Enmienda parcial
El plan para restituir derechos a los sin papeles no recupera el car¨¢cter universal de la sanidad
Los inmigrantes sin papeles vuelven a tener derecho a la atenci¨®n primaria en los centros de salud del sistema p¨²blico. El Gobierno rectifica as¨ª ¡ªy hace bien¡ª una medida adoptada en 2012 que supuso la retirada de 800.000 tarjetas sanitarias, no solo de poblaci¨®n en situaci¨®n irregular sino tambi¨¦n de ciudadanos comunitarios y extranjeros residentes en Espa?a que se beneficiaban de un modelo sanitario universal y gratuito.
Editoriales anteriores
De la reforma estaban excluidos los ni?os, las mujeres embarazadas y la asistencia en urgencias, y para su justificaci¨®n se esgrimieron razones econ¨®micas (la entonces ministra de Sanidad Ana Mat¨® calcul¨® que se ahorrar¨ªan 1.000 millones de euros). Ahora, sin embargo, el cambio de rumbo se cimenta en valoraciones de salud p¨²blica y para evitar que se colapsen los servicios de urgencias, argumentos que ya en su momento hab¨ªan expuesto los colectivos m¨¦dicos para oponerse a la medida.
Sin aclarar el impacto econ¨®mico que en casi tres a?os ha supuesto aquella reforma, el Gobierno reconoce que fue un error y da marcha atr¨¢s, aunque lo hace solo parcialmente. Los inmigrantes irregulares no tendr¨¢n tarjeta sanitaria, lo que en la pr¨¢ctica significa que se les priva de atenci¨®n especializada y pruebas diagn¨®sticas. Tampoco se ha especificado si tendr¨¢n recetas subvencionadas, cu¨¢ndo entrar¨¢ en vigor la normativa y el tiempo de empadronamiento m¨ªnimo que se les exigir¨¢ a los beneficiarios.
Resulta dif¨ªcil calibrar las repercusiones de un decreto que no han cumplido la mitad de las comunidades aut¨®nomas, entre ellas las gestionadas por Gobiernos socialistas y nacionalistas (Asturias, Andaluc¨ªa, Catalu?a, Pa¨ªs Vasco), pero tambi¨¦n del propio PP (Galicia, Castilla y Le¨®n). Comunidades que adem¨¢s se han rebelado contra el copago farmac¨¦utico hospitalario, aprobado en 2013 y criticado por el ministro Alfonso Alonso en su primera comparecencia parlamentaria.
Ante estos vaivenes sanitarios, el Gobierno debe explicar los motivos de unas rectificaciones de las que es leg¨ªtimo sospechar un inter¨¦s electoralista, como se ha apresurado a denunciar la oposici¨®n en bloque. De lo contrario, no se entiende que el PP se descolgara ¡ªjunto a Ciudadanos¡ª del gran pacto que hace apenas unas semanas firmaron todos los partidos para restituir el car¨¢cter universal de la sanidad.
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