Las fronteras invisibles de Kosovo
La crisis y la corrupci¨®n complican la estabilidad de una zona conflictiva
Kosovo reclam¨® hace unas semanas la atenci¨®n de los medios europeos: miles de personas estaban abandonando el territorio y cruzando ilegalmente la frontera entre Serbia y Hungr¨ªa hacia Europa. Por las cifras (entre 50.000 y 100.000 inmigrantes para una poblaci¨®n de 1,8 millones) se puede hablar de un aut¨¦ntico ¨¦xodo que hace preguntarse qu¨¦ es lo que est¨¢ ocurriendo en este territorio a las puertas de Europa. La falta de oportunidades, la inestabilidad pol¨ªtica y las tensiones ¨¦tnicas persistentes desdibujan las alegr¨ªas que la independencia prometi¨® a este reci¨¦n nacido europeo.
Kosovo cuenta con el honor estad¨ªstico de tener la sociedad m¨¢s joven de Europa (el 53% de la poblaci¨®n es menor de 25 a?os). Aunque este dato, que ya quisieran para s¨ª muchos pa¨ªses de Europa occidental, es percibido m¨¢s como una fuente de preocupaci¨®n que de optimismo: con un PIB per capita de 2.935 euros, la tasa de desempleo para el grupo de edad 15-24 a?os es del 55,3%. Siendo el ¨²nico pa¨ªs o territorio de los Balcanes que no ha obtenido el r¨¦gimen visa-free para el espacio Schengen, todos estos j¨®venes se encuentran casi literalmente encerrados en un territorio de 10.908 kil¨®metros cuadrados. Los ¨²nicos pa¨ªses de la zona a los que se puede viajar con un pasaporte kosovar son Albania, Macedonia, Montenegro y Turqu¨ªa. Este ¨²ltimo dato es se?alado con preocupaci¨®n por el peligro que existe de que pueda servir para drenar a aquellos que van a combatir en Siria e Irak.
Si la mala situaci¨®n econ¨®mica y la falta de oportunidades explican una parte del problema, la corrupci¨®n y la inestabilidad pol¨ªtica completan el panorama. El a?o pasado, tras las elecciones de junio y por un periodo de seis meses, las instituciones kosovares quedaron bloqueadas al formarse una coalici¨®n para impedir que el PDK de Hashim Thaci, el partido con mayor n¨²mero de votos, llegase al Gobierno. Este partido, a la cabeza de Kosovo desde la declaraci¨®n de independencia en 2008, es el resultado de la evoluci¨®n pol¨ªtica del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK), grupo armado que lider¨® la lucha contra Serbia durante los a?os noventa hasta la intervenci¨®n de la OTAN en 1999. El PDK est¨¢ asociado a numerosos casos de corrupci¨®n y sobre algunos de sus l¨ªderes se cierne la sombra de los cr¨ªmenes de guerra que pronto juzgar¨¢ un Tribunal Especial en la Haya.
Tras seis meses de bloqueo institucional un acuerdo, in extremis, fue alcanzado entre este grupo pol¨ªtico y el principal grupo de la oposici¨®n, el LDK liderado por Isa Mustaf¨¢ ¡ªhasta entonces miembro de la coalici¨®n anti PDK¡ª, gracias a la intervenci¨®n de la Embajada de Estados Unidos en Pristina.
Es un peligro convertir a los serbokosovares en la cabeza de turco
Sin embargo, los kosovares perciben este acuerdo como una aberraci¨®n pol¨ªtica ya que el LDK y su fundador, Ibrahim Rugova, son los s¨ªmbolos de la lucha pac¨ªfica contra la opresi¨®n serbia. Este acuerdo es considerado como una traici¨®n del LDK a sus principios y una muestra de los tejemanejes de la comunidad internacional en Kosovo. Lo cierto es que los supuestos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en los que est¨¢n envueltos diversos actores internacionales as¨ª como las injerencias de las Embajadas occidentales en la vida pol¨ªtica de Kosovo hacen que estos sean percibidos de manera ambigua, a la vez como libertadores y como parte de un sistema con una grave deficiencia en materia democr¨¢tica. Seg¨²n algunas interpretaciones, este desalentador panorama pol¨ªtico habr¨ªa impulsado a muchos a emigrar.
