Dadaab acoge a 351.538 personas -el 94% de origen somal¨ª-, seg¨²n datos de Acnur de mayo de 2015. El campo abri¨® en 1991, por lo que muchos han nacido en ¨¦l y no han conocido otro lugar en toda su vida.Lola HierroLos ni?os que viven en los cinco asentamientos de Dadaab tambi¨¦n van al colegio. Seg¨²n el ¨²ltimo informe al respecto de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, 92.000 ni?os est¨¢n escolarizados en 73 centros educativos.Lola HierroAbdilkadir Ahmed Abdila, director del colegio Midnimo. Tiene por delante el desaf¨ªo de mantener la calidad de la ense?anza en su centro pese a los recortes que sufren desde el a?o pasado. "El presupuesto es cada vez menor; en este colegio despidieron 17 profesores. Ahora quedan 37".Lola HierroDos mujeres ense?an la mercanc¨ªa que venden en el mercado de Dadaab. Los vecinos aseguran que la distribuci¨®n es menor. "Antes daban trigo, ahora solo ma¨ªz, y menos cantidad", dice un padre.Lola HierroUna mujer prepara patatas fritas en el mercado. Los refugiados han desarrollado peque?os comercios en los casi 25 a?os que el campo lleva abierto, gracias a la ayuda que les llega de sus parientes en otros pa¨ªses o de peque?os empleos que obtienen en ONG.Lola HierroUn grupo de mujeres se dirige al almac¨¦n donde se reparten alimentos quincenalmente, una tarea a cargo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. En diciembre de 2014, la organizaci¨®n anunci¨® un recorte de la mitad en la cantidad que se da a los refugiados, pero Acnur asegura que ya se ha reanudado el reparto normal.Lola HierroUnos pastores cuidan de sus reba?os en las cercan¨ªas de Dadaab. En ¨¦poca de lluvias, el pasto crece un poco y pueden alimentarlos. Es otro de los negocios informales con los que sobreviven los refugiados.Lola HierroUna muner tiende la ropa en las dependencias del hospital de M¨¦dicos sin Fronteras en el campo de Dagahaley, uno de los cinco que hay en Dadaab. Las madres pueden quedarse con sus hijos ingresados el tiempo que sea necesario. Las principales causas de ingreso son las enfermedades respiratorias y las diarreas.Lola HierroLas principales causas de ingreso son las enfermedades respiratorias y las diarreas. Abdin Mohamed Osman es el padre de Minhad, de nueve meses, que respira con dificultad. Llevan cinco d¨ªas en el hospital de MSF.Lola HierroLa malnutrici¨®n es la tercera causa de ingreso, seg¨²n MSF pero, pese a los recortes en el racionamiento de las comidas, no se ha producido un aumento significativo de su prevalencia, indica esta organizaci¨®n.Lola HierroEn los mercados de Dadaab se realizan actividades comerciales informales como la compra y venta de alimentos o de ganado. Desde que el Gobierno de Kenia suspendi¨® la licencia a 13 empresas de env¨ªo de dinero, los refugiados tienen dificultades econ¨®micas, ya que en gran parte depend¨ªan de las remesas que les enviaban sus parientes reasentados en pa¨ªses ricos.Lola HierroIbrahim Hefow lleg¨® a Dadaab durante la hambruna de 2011, despu¨¦s de que todo su ganado muriera a causa de la sequ¨ªa. Vive en una choza fabricada con palos y lonas y ha elegido quedarse para, entre otras cosas, dar una educaci¨®n mejor a sus hijos, ya que en Somalia el modelo occidental est¨¢ prohibido por la milicia terrorista Al Shabab.Lola HierroPeter es de origen sursudan¨¦s, una minor¨ªa dentro de Dadaab. Pastor anglicano, casado y con dos hijas, asegura que el racionamiento de alimentos que reciben es menor que antes. Para su unidad familiar, compuesta por cuatro personas, recibe 25 kilos de ma¨ªz cada 15 d¨ªas.Lola HierroDurante la ¨¦poca de lluvias, en el desierto donde se levant¨® Dadaab brota algo de vegetaci¨®n y se forman grandes charcas donde los ni?os refugiados aprovechan para refrescarse.Lola Hierro