8 fotosLos libros de la semana de BabeliaPoes¨ªa portuguesa, los cuentos de Samantha Schweblin, una revisi¨®n de la batalla de las Ardenas... las seis cr¨ªticas de esta semanaBabelia11 jun 2015 - 20:43CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceA responder esta pregunta (conceptualmente viciada, por lo dem¨¢s) est¨¢n destinados cientos de manuales que ¡°ocupan a los profesores y tranquilizan a los estudiantes¡±, pero no se acercan siquiera a las proximidades de una respuesta que parezca inapelable; lo que significar¨ªa un desprestigio para cualquier otra asignatura (no haber avanzado siquiera un poco desde su fundaci¨®n en el esclarecimiento del asunto que la ocupa) es lo que hace a la teor¨ªa literaria estimulantemente viva, aunque no menos irritante para quienes prefieren las respuestas a las preguntas.ACANTILADOLa ¨²ltima palabra: as¨ª puede considerarse el libro de Caballero Bonald Desaprendizajes no porque sea el broche con que remata su obra, algo que ya hab¨ªa anunciado en ocasiones anteriores, sino porque, en su escritura multigen¨¦rica, la poes¨ªa es una palabra definitiva o m¨¢s all¨¢, a la que se conf¨ªa lo que ¨²nicamente ella es capaz de decir. Y eso pese a que es dif¨ªcil no emprender su lectura con reticencias: igual que muchos poetas no se resisten a publicar sus primeros balbuceos, otros siguen haci¨¦ndolo cuando ya solo ofrecen restos y escurriduras. Pronto advertimos que no es el caso de Caballero Bonald, ya que, al borde de los 90 a?os, su escritura no cede en fuerza expresiva respecto a sus obras mayores, aunque tampoco nos desvela algo que ignor¨¢ramos del autor. De modo que, si vale el matiz, cabe hablar m¨¢s de insistencia que de redundancia. Aqu¨ª est¨¢ el escritor pleno, ese que, ya sea en poemas, novelas o memorias, en verso o en prosa, se caracteriza por su densidad verbal y el empaque de una lengua que avanza premiosa, sinuosa y muy articulada, fastuosa y sin embargo el¨ªptica, exuberante y no obstante contenida y distante en lo gestual.SEIX BARRALLe llaman el Perro a Venancio Ismael Lascano, de familia jud¨ªa y viudo. Vive solo, como Alain Delon en El samur¨¢i, con un p¨¢jaro. Pero si Delon se dedicaba al bandidaje en la pel¨ªcula de Melville, Lascano es polic¨ªa. Contra el desamparo se abraza a una idea de justicia imposible y, obnubilado por el fantasma de la esposa muerta, est¨¢ a punto de tropezar con una forajida que es la doble de la difunta. Crimen en el barrio del Once (antes La aguja en el pajar, 2005), El polic¨ªa descalzo de la plaza San Mart¨ªn (Delincuente argentino, 2007) y Los hombres te han hecho mal (2012) componen la trilog¨ªa que Ernesto Mallo (La Plata, 1948) ha dedicado a su h¨¦roe, El comisario Lascano, insobornable por m¨¢s que lo acosen, lo maten y resucite para que otra vez intenten matarlo. Negra como la Argentina de Lascano es la literatura de su creador, anclada en una ¨¦poca criminal, cerca del fin de la dictadura de los militares y en los albores de la democracia, buenos tiempos para el crimen. Mata el Ej¨¦rcito o mata la polic¨ªa. Una noche, en los ¨²ltimos a?os setenta del siglo XX, en un descampado aparecen tres muertos. ¡°Con tantos cad¨¢veres por todos lados, ?a qu¨¦ preocuparse por uno m¨¢s o menos?¡±. No es dif¨ªcil disimular un nuevo asesinato entre los despojos que deja la guerra contra lo que llaman la subversi¨®n, aunque uno de los muertos tenga la cara intacta y los fusilados por los milicos suelan presentarse con las facciones borradas a tiros.SIRUELAUn d¨ªa en la vida de Juan Tall¨®n (Vilardev¨®s, 1975) se cruz¨® un encargo bendito. Una editorial le ped¨ªa que escribiera un texto con los 100 libros de la literatura universal que su gusto literario decidiera. Conocido como columnista adem¨¢s de por un soberbio libro sobre muchos asuntos humanos, pero sobre todo de f¨²tbol (Manual de f¨²tbol, Edhasa), Tall¨®n compareci¨® en la editorial con su libro sobre libros. A su antojo, el escritor gallego ensay¨® un texto que nada ten¨ªa de canon ni de mera reuni¨®n de rese?as. Libros peligrosos se articula sobre una trama: la conexi¨®n de un libro con otro de distinta familia temporal y geogr¨¢fica. A su vez esas conexiones se van soldando con un dispositivo que no goza del prestigio que merece: la digresi¨®n. Philip Roth lo conduce a una reflexi¨®n sobre la soledad que alguna vez confes¨® necesitar el autor norteamericano.LAROUSSEJordi Nopca (Barcelona, 1983) publica Vente a casa en castellano y catal¨¢n (Puja a casa; L¡¯Altra Editorial), relatos con los que consigui¨® el Premio Documenta 2014. Nopca