Frente a ello, el movimiento Vetevendosje (autodeterminaci¨®n), tercera fuerza pol¨ªtica, se presenta como ¨²nica alternativa a un sistema corrupto y sirve de acicate para la movilizaci¨®n ciudadana. De hecho, Vetevendosje se encuentra detr¨¢s de las manifestaciones que han tenido lugar durante los ¨²ltimos tiempos ¡ªen las m¨¢s recientes, organizadas en enero de este a?o, unas 160 personas fueron detenidas y 72 polic¨ªas heridos¡ª y con las cuales consiguieron que el Gobierno expulsara al ministro serbio-kosovar para las Comunidades y los Repatriados Aleksandar Joblanovic. Seg¨²n Visar Ymeri, actual presidente de Vetevendosje, tanto el PDK como el LDK ¡°llevan a cabo una pol¨ªtica neoliberal seg¨²n la cual el Estado se va retirando progresivamente de los servicios, en l¨ªnea con las medidas de austeridad europeas¡±.
Vetevendosje, por su parte, se reconocer¨ªa en partidos como Syriza o Podemos al criticar la corrupci¨®n y el desmantelamiento del Estado de bienestar. Su especificidad, sin embargo, es su discurso nacionalista, seg¨²n el cual Kosovo deber¨ªa celebrar un refer¨¦ndum para unirse a Albania, su oposici¨®n al di¨¢logo entre Serbia y Kosovo y una dudosa ambig¨¹edad con respecto al islam radical. Aspectos por los cuales se ha convertido en la ¡°bestia negra¡± de la comunidad internacional y por lo que es apreciado y denostado entre los ciudadanos. El problema, seg¨²n fuentes internacionales, es que si la coalici¨®n de Gobierno fracasa, esto d¨¦ alas a este movimiento con consecuencias impredecibles.
La Constituci¨®n es muy avanzada en el reconocimiento de los derechos de las minor¨ªas
Una de las principales preocupaciones de un posible empeoramiento de la situaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica es su repercusi¨®n sobre las relaciones entre los principales grupos ¨¦tnicos: serbios y albaneses. Aunque la situaci¨®n entre Serbia y Kosovo ha mejorado notablemente desde el inicio en 2013 de un proceso para la normalizaci¨®n de las relaciones, la situaci¨®n de la comunidad serbokosovar sigue siendo bastante precaria, sobre todo al norte de Kosovo. La Constituci¨®n kosovar es muy avanzada en materia de reconocimiento de los derechos de las minor¨ªas, sin embargo, la frecuente violaci¨®n de dichos derechos, como el ling¨¹¨ªstico, es un problema mayor. Esto genera un clima de desconfianza mutua en el que la integraci¨®n de ambas comunidades en el terreno dista de ser un objetivo alcanzable a medio plazo. En este contexto y particularmente ahora que el di¨¢logo entre Belgrado y Pristina est¨¢ atravesando una fase dif¨ªcil, hacer de la comunidad serbokosovar la cabeza de turco de los problemas que atraviesa Kosovo es un gran peligro. De hecho, el Centro Europeo para la cuesti¨®n de las Minor¨ªas (ECMI) manifest¨® p¨²blicamente su preocupaci¨®n por unas declaraciones del ministro para la Di¨¢spora, Valon Murati, durante una conferencia en una universidad privada el pasado 26 de febrero, en las cuales Murati relacionaba la reciente ola de inmigraci¨®n con los ¡°privilegios¡± de las minor¨ªas.
Si hasta 2014 parec¨ªa que se pod¨ªa contemplar una evoluci¨®n en el reconocimiento de Kosovo, particularmente por parte de los cinco Estados miembros de la UE que todav¨ªa no lo han hecho, la anexi¨®n de Crimea y la situaci¨®n de guerra civil que vive Ucrania han dado al traste con esta perspectiva. Teniendo esto en cuenta, es importante que la comunidad internacional en general y la UE en particular desarrollen nuevas estrategias para ayudar a Kosovo a hacer frente a los problemas que le acechan. Enviar polic¨ªas a las fronteras no resuelve nada.
Raquel Montes Torralba es analista en Relaciones Internacionales; ha trabajado para la Fundaci¨®n Alternativas y colabora con otras instituciones de investigaci¨®n internacional. Actualmente trabaja en Belgrado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.