?Qu¨¦ cambi¨® en Grecia si nada ha cambiado?
Atenas ya no representa el riesgo de desatar una secuela de terror como la que se padeci¨® tras la ca¨ªda de Lehman Brothers
Una pregunta sobrevuela Europa y hasta se extiende fuera de sus fronteras: ?es bueno que Grecia abandone el euro? De ella se derivan otras: ?se trata de una alternativa posible? Y en todo caso, ?conlleva peligros ciertos? Warren Buffet, el ¨ªcono del mundo financiero, se atrevi¨® recientemente a una respuesta. Como se sabe, Buffet es marca registrada en el universo de las finanzas y sus movimientos son analizados con la rigurosidad con que estudian los gestos los jugadores de p¨®quer. D¨ªas atr¨¢s, frente a las c¨¢maras de una cadena televisiva estadounidense, este hombre que ocupa el podio de los m¨¢s ricos del planeta se?al¨® que una posible salida de Grecia de la moneda ¨²nica podr¨ªa ser ¡°algo bueno¡± para la Zona Euro.
Las declaraciones, que hubieran escandalizado a expertos y analistas de las finanzas tiempo atr¨¢s, circularon esta vez libres de todo dramatismo. Los agentes financieros parecen haber alcanzado un nuevo consenso: Grecia ya no representa el riesgo de desatar una secuela de la pel¨ªcula de terror que se padeci¨® tras la ca¨ªda de Lehman Brothers. El sugestivo cambio de opini¨®n plantea otro interrogante: ?qu¨¦ pas¨® en los ¨²ltimos tiempos?
Grecia se encuentra desde hace a?os al borde de la bancarrota. Con una deuda que supera el 170% de su producto bruto, depende exclusivamente de la financiaci¨®n de sus socios europeos para sostener el pago de su abultada deuda. Para colmo, un elevad¨ªsimo desempleo y una cada vez m¨¢s cr¨ªtica situaci¨®n social se suman a un sistema bancario que afronta una posici¨®n de extrema debilidad y dependencia respecto del Banco Central Europeo para enfrentar una fuga de dep¨®sitos que no cesa.
La delicada situaci¨®n griega est¨¢ lejos de ser una novedad. En 2010 el pa¨ªs comenz¨® a operar bajo la tutela y supervisi¨®n de la troika, que lo prove¨ªa de fondos para el pago de la deuda a cambio de exigencias de austeridad. En 2012 reestructur¨® su deuda, pero sin embargo la sustentabilidad financiera permaneci¨® en situaci¨®n de extrema vulnerabilidad. La propia evoluci¨®n de la deuda (se elev¨® de 171% a 176% del PIB entre 2010 y 2014) y los actuales debates sobre la necesidad de asistencia del nuevo gobierno reflejan los magros aportes de las intervenciones para resolver el problema de Grecia. Cabe entonces preguntarse: ?qu¨¦ cambi¨® si nada ha cambiado?
Para responder a esta pregunta es importante hacer un poco de memoria y recordar la autocr¨ªtica del Fondo Monetario Internacional sobre su intervenci¨®n en el caso Grecia. En 2013, The Wall Street Journal difundi¨® un informe del organismo en el que se reconoc¨ªa, entre otras cosas que Grecia no cumpl¨ªa inicialmente con las condiciones para un rescate, que los an¨¢lisis de la capacidad de repago hab¨ªan sido demasiado optimistas y que el principal beneficiario de la intervenci¨®n no hab¨ªa sido Grecia, sino aquellos que ganaron tiempo para librarse de su exposici¨®n a la deuda griega.
El FMI se ha ocupado de liberar a los bancos privados internacionales de sus riesgos y ocupar el rol de acreedor principal.
Estos argumentos fueron recogidos por el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis. En una entrevista previa a su ingreso al gobierno, Varoufakis asegur¨® que el principal resultado de las intervenciones sobre la deuda griega fue liberar al sector financiero de los pa¨ªses centrales de Europa de su exposici¨®n a la deuda p¨²blica griega. Seg¨²n esta visi¨®n, el sector financiero aprovech¨® los rescates para deshacerse de la deuda en riesgo y entregarla a otras instituciones p¨²blicas europeas, es decir a los propios Estados socios del euro.
La metodolog¨ªa no es novedosa. Circunstancias similares se registraron durante la crisis de la deuda de Am¨¦rica Latina a fines de la d¨¦cada del ochenta del siglo pasado. Durante casi una d¨¦cada de abundancia de liquidez internacional, la banca privada volc¨® los por entonces denominados ¡°petrod¨®lares¡± en forma de cr¨¦ditos hacia los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. La reversi¨®n del contexto internacional, la baja en los precios de las materias primas y por sobre todas las cosas, la irresponsabilidad con que esos cr¨¦ditos fueron asumidos por acreedores y deudores (mayormente dictaduras militares) transformaron el escenario regional, evidenciando la insostenibilidad de las deudas. As¨ª, tal como se sostiene en el caso de Grecia y la troika, el FMI se ocup¨® por entonces de liberar a los bancos privados internacionales de sus riesgos y ocupar el rol de acreedor principal. Se inici¨® entonces una dura etapa de ajustes y condicionalidades sobre Am¨¦rica Latina, que dar¨ªa lugar a la llamada ¡°d¨¦cada perdida del crecimiento¡±.
A la luz de estos acontecimientos, no llama la atenci¨®n que una vez liberados de su ¡°exposici¨®n¡± a la deuda griega, los representantes del sector financiero recomienden prescindir de Grecia. La deuda, que ya no preocupa al sector financiero, fue asumida por las naciones e instituciones del euro. Por ello, m¨¢s grave resulta que algunos de los l¨ªderes de la regi¨®n comiencen a hacer propias estas opiniones, ante el particular escenario pol¨ªtico resultante de las elecciones en Grecia y los temores a ese ¡°contagio¡±.
Visto desde Am¨¦rica Latina, resolver exitosamente este caso es hoy el reto m¨¢s inmediato de Europa para evitar un ¡°accidente¡± de consecuencias impredecibles para todos. Ninguna alquimia aritm¨¦tica puede explicar a ciencia cierta cu¨¢les son las posibles consecuencias econ¨®micas y pol¨ªticas de una salida de uno de los socios del euro. Grecia expresa el desaf¨ªo mayor que afronta la Uni¨®n Europea: reconstruir el proyecto de integraci¨®n solidario, inclusivo y socialmente justo que supo enamorar al mundo entero. Para ello deber¨¢ desprenderse de una vez por todas del sometimiento al dictado de las finanzas que propici¨® la actual crisis. Esa es la problem¨¢tica que encarna el caso de Grecia y por eso se lo observa con atenci¨®n del otro lado del Atl¨¢ntico.
Jorge Arg¨¹ello es embajador de Argentina en Portugal. Antes lo fue ante los Estados Unidos y ante la ONU. Tambi¨¦n es autor de Di¨¢logos sobre Europa. Crisis del euro y recuperaci¨®n del pensamiento cr¨ªtico (Editorial Clave Intelectual)
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