15 fotosEl ¨¦xodo de los anuakEl Gobierno et¨ªope busc¨® nuevos emplazamientos para esta etnia, pero ellos quer¨ªan permanecer en sus tierras y fueron expulsados por la fuerza 16 abr 2015 - 07:07CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceUna mujer trabaja en el campo de refugiados de Gorom, en Sud¨¢n del Sur, el pa¨ªs vecino donde un gran n¨²mero de anuaks busc¨® refugio tras huir del plan de reubicaci¨®n del Gobierno et¨ªope.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsLos ni?os anuak refugiados en el campo de Gorom intentan llevar una vida lo m¨¢s cerca posible de la normalidad despu¨¦s de haber sido expulsados de sus tierras en el verano de 2011.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsUna mujer anuak cocina en el campo de refugiados de Gorom. Durante el desalojo masivo del verano de 2011 muchas fueron maltratadas y violadas por los soldados et¨ªopes.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsDos mujeres anuak buscan agua en el campo de refugiados de Gorom. Las mujeres que no consegu¨ªan cruzar la frontera a Sud¨¢n eran maltratadas y golpeadas por insistir en permanecer en sus casas.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsUna mujer anuak teje una red con cuentas de colores en Gorom, este campo de refugiados es un basti¨®n de fe para m¨¢s de 2.000 anuaks que se esfuerzan por reconstruir sus vidas.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsA primera hora de la ma?ana una mujer limpia los bancos de la cl¨ªnica del Campo de refugiados de Gorom donde se atienden los anuaks que huyeron de Etiop¨ªa tras el desalojo masivo del verano de 2011.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsServicio religioso en la iglesia del campo de refugiados de Gorom. M¨¢s de 2000 anuaks, un grupo ind¨ªgena mayoritariamente cristiano del estado et¨ªope rural de Gambella, han huido de la campa?a de reubicaci¨®n masiva de su gobierno.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsLos ni?os llevan los tambores para el servicio dominical de la iglesia del campo de refugiados de Gorom en el que los refugiados del pueblo anuak se esfuerzan por hacer una vida normal a pesar de la escasez de recursos.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsNi?os anuaks preparan los tambores para el servicio religioso dominical de la iglesia del campo de refugiados de Gorom. Familias enteras de anuaks fueron sacadas de su casas con violencia y obligadas a huir a trav¨¦s de la frontera con Sud¨¢n.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsNi?os y mujeres anuak participan en el servicio religioso de los domingos del campo de refugiados de Gorom en Sud¨¢n del Sur, un pa¨ªs fronterizo con Etiop¨ªa.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsRefugiados anuaks cantan en la iglesia del campo de Gorom. Las violaciones de los Derechos Humanos relacionadas con los desalojos de Gambella han llevado a Sud¨¢n del Sur a conceder el estatus de comunidad refugiada a los anuaks que han huido de Etiop¨ªa.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsAduma Omot con su hija en su nuevo refugio en Gorom. Ella y su marido Otiri cruzaron la frontera por separado, temiendo cada uno por su lado que el otro hubiera muerto en los desalojos masivos.Andreea Campeanu / International Consortium of Investigative JournalistsOthow Nyigwo, un antiguo educador de Gambella sentado en la escuela del campo de refugiados de Gorom.Andreea Campeanu/ICIJAduma Omot, su marido y su hija huyeron separados por la frontera y se reencontraron en el campo de refugiados de Gorom, en Sud¨¢n del Sur.Andreea Campeanu/ICIJ