Carine Roitfeld, ahora dise?adora
La editora y estilista prepara su primera colecci¨®n en colaboraci¨®n con la firma Uniqlo
La industria de la moda tiene mucho de ciencia combinatoria. Lejos de estructurarse en compartimentos estancos, las colaboraciones, intercambios y flirteos creativos son una constante en un sector forzado, ante todo, a sorprender siempre. Por ello, el anuncio de que la editora y estilista Carine Roitfeld colaborar¨¢ con la firma japonesa Uniqlo en la creaci¨®n de una colecci¨®n que ver¨¢ la luz el pr¨®ximo oto?o, aunque inesperada, entra dentro de las expectativas de la industria. La marca, propiedad de la empresa japonesa Fast Retailing, as¨ª lo ha anunciado en un comunicado en el que explica las condiciones de la colaboraci¨®n: Roitfeld supervisar¨¢ la creaci¨®n de 40 prendas para mujer integradas en LifeWear, una l¨ªnea de ropa para el d¨ªa a d¨ªa que se actualiza cada a?o con nuevos colores, materiales y detalles.
Aunque tanto Uniqlo como Roitfeld cuentan con una larga trayectoria de colaboraciones y sinergias, el aspecto m¨¢s novedoso es la implicaci¨®n expl¨ªcita ¨Ces decir, con su propio nombre¨C de Carine Roitfeld en una colecci¨®n concreta. La francesa es mundialmente c¨¦lebre por haber sido, durante m¨¢s de 10 a?os, la editora de Vogue Par¨ªs y responsable de la etapa m¨¢s pol¨¦mica y medi¨¢tica de la cabecera. Tras abandonar su puesto (hoy la sustituye Emmanuelle Alt), se embarc¨® en proyectos propios y en apariencia menos ambiciosos. Sin embargo, el rodaje de Mademoiselle C., un documental dedicado al lanzamiento de su propia publicaci¨®n CR Fashion Book, tuvo que replantear su narrativa para acoger, en el ¨²ltimo momento, su nombramiento como directora de moda global de las ediciones internacionales de la revista Harper¡¯s Bazaar. Su ¨¦poca de freelance hab¨ªa durado poco, algo esperable debido a su inconfundible perfil medi¨¢tico. Carine Roitfeld goza en la moda europea de un nivel de celebridad equiparable al de Anna Wintour, y adem¨¢s su imagen y su estilo sintetizan un tipo de atractivo irresistible para la industria, especialmente en una ¨¦poca en que resulta habitual que los grandes editores ejerzan como consultores para grandes firmas: su conocimiento del sector y, sobre todo, su sinton¨ªa con los gustos del p¨²blico los convierten en expertos muy valorados.
En el caso de Roitfeld, adem¨¢s, su trayectoria incluye grandes aciertos. Su sello es uno de los factores que explican el ¨¦xito de Gucci cuando, a finales de los a?os noventa, protagoniz¨® un impresionante crecimiento bajo la direcci¨®n creativa de Tom Ford, acaso su v¨ªnculo m¨¢s estrecho con la industria. Su capacidad para crear im¨¢genes poderosas es precisamente el argumento que ha empleado Naoki Takizawa, directora de dise?o de Uniqlo, para explicar las razones de esta colaboraci¨®n. ¡°Las prendas que muestra en sus innovadoras im¨¢genes creadas en colaboraci¨®n con los creadores m¨¢s influyentes del mundo de la moda adquieren un aspecto triunfal¡±, ha declarado. Tampoco hay que olvidar que, frente a otras firmas del segmento accesible, Uniqlo cultiva una imagen sofisticada y muy homog¨¦nea que se mantiene, en la medida de lo posible, al margen de la ruleta de las tendencias. ¡°No es una firma de moda, sino de tecnolog¨ªa¡±, recordaba en 2013 Tadashi Yanai, fundador de Fast Retailing, a prop¨®sito de la vocaci¨®n t¨¦cnica de la marca. Sus prendas de abrigo, sus tejidos transpirables y sus materiales ligeros y c¨®modos han sido elementos clave para definir su fulgurante ¨¦xito. Hoy, Uniqlo cuenta con 1.500 tiendas en 16 mercados, y ha sabido combinar su vocaci¨®n pr¨¢ctica y utilitaria, casi minimalista, con la presencia de primeros nombres del mundo del dise?o. Nicola Formichetti, Jil Sander o In¨¨s de la Fressange han entablado en los ¨²ltimos a?os lazos m¨¢s o menos duraderos con la marca, mientras Christophe Lemaire firma una colecci¨®n c¨¢psula para ambos sexos que se lanzar¨¢ este oto?o, de forma simult¨¢nea a la de Carine Roitfeld. Incluso cuando se cuente con un producto consolidado y enormemente popular, como Uniqlo, una peque?a dosis de tendencia (y de explosi¨®n medi¨¢tica) siempre es necesaria para lograr el objetivo m¨¢s complejo: mantener la atenci¨®n del p¨²blico.
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