Los musulmanes viven en riguroso ayuno desde el amanecer hasta la puesta de sol durante 30 d¨ªas
"Las madres se afanan en preparar lo mejor de su repertorio gastron¨®mico, los hijos conversan con los padres a la ca¨ªda del sol y los progenitores narran historias sobre sus antecesores. Es un mes en el que se refuerzan el tradicional lazo paterno filial" explica Riay Tatary, presidente de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a (UCIDE) y responsable de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a. En la imagen, unos ni?os afganos estudian el Cor¨¢n, el primer d¨ªa del Ramad¨¢n, en una mezquita de Jalalabad, Afganist¨¢n.Noorullah Shirzada (AFP)Inmigrantes musulmanes durante la oraci¨®n al comienzo del mes de Ramad¨¢n, en Ventimiglia, en la frontera italiana con Francia, donde han llegado tras una dif¨ªcil traves¨ªa por el Mediterr¨¢neo desde el norte de ?frica.LUCA ZENNARO (EFE)El ayuno en el mes de ramad¨¢n se realiza en las horas de sol. Solamente se puede comer antes del amanecer y despu¨¦s del atardecer. Cada a?o el mes en el que se celebra Ramad¨¢n cambia en torno al mes lunar. En la imagen, ni?os palestinos sostienen linternas tradicionales o 'Fanous' que se utilizan para dar paso al mes sagrado de los musulmanes, en Rafah, al sur de la Franja de Gaza.SAID KHATIB (AFP)?Todo el mundo puede practicar el ayuno? Seg¨²n los preceptos isl¨¢micos, el ayuno es deber del musulm¨¢n adulto, sano de juicio, saludable, residente (que no est¨¦ viajando), bien sea hombre o mujer. En lo que respecta a la mujer, debe estar fuera de la menstruaci¨®n y del puerperio. En la imagen, mujeres musulmanas indonesias oran la mezquita Al-Akbar de Surabaya, Indonesia.Robertus Pudyanto (Getty Images)Los hombres de Bahrein se preparan para el mes de ayuno y se re¨²nen cerca de la playa para buscar la luna creciente, en el pueblo de Karzakan, al sur de Manama.MOHAMMED AL-SHAIKH (AFP)Hay cuatro hechos que invalidan el ayuno y obligan a pagar el kaff¨¡ra, que consiste en liberar a un esclavo o ayunar dos meses, sino, se puede dar de comer a 60 pobres. Esos hechos son: comer, beber o tener relaciones sexuales durante la abstinencia, masturbarse, vomitar intencionadamente o realizar cualquier acto que invalide el ayuno siendo consciente de sus consecuencias. En la imagen, una mujer musulmana lee el Cor¨¢n en una mezquita de Yakarta, Indonesia.Tatan Syuflana (AP)Ante el inicio del Ramad¨¢n, la CIE pide a los empresarios que flexibilicen los horarios de trabajo para hacer coincidir el fin de la jornada laboral con la ruptura del ayuno, que se produce al llegar el ocaso. Este hecho est¨¢ reglamentado por un acuerdo de cooperaci¨®n del Estado Espa?ol con la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a y dice que "los miembros de las Comunidades Isl¨¢micas pertenecientes a la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a que lo deseen, podr¨¢n solicitar la interrupci¨®n de su trabajo los viernes de cada semana, d¨ªa de rezo colectivo obligatorio y solemne de los musulmanes desde las 13,30 hasta las 16,30 horas, as¨ª como la conclusi¨®n de la jornada laboral una hora antes de la puesta del sol, durante el mes de ayuno". Las horas deber¨¢n ser recuperadas sin compensaci¨®n alguna. En la imagen, una mezquita de Surabaya, al este de la isla de Java, abarrotada de fieles que asisten a las primeras oraciones del mes del Ramad¨¢n.JUNI KRISWANTO (AFP)En la fiesta del final del Ayuno tambi¨¦n es t¨ªpico que los musulmanes hagan regalos a los ni?os, se les vista con ropa nueva y acudan a la mezquita para la primera oraci¨®n de la ma?ana. Al salir del rezo, toda la familia acude al cementerio a recordar a sus parientes fallecidos y por la tarde visitan a familiares y amigos. En la imagen, un panadero paquistan¨ª prepara vermicelli, un tipo de pasta muy consumido durante el Ramad¨¢n, en Rawalpindi, Pakist¨¢n.AAMIR QURESHI (AFP)Una profesora ¨¢rabe ense?a a un grupo de ni?as musulmanas la forma apropiada para rezar durante el Ramad¨¢n, en la mezquita Rosada de Datu Saudi Ampatuan, al sur de Filipinas.RITCHIE B. TONGO (EFE)Detalle del Cor¨¢n que est¨¢ leyendo un inmigrante durante la oraci¨®n a la salida del sol en el malec¨®n del cruce fronterizo de San Ludovic, entre Italia y Francia.ERIC GAILLARD (REUTERS)El presidente de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a (UCIDE) y responsable de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a, Riay Tatary, ha explicado que el mes de Ramad¨¢n, adem¨¢s de cumplir una funci¨®n religiosa, tiene una sanitaria (purificar el cuerpo), mental (fortalecer la voluntad) y moral (hacer comprender lo que sufren las personas privadas de alimento) y sirve para estrechar los lazos familiares y sociales. En la imagen, un mercado yemen¨ª donde los musulmanes compran y se preparan para el mes de ayuno, en el que no comen desde que amanece hasta que se pone el sol, pero una vez que se hace de noche, las familias se juntan para reponer fuerzas con un men¨² a base de d¨¢tiles, sopa Harira, shebakia y cordero.Hani Mohammed (AP)La noche del decreto Lailat ul Qadr recuerda la noche en que el Profeta Muhammad recibi¨® la primera revelaci¨®n del Cor¨¢n, el libro sagrado de los musulmanes que, entre otras muchas cosas, establece, los limites en las relaciones entre individuos y entre el individuo y la comunidad. Durante esta celebraci¨®n, que tiene lugar durante los diez ¨²ltimos d¨ªas del mes, los musulmanes oran y leen el Cor¨¢n desde el amanecer hasta el crep¨²sculo. En la imagen, un ni?o habla a su padre durante las oraciones tarawih, antes de Ramad¨¢n, en Kuala Lumpur, Malasia.OLIVIA HARRIS (REUTERS)Aid el Fitr, la fiesta del final del Ayuno, tiene, a su vez, dos momentos cumbre: la oraci¨®n de la ruptura del ayuno y la entrega de una limosna en especies, generalmente comida, a personas necesitadas (Zakat al Fitr). "Lo com¨²nmente aceptado es que la Zakat el Fitr consista en el equivalente a cuatro manos llenas, aunque siempre es conveniente a?adir un poco m¨¢s, de pasas, d¨¢tiles, grano o queso. Sin embargo, si no es posible dar alimento, entonces se puede entregar dinero", apunta Tatary, al tiempo que precisa que es "una manera de conseguir que se preocupen los unos por los otros" y que los musulmanes "rechacen la acumulaci¨®n excesiva de bienes". En la imagen, un hombre lee el Cor¨¢n en la Gran Mezquita en San¨¢, Yemen.KHALED ABDULLAH (REUTERS)
