Beb¨¦s lectores

Nunca es tarde o, en este caso, nunca es demasiado pronto. La Casa del Lector y el Ayuntamiento de Madrid han puesto en marcha un proyecto que consiste en fomentar la lectura entre beb¨¦s. S¨ª, s¨ª, en beb¨¦s; en concreto, en ni?os de entre ocho meses y cinco a?os. No saben todav¨ªa leer pero se familiarizan con ese conjunto de hojas encuadernadas. Los futuros lectores, y seguramente escritores, lo mordisquean, huelen, tocan e incluso arrancan folios, al tiempo que sus padres se esmeran en contarles el cuento y poner sonido a tantos fonemas e im¨¢genes.

Por fin surgen iniciativas concretas que reaccionan ante los nefastos datos sobre la comprensi¨®n lectora de nuestra sociedad (basta comprobar las ¨²ltimas estad¨ªsticas de la OCDE o de PISA y no olvidar que el 45% de los espa?oles, seg¨²n el CIS, no lee con frecuencia). Asimismo hay padres que son conscientes de su funci¨®n de ¡°espejos¡± ante sus hijos. Escuchan m¨²sica, leen novelas delante de sus chicos, inventan alguna excusa para llevarles a las bibliotecas, consultan las agendas de ocio en busca de una sesi¨®n de cuentacuentos e incluso adquieren entradas para alg¨²n musical, ballet u ¨®pera infantil. La lectura es el entrenamiento de la mente, del esp¨ªritu y el mejor ant¨ªdoto contra la manipulaci¨®n. Quiz¨¢s por ello Arturo P¨¦rez-Reverte insiste tanto en sus sat¨ªricos art¨ªculos como en sus ¨²ltimas entrevistas: ¡°Sin cultura no existe una sociedad libre y democr¨¢tica¡±.

Algunos nos ilusionamos con estos proyectos pilotos que no acaparan las portadas de los peri¨®dicos. Pero ojal¨¢ que dentro de unos a?os esos ¡°beb¨¦s lectores¡± acaparen las portadas digitales y los puestos de decisi¨®n. Entonces, seguramente nos ir¨¢ mejor.¡ª Isabel Armend¨¢riz.?