Gu¨ªa para insultar como Dios manda

Hay muchos insultos en el idoma castellano, pero tendemos a utilizar siempre los mismos. Pues se acab¨®. Recurrimos a Mar¨ªa Irazusta (madrile?a nacida en el Reino Unido), autora de Eso lo ser¨¢ tu madre. La biblia del insulto (Espasa) para que nos ilustre sobre el tema. Hemos realizado el siguiente juego: nosotros le damos un perfil de persona perfectamente insultable, y ella nos expone una amplia gama de? improperios. L¨¦alo sin sentierse ofendido, por favor.

Los poco higi¨¦nicos

"Del cerdo se aprovecha todo, hasta los sin¨®nimos. Para denotar la falta de aseo personal hay toda una ristra asociada a este pobre animal de sucia fama: puerco, guarro, cochino, marrano. Revindicamos la dignidad de este animal que adem¨¢s es signo de distinci¨®n: pata negra".

Los tontos

"Probablemente es el insulto m¨¢s com¨²n y uno de los que m¨¢s arsenal disponemos. Coja aire: alcornoque, zote, mendrugo, baus¨¢n, vaina, cenutrio, tontucio, tontorr¨®n, descerebrado, simple, meliloto, estulto, alelado, gilipollas, gilipuertas, mameluco, analfabeto, beocio, lilipend¨®n, berzas, berzotas, zafio, tarado, besugo, ceporro, panarra, idiota, pavitonto, zolocho, tocho, corto, bobalic¨®n, gazn¨¢piro, panoli, imb¨¦cil, soplagaitas, sandio, bodoque, piernas, bobatel, merluzo, gil¨ª, lelo, zopenco, mentecato, tonto del haba, bobo, mamerto, botarate, soplapollas, cern¨ªcalo, percebe, zonzo, cipote, est¨²pido, cretino, fatuo, lerdo, mastuerzo, memo, lila, pandero, toli, simpl¨®n, necio, mel¨®n, tarugo, p¨¢nfilo, torpe, pavo o tardo.

Del cerdo se aprovecha todo, hasta los sin¨®nimos. Para denotar la falta de aseo personal hay toda una ristra asociada a este pobre animal: puerco, guarro, cochino, marrano"

Buen repertorio, que conviene ampliar si viajas por Am¨¦rica Latina, no sea que no te des por aludido y entonces quedes como un lentejo, gafo, pendejo, abismado, guachinango, abombado, zanguango, paparulo, cocoliso, soroco, agilado, asn¨²pido, tolongo, bachil¨ªn, huev¨®n, boludo, cabeceburro, zonzoneco, pelotudo, menso, taleg¨®n, cabeceduro, guacarnaco, cachirulo, majiriulo, pajuilado, samuro o turuleco. Incluso podr¨ªan llamarnos pensadores, y no deber¨ªamos alegrarnos".

Los pedantes

"El pedante era el nombre que recib¨ªan en Italia los profesores que ense?aban gram¨¢tica a domicilio. Ha acabado por aplicarse despectivamente a las personas que hacen un inoportuno alarde de erudici¨®n. Para ellos hay toda una gama de adjetivos, desde el cari?oso sabelotodo, pasando por el menos simp¨¢tico sabiondo o resabido a los matices m¨¢s graves del cargante, redicho o repelente".

Los chulos

"Nuestro idioma es rico en vocablos para lo que com¨²nmente llamamos chulo, un adjetivo con sentido peyorativo que dedicamos a quien act¨²a con orgullo, presunci¨®n o altaner¨ªa. Para el chulo tenemos: presuntuoso, jactancioso, farruco, fantasma, fantoche, fanfarr¨®n, perdonavidas, milhombres o seispesetas, porque 'se pasa de duro (esto antes de la llegada del euro, claro)".

Podemos llamar al vago,?mollej¨®n; al pedante, resabido; al est¨²pido, zonzo, y al perezoso,?vilondro

Los vagos

"D¨ªcese de aquellos que hacen de no tener oficio su beneficio, que gustan de perder el tiempo y nunca tienen la menor intenci¨®n de dar un palo al agua.

Ah¨ª van algunos: perezoso, cacahazas, indolente, candongo, holgaz¨¢n, manta, gandul, dejado, jeta, remol¨®n, harag¨¢n, z¨¢ngano, molondro, badana, agalbanado, mollej¨®n, mandria o vilondro".

Los gordos

"Adem¨¢s de ser una de las mejores parejas c¨®micas de la historia del cine, el gordo y el flaco son, en lo que nos ata?e, dos blancos f¨¢ciles para los lanzadores de injurias. El gordo, por gordo; y el flaco, por todo lo contrario.

Pertenecen al primer grupo desde el cari?oso regordete a la insoportable vacaburra, que adem¨¢s de estar de buen a?o es bastante molesta por su comportamiento. Entre ambos, est¨¢n los gordos auxiliares, como la mesa camilla y el armario empotrado; los caracterizados por el buen saque, entre los que destacan el zampabollos, el tripero, la lima, el tragaldabas, el canapero o el que come m¨¢s que la orilla de un r¨ªo; el gordo como un tonel o como un trullo; la vaca, la foca, la morsa, el cachalote; alg¨²n que otro porky, que lleva el nombre del cerdito tartamudo de la Warner, y m¨¢s de un gordo Pilon, basado en el personaje glot¨®n comehamburguesas de Popeye; o los que concentran la grasa en una parte concreta de su cuerpo, como el culo gordo y el barrig¨®n o barrilete".

Los flacos

"Incluye tanto a la patas de alambre como al palillo o al fideo. En cuanto a los escu¨¢lidos, son sus huesos ¡ªo la falta de carnes¡ª lo que los define; de esa escasez corporal surgen el saco de huesos, el esquel¨¦tico, el seco (incluido el m¨¢s seco que una mojama), el raqu¨ªtico, el chupado, el esmirriado, el alfe?ique, el cadav¨¦rico, el huesudo o el tirillas".

Los mentirosos

"Hay muchas variantes para el que falta a la verdad: el trolero, bolero, calumniador, cuentista, fulero, tramposo, patra?ero, falso, farsante, impostor, embaucador, tartufo, trapisondista o hip¨®crita. Aunque, como sosten¨ªa el Nobel de Literatura Andr¨¦ Gide, el verdadero hip¨®crita es el que cesa de percibir su enga?o, el que miente con sinceridad. El apelativo diab¨®lico proviene del griego y significa, entre otras cosas, calumniar o mentir. As¨ª que la calumnia vendr¨ªa a ser el principal rasgo de los seres diab¨®licos".