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La fiebre de las motos personalizadas Los constructores de motocicletas customizadas son artistas de la mec¨¢nica y artesanos del dise?o. Trabajan a fuego lento para amantes de m¨¢quinas singulares, cuya demanda crece cada vez m¨¢s en Espa?a. M¨¢s all¨¢ de la est¨¦tica ¡®vintage¡¯, este arte se ha convertido en todo un estilo de vida. Francisco Freiria, trabajador del metal, transforma la 'Malo/Bueno' en su casa de Tui (Galicia). Ha construido las piezas a base de l¨¢minas de acero. ¡°Pienso en la moto como un animal vivo¡±, dice. ¡°Nuestras motos no son convencionales, quiz¨¢ demasiado extremas¡±, afirma su jefe, David Borr¨¢s, de El Solitario. ¡°Me tiene que gustar mucho el cliente para aceptar un encargo¡±. Gonzalo Arroyo Los hermanos Pablo (de 43 a?os; p¨¢gina anterior, a la izquierda) y Carlos Delgado (de 45) rompen el molde en arena de s¨ªlice que contiene la pieza principal, fundida en aluminio, que utilizar¨¢n en la transformaci¨®n de una BMW Nine-T de 1.170cc. Se encuentran en su fundici¨®n de Valdetorres de Jarama (Madrid). Su empresa se llama Valtor¨®n, como el arroyo que pasa por el pueblo, que hoy d¨ªa est¨¢ soterrado. En el taller se dedican a producir esculturas por encargo de diversos artistas. Por la tarde transforman motocicletas. Gonzalo Arroyo Los hermanos Delgado vierten bronce fundido en las vasijas que contienen modelos creados para la confecci¨®n de esculturas, ayudados por su padre, el artista Rafael Muyor (a la izquierda). Gonzalo Arroyo Carlos Delgado cambia el aceite de la Jarama 1000, transformaci¨®n de una Kawasaki, en septiembre de 2014. ¡°Nuestro padre es cliente de la empresa¡±, aclara Carlos. ¡°Y nuestra madre, una santa¡±, r¨ªe Pablo. Entre los dos, para su uso personal, acumulan m¨¢s de cien motocicletas. ¡°Muchas de ellas son viejas, las tenemos para arreglar y hacer proyectos¡±, explica el mayor. Los hermanos se compenetran perfectamente; termina el uno las frases del otro. Algunas de sus creaciones son 'showbikes', es decir, pensadas solo para la exhibici¨®n, pero muchas de ellas son funcionales. ¡°No hacemos un dise?o en papel. Empezamos a poner arcilla seg¨²n nos parece, para ir haci¨¦ndonos una idea y que quede armonioso¡±, explica Carlos. Gonzalo Arroyo Federico Ruiz (de 38 a?os), de la madrile?a Caf¨¦ Racer Obsession, modifica con una sierra el chasis de una motocicleta Guzzi California II de 1.000cc. La ha llamado Ewok. Mientras ¨¦l se encarga de la parte mec¨¢nica, su mujer, Elena Oviedo (de 37 a?os), ha dedicado los ¨²ltimos tres a?os a hacer crecer la empresa. ¡°Es gestora de cuentas, hizo un par¨®n profesional para oxigenarse y ha llevado toda la parte que no es la tuerca: la gesti¨®n, la publicidad, el dise?o de producto¡¡±, enumera Ruiz. ?l, durante a?os, se dedic¨® a pinchar y producir m¨²sica. El nombre de la empresa naci¨® en 2009 como una sesi¨®n musical ¡°totalmente friki¡±, en la que pinchaba 'rockabilly'. En uno de esos eventos, un amigo suyo, tambi¨¦n m¨²sico, le encarg¨® la primera motocicleta. ¡°Hab¨ªa trasteado con motos toda mi vida. Hoy trabajo con un mec¨¢nico al uso y con un soldador bueno¡±. Gonzalo Arroyo Ruiz (izquierda) y su compa?ero ?lvaro Abad prueban a encajar el dep¨®sito de una Yamaha RD400 en el chasis de una BMW R65 LS, dos motos cl¨¢sicas. Aunque ha sido ¡°complicado¡± salir adelante, tuvieron la suerte de establecerse antes del 'boom' de 2012. Ruiz reivindica su experiencia: ¡°Hay que tener cuidado; igual que ahora parece que todo el mundo es fot¨®grafo, dise?ador o DJ, tambi¨¦n muchos quieren hacer motos¡±. Gonzalo Arroyo