es periodista y debut¨® en 2012 con la novela El Talent (La Breu Edicions). Vente a casa es una decena de cuentos a los que el lector no le costar¨¢ ubicar en un determinado momento temporal, generacional y local (la crisis, treinta y tantos y Barcelona o cualquier urbe similar). Pero ser¨ªa injusto ir colocando etiquetas en los trajes que nos ofrece su autor porque ¨¦stos tambi¨¦n pueden adaptarse a diferentes tallas y colores. Nopca se inserta de forma natural en la vigorosa tradici¨®n de narradores en lengua catalana de distancias cortas, urbanas y de trazo ir¨®nico y/o farsesco. Narradores excelentes desde los ochenta hasta la actualidad. Escritores como Quim Monz¨®, Sergi P¨¤mies, Empar Moliner, Jordi Punt¨ª o Vicen? Pag¨¨s, o, en otra frecuencia tambi¨¦n recogida en Vente a casa, autores en castellano como el tambi¨¦n catal¨¢n Enrique Vila-Matas o el aragon¨¦s Javier Tomeo.LIBROS DEL ASTEROIDETras la buena recepci¨®n de su primera novela, Camanchaca (Literatura Random House, 2012), una narraci¨®n fragmentaria cohesionada con momentos dispersos del tr¨¢nsito de la ni?ez a la adolescencia del protagonista, el chileno Diego Z¨²?iga (Iquique, 1987) aborda ahora en Racimo un asunto de impacto en la sociedad chilena: la sucesi¨®n de cr¨ªmenes de mujeres y ni?as, cometidos entre 1998 y 2001 en la zona de Alto Hospicio, en la provincia de Iquique. Al principio se ve¨ªan como desapariciones voluntarias, chicas que hu¨ªan de su hogar en busca de mejor vida, y al cabo de notorias dilaciones, debido a la presi¨®n de algunos familiares, se inici¨® una investigaci¨®n que dar¨ªa finalmente con el culpable, un falso taxista que las recog¨ªa en la carretera, abusaba de ellas y las arrojaba a una barranca. El hecho dej¨® patente la negligencia de la polic¨ªa en la protecci¨®n ciudadana.RAMDOM HOUSEHilary Mantel (Glossop, Reino Unido, 1952) es la ¨²nica mujer que ha ganado dos Booker Prize. Es brit¨¢nica. Y se le nota en su iron¨ªa inglesa, su laconismo en el estilo, su escritura de alegre comadre de Windsor o su inter¨¦s por Thomas Cromwell, al que dedic¨® sus dos grandes novelas hist¨®ricas ¡ªEn la corte del lobo (2009) y Una reina en el estrado (2012)¡ª, y tambi¨¦n, por qu¨¦ no, se le nota en su aspecto aparentemente fr¨¢gil y flem¨¢tico. Poco traducida al espa?ol, pero ciertamente prestigiosa, nos propone ahora El asesinato de Margaret Thatcher, una colecci¨®n de relatos de diverso pelaje que, comparados con la enjundia de sus novelas, parecen apenas borradores, tentativas, probaturas con posibles personajes que dar¨¢n de s¨ª en una obra futura, o quiz¨¢s esbozos de la novela-que-tal-vez-llegar¨¢-a-ser, ejercicios de estilo para recrear ambientes nuevos o ensayar g¨¦neros poco cultivados; en fin, esos bocetos que los grandes pintores y escultores hicieron antes de emprender la obra en s¨ª, que pueden llegar a ser realmente valiosos, pero que saben a poco. Diez textos conforman el volumen, a la vez que constituyen una suerte de ep¨ªtome de su obra, con frecuencia interesada en reflejar en el papel de sus libros las incertidumbres personales y colectivas, la banalidad de la anomal¨ªa inquietante: ausencias, enfermedades, decepciones, adulterios e hipocres¨ªas narradas como si la brisa suave del bienestar soplara siempre por encima de las pesadillas cotidianas. Mantel es la reina del contraste entre el drama y la trivialidad, de la trivialidad del drama. Por ejemplo, estamos de vacaciones en el Royal Athena Sun¡, pero un taxi atropella a un ni?o.Planeta de LibrosSon pocos los libros que he le¨ªdo m¨¢s de una vez. Anna Karenina, de Tolst¨®i es uno de ellos. Tambi¨¦n Retrato de un artista adolescente, de Joyce; El oto?o del patriarca, de Garc¨ªa M¨¢rquez; Herzog, de Bellow; Grandes esperanzas, de Dickens; Adi¨®s, mu?eca, de Raymond Chandler, y las tragedias de Shakespeare. Si no tuviese m¨¢s remedio que llevar un solo libro a una isla desierta, elegir¨ªa, sin dudarlo un instante, El rey Lear. Lo he le¨ªdo 10 veces, por lo menos, y espero leerlo 10 m¨¢s. Toda la vida est¨¢ ah¨ª. Pero hay otro libro, menos conocido, que acabo de releer y que quiero recomendar aqu¨ª. No es una obra maestra de la literatura, pero tiene que ser la historia m¨¢s extraordinaria jam¨¢s contada, y m¨¢s a¨²n por ser real. Se llama La historia verdadera de la conquista de la Nueva Espa?a, una cronolog¨ªa en primera persona de la conquista del imperio azteca; su autor, Bernal D¨ªaz del Castillo, un soldado espa?ol que luch¨® entre 1519 y 1521 en la tierra hoy conocida como M¨¦xico a las ¨®rdenes de Hern¨¢n Cort¨¦s..