El Cristo de Goya, el cuadro m¨¢s original para las m¨¢quinas
Un algoritmo determina las obras m¨¢s creativas de la historia del arte
Si a un aficionado a la pintura se le pidiera que nombrara los 10 mejores cuadros de Francisco de Goya, mencionar¨ªa probablemente El quitasol, La pradera de San Isidro, las dos majas, la serie de retratos de la familia real, el de los fusilamientos del tres de mayo y varias de sus pinturas negras. Pocos incluir¨ªan en la lista su Cristo crucificado, pintado en 1780. Sin embargo, un algoritmo matem¨¢tico la ha elegido como una de las obras m¨¢s originales de la historia del arte. Y el juicio de la m¨¢quina coincide con el de los expertos humanos en Goya.
Hay m¨¢quinas que componen m¨²sica, robots que pintan u ordenadores que escriben poes¨ªa, pero un algoritmo que, en vez de crear obras de arte, las valora es otra cosa. Eso es lo que han creado dos investigadores del Laboratorio de Inteligencia Artificial y Arte de la Universidad Rutgers (EE UU). Su sistema de visi¨®n artificial pod¨ªa cuantificar m¨¢s de 2.600 dimensiones de un cuadro, como su estilo, si era un paisaje o un retrato, o clasific¨¢ndolo por la luz, el color o el trazo.
Las bases del algoritmo eran el nombre del autor y la fecha de composici¨®n de la obra. Pero hab¨ªa que darle un contexto a la m¨¢quina para que pudiera determinar cu¨¢les son las m¨¢s creativas. Los autores del estudio, disponible en Arxiv, usaron la definici¨®n de creatividad que proponen Elliot Samuel Paul y Scott Barry Kaufman en su The Philosophy of Creativity. Para que algo sea creativo y no una mera copia o repetici¨®n debe cumplir dos condiciones: que sea original, diferente de lo hecho hasta ahora, y que tenga influencia en las obras posteriores.
El algoritmo se apoya en un sistema de visi¨®n artificial que analiz¨® m¨¢s de 60.000 cuadros y esculturas
"Una vez codificadas las im¨¢genes de los cuadros, el algoritmo mide la originalidad midiendo cu¨¢nto de diferente es un cuadro de sus predecesores en el tiempo", explica el profesor de la Universidad Rutgers y coautor del algoritmo, Ahmed Elgammal. La medici¨®n de la influencia se basa en el mismo mecanismo, pero hacia adelante.
Con esos mimbres, ante los ojos de la m¨¢quina pasaron m¨¢s de 60.000 im¨¢genes de cuadros y esculturas catalogados en Artchive y Wikiart, realizadas desde el siglo XV y hasta 2010. Crearon as¨ª una enorme red de conexiones entre pintores, cuadros, estilos, ¨¦pocas... Y en esa red hay unos nodos que destacan m¨¢s que otros, lo que en teor¨ªa de redes llaman centralidad.
La composici¨®n pl¨¢tanos y pomelo n? 1, pintada por Roy Lichtenstein en 1972, la ic¨®nica serie de El grito de Edvard Munch, cumbre del expresionismo, o el germen del cubismo que fueron Las se?oritas de Avignon, de Picasso, est¨¢n entre las obras m¨¢s creativas de la historia, seg¨²n este algoritmo matem¨¢tico. Las tres fueron muy originales en su tiempo y las tres tuvieron gran influencia en el arte posterior. Pero todas son contempor¨¢neas, ?acaso no hubo creatividad antes del siglo XX?
Y es que el algoritmo puede incurrir en un sesgo temporal. "Se debe a que los cuadros m¨¢s recientes son juzgados principalmente en funci¨®n de su originalidad, ya que no se puede valorar su influencia, simplemente porque no conocemos el futuro. Podemos evitar este sesgo controlando el efecto de la originalidad frente a la influencia", explica Elgammal.
