en Espa?a todav¨ªa son pocas las estrellas que reconocen visitar a un psic¨®logo deportivo. ¡°Al otro lado del Atl¨¢ntico gente como LeBron James, Andre Aggasi o Tiger Woods han hablado de ello sin problemas¡±, destaca Cremades. Los que m¨¢s acuden al especialista, golfistas como Phil Mickelson o Darren Clarke. Aunque ¨ªdolos de otras disciplinas tambi¨¦n han pedido consejo en alg¨²n momento cr¨ªtico de su carrera, como los futbolistas Luis Su¨¢rez y Mario Balotelli, o el boxeador Frank Bruno, el primero en su disciplina en admitir en p¨²blico que padec¨ªa depresi¨®n.
En EE UU la psicolog¨ªa deportiva est¨¢ cada vez se habla m¨¢s implantada en el ¨¢mbito universitario Pero a¨²n nos queda explicar al p¨²blico qu¨¦ hacemos y qu¨¦ podemos ofrecer Gualberto Cremades, profesor de la Barry University de Florida y miembro de la Asociaci¨®n de Psicolog¨ªa Deportiva Aplicada
El deporte aficionado tambi¨¦n puede beneficiarse de esta ayuda extra, porque, como asegura Cremades, ¡°las estrategias y t¨¦cnicas son muy parecidas seas o no profesional¡±. Hemos pedido a estos especialistas que nos hagan una terapia acelerada y, ya de paso, nos expliquen los problemas m¨¢s frecuentes a los que nos enfrentamos. Entre los m¨¢s habituales, Gualberto Cremades identifica la ansiedad precompetitiva, la falta de concentraci¨®n y motivaci¨®n mientras desarrollamos la actividad, y la nula satisfacci¨®n posterior a la misma. Y es que cuando se hace deporte, sobre todo cuando se compite, el aficionado est¨¢ m¨¢s pendiente del resultado que de la tarea.
¡°El trabajo fundamental es ense?arles a dirigir la tensi¨®n y la atenci¨®n hacia c¨®mo lo hacen¡±, explica Eva Molleja, quien destaca dos t¨¦cnicas que dan buenos resultados: el establecimiento de objetivos asequibles y el conocimiento del nivel de actuaci¨®n ¨®ptimo. Con la primera, lo que se busca es ¡°plantear una escalera hacia el objetivo final al que se quiere llegar compuesta por muchos objetivos menores para, as¨ª, mantener la motivaci¨®n¡±. La segunda fomenta el autoconocimiento para identificar los s¨ªntomas del estr¨¦s y la ansiedad y poder controlarlos. Cremades tambi¨¦n aconseja ¡°hablar con uno mismo, porque genera autoconfianza, as¨ª nos animamos a ir m¨¢s all¨¢ y bloqueamos los pensamientos negativos¡±.
Pese a lo que pueda parecer, la psicolog¨ªa deportiva no es una disciplina totalmente innovadora. Existe y se aplica desde hace varias d¨¦cadas, aunque algunos profesionales, se queja Cremades, se cambien el t¨ªtulo de psic¨®logo por el de mental coach o skill coach para evitar ¡°el estigma que a¨²n tiene el t¨¦rmino¡±.
El trabajo fundamental es ense?arles a dirigir la tensi¨®n y la atenci¨®n hacia c¨®mo lo hacen Eva Molleja, 15 a?os trabajando con deportistas de primer nivel como Tito Rabat, campe¨®n del mundo de Moto 2
Ya en los a?os veinte hubo en Estados Unidos un pionero, Coleman Griffith, que investig¨® sobre ello en Illinois, aunque no fue hasta 1986 cuando la Asociaci¨®n de Psic¨®logos de Estados Unidos admiti¨® su pr¨¢ctica. Tambi¨¦n fue ampliamente utilizada en los a?os sesenta y setenta, en las entonces Uni¨®n Sovi¨¦tica y Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, que en plena Guerra Fr¨ªa convirtieron la terapia en una herramienta de propaganda para fabricar los mejores atletas y, as¨ª, derrotar a Estados Unidos en los Juegos Ol¨ªmpicos. Todo para demostrar la superioridad de su sistema. Lo hicieron en los de Munich de 1972, en los de Montreal de 1976 y en los de Mosc¨² 1980. Su secreto era que en aquellos equipos ol¨ªmpicos los psic¨®logos preparaban a los atletas con disciplina marcial. O como dice Molleja, ¡°a la fuerza¡±. Hoy, son los deportistas los que se someten voluntariamente a estos expertos, aunque todav¨ªa les cueste reconocerlo. Salvo a Artest, claro, a quien la terapia transform¨® de pendenciero en pacifista. O algo as¨ª.
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