Admirables recordatorios anglosajones
La cultura anglosajona resalta las reglas b¨¢sicas de toda actividad para no olvidarlas. Y eso vale tambi¨¦n a la hora de gobernar
La cultura anglosajona tiene una tendencia muy sensata a recordar de vez en cuando los puntos m¨¢s elementales de cualquier actividad, oficio o profesi¨®n. Un observador ajeno a esa cultura se puede quedar algo perplejo cuando en una reuni¨®n de expertos el ponente plantea inicialmente, con toda naturalidad, el abec¨¦ del tema a tratar, lo que se supone que se debi¨® aprender en el primer d¨ªa del primer mes del primer a?o de formaci¨®n. Pero, si el observador no es demasiado arrogante, enseguida comprende la utilidad de repetir aquellas notas que permiten recordar de qu¨¦ se trata todo el asunto, su sentido o raz¨®n de ser, es decir, aquello que se suele olvidar en cuanto se profundiza en complejidades.
As¨ª que recurramos a la Gu¨ªa del Buen Gobierno Local elaborada por la Asociaci¨®n Municipal del Estado de Victoria, el m¨¢s peque?o, pero el m¨¢s densamente poblado de Australia. El abec¨¦ municipal australiano (muy ¨²til, al margen de las competencias concretas de cada Ayuntamiento del mundo) empieza as¨ª: el Gobierno local tiene la obligaci¨®n de informar, explicar y responder por las consecuencias de las decisiones que toma en nombre de la comunidad que representa. Las personas deben ser capaces de seguir y entender el proceso de toma de decisiones. Esto significa que tienen que ser capaces de ver con claridad c¨®mo y por qu¨¦ se tom¨® esa decisi¨®n ¡ªqu¨¦ informaci¨®n, qu¨¦ asesoramiento y qu¨¦ consultas se efectuaron¡ª y qu¨¦ requisitos legislativos hubo que cumplimentar.
Parece que se empieza siempre por ah¨ª: transparencia, rendici¨®n de cuentas y responsabilidad del equipo municipal, con su alcalde a la cabeza, respecto a las decisiones que se adoptan y sobre sus consecuencias.
La segunda letra del abec¨¦ indica que el Gobierno local est¨¢ obligado a atender las necesidades de la comunidad entera, guardando el equilibrio entre los distintos intereses en juego. Los distintos sectores de la comunidad deben sentir que han sido escuchados y que sus intereses fueron tomados en consideraci¨®n, sean finalmente respetados totalmente, solo en parte o rechazados. Todos los grupos, y en particular los m¨¢s vulnerables, deben tener la oportunidad de exponer sus razones. Es decir, el Gobierno local debe ser equitativo e inclusivo, de manera que ning¨²n sector se sienta menospreciado o no escuchado.
Tercera letra: el Gobierno local debe hacer un seguimiento de las consecuencias de las decisiones que adopta a fin de poder evaluar si se alcanzan los objetivos planteados o en qu¨¦ grado se cumplimentan.
Existe un cuarto elemento b¨¢sico: el Gobierno municipal debe ser participativo. Cualquier persona afectada por o interesada en una decisi¨®n debe tener la oportunidad de participar en el proceso de toma de esa decisi¨®n. Se puede lograr de distintas maneras: asegur¨¢ndose de que se les hace llegar la informaci¨®n necesaria, facilitando instrumentos para que se les pregunte su opini¨®n o para que tengan la oportunidad de realizar sus recomendaciones o, incluso, incorpor¨¢ndoles a la toma de decisiones efectiva.
Finalmente, dice la gu¨ªa australiana, conviene recordar que el alcalde, o alcaldesa, tiene una influencia considerable en el establecimiento de las normas de buena conducta y ¨¦tica de los miembros del consejo. Como l¨ªder del gobierno municipal tienen un papel primordial en la vigilancia de su conducta.
?A que resulta f¨¢cil ir hoy a votar y cumplir con el primer deber ciudadano?
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