Al ponderar las dos dimensiones de la creatividad, emergen los nombres de Raphael, el Greco, Durero y, en especial, el de Goya y su Cristo crucificado. La obra punt¨²a tan alto en originalidad que, aunque su influencia en el periodo posterior fue menor, se encuentra entre las m¨¢s creativas de la historia de la pintura, al menos para las m¨¢quinas.
"No ser¨¢ uno de los cuadros en los que se detienen los visitantes, pero es uno de los mejores cuadros de Goya, si no el mejor", comenta la jefa de conservaci¨®n del ?rea de Pintura siglo XVIII y Goya del Museo del Prado, Manuela Mena. Considerada una de las mayores expertas en el pintor aragon¨¦s, Mena coincide con el algoritmo, o mejor, es la m¨¢quina la que coincide con ella. "Mis ojos son neutrales, son tan algor¨ªtmicos como los de ese algoritmo. Y es una de sus obras m¨¢s impresionantes. Que eso lo haya en 1780 y en Madrid es incre¨ªble, es ¨²nico y nadie le puede encontrar un antecedente, no lo hay", a?ade.
El algoritmo y Mena vuelven a coincidir en la poca influencia que, a pesar de su originalidad, tuvo el Cristo de Goya en el arte posterior. La m¨¢quina no puede saber por qu¨¦ pero la conservadora del Prado s¨ª: "Hay que tener en cuenta que el siglo XIX es un siglo muy pacato. Los cristos del XIX vuelven al modelo barroco, m¨¢s dram¨¢tico y sangriento", sostiene. Para ella, habr¨¢ que esperar al siglo XX para encontrar obras tan ¨²nicas. Se?ala a Las se?oritas de Avignon o "quiz¨¢, al dibujo que hace Lucian Freud de Bacon, donde veo algunas cosas que recuerdan al Cristo de Goya", opina. Tanto el cuadro de Picasso como algunas obras del pintor figurativo brit¨¢nico son, tambi¨¦n para el algoritmo, de las m¨¢s creativas de la historia.
Mena no se siente amenazada por los algoritmos metidos a cr¨ªticos de arte. "Con ellos podr¨ªamos llegar a la objetividad", dice. "Eso solo se consigue con un conocimiento muy elevado de las cosas de las que uno trata. Pero no contamos con todos los par¨¢metros y tambi¨¦n est¨¢ la creciente acumulaci¨®n de datos", a?ade. "Solo el artista sabe d¨®nde se dirige y ah¨ª quiz¨¢ solo le pueda alcanzar un algoritmo", concluye.
Es ¨²nico y nadie le puede encontrar un antecedente, no lo hay" dice la conservadora del Prado, Manuela Mena, sobre el Cristo de Goya
Pero, ?c¨®mo validar los resultados de la m¨¢quina sin recurrir a un experto humano en arte? Para hacerlo, sus creadores realizaron una especie de viaje en el tiempo. En varios experimentos, cambiaron la fecha de algunos de los cuadros y volvieron a calcular la distribuci¨®n de la creatividad en toda la base de datos. En principio, al llevar al pasado un cuadro creativo, deber¨ªa aumentar su puntuaci¨®n mientras que, al enviarlo al futuro, deber¨ªa descender.
"Cuando realizamos estos experimentos vemos que las pinturas del impresionismo, posimpresionismo, expresionismo y cubismo logran una significativa ganancia cuando las llevamos hasta el siglo XVI. Sin embargo, los cuadros neocl¨¢sicos apenas ganan al llevarlos al 1600", explica Elgammal. El resultado es l¨®gico ya que el neoclasicismo puede ser considerado como un revival del Renacimiento. Mientras, los cuadros renacentistas y los barrocos pierden creatividad cuando esta m¨¢quina del tiempo virtual los coloca en el siglo XX. Para los investigadores, "esto muestra que los c¨¢lculos del algoritmo son objetivos".
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