Un listado de tel¨¦fonos de contacto, unas zapatillas o un cargador de m¨®vil son algunas de las pertenencias m¨¢s importantes para quienes huyen de sus hogares para escapar de un conflicto
El hondure?o Gerson Leonel Bardal sostiene un poncho para la lluvia como su pertenencia m¨¢s preciada en el patio del albergue Posada Bel¨¦n en Saltillo, M¨¦xico. Bardal escoge el poncho para emergencias porque dice que le mantiene seco cuando llueve y le impide coger un resfriado en su camino a la frontera con Estados Unidos.DANIEL BECERRIL (REUTERS)El afgano Rafiullah, 18 a?os, muestra su cargador del tel¨¦fono m¨®vil cerca de la frontera con Hungr¨ªa en la ciudad de Subotica, Serbia. Rafiullah, que era el encargado de una tienda de frutas en Afganist¨¢n, dice que quiere ir a Francia a pedir asilo. Para llegar a Serbia, viaj¨® a trav¨¦s de Ir¨¢n, Turqu¨ªa y Bulgaria.Marko Djurica (REUTERS)Abdel Bachir, 20 a?os, un inmigrante de Chad, muestra un par de zapatos en un improvisado campamento donde vive frente a la estaci¨®n de tren de Par¨ªs-Austerlitz, en el sureste de la ciudad.BENOIT TESSIER (REUTERS)El afgano Ali, 15 a?os, muestra sus posesiones religiosas cerca de la frontera con Hungr¨ªa, en la ciudad de Subotica, Serbia. Ali dice que quiere ir a B¨¦lgica para reunirse con sus amigos y terminar la secundaria. Estuvo viajando durante 20 d¨ªas a trav¨¦s de Ir¨¢n, Turqu¨ªa y Bulgaria para llegar a Serbia.Marko Djurica (REUTERS)El sirio Feras, 22 a?os, ense?a sus posesiones que transporta en una mochila. Este joven aspira a ser t¨¦cnico inform¨¢tico en Alemania.ANTONIO PARRINELLO (REUTERS)Said Youssef, 30 a?os, rapero de Ghana, sostiene su tel¨¦fono m¨®vil en la ciudad de Oujda, Marruecos. Youssef pretende cruzar la frontera de Melilla, enclave espa?ol en el norte de ?frica, y realizar su sue?o de convertirse en un cantante profesional.YOUSSEF BOUDLAL (REUTERS)Dejen Asefaw, 24 a?os, de Eritrea, espera para coger un tren en Bolzano, al norte de Italia, con destino al paso del Brennero, a trav¨¦s de los Alpes entre las fronteras de Italia y Austria. Asefaw estuvo en el servicio militar nacional y ense?aba en la escuela superior. Dijo que ¨¦l no podr¨ªa sobrevivir con un salario tan bajo, de unos cinco d¨®lares por semana. Asefaw desea obtener asilo en Suecia, donde vive su hermano, y conseguir un trabajo con el que pueda enviar dinero a casa. Graduado en la Universidad, dijo que tambi¨¦n le gustar¨ªa continuar sus estudios. Planea casarse con su prometida, quien le acompa?¨® en el largo viaje desde su casa, en cuanto pueda permitirse el lujo.STEFANO RELLANDINI (REUTERS)Mohamed Jallah, 26 a?os, tiene en sus manos un trozo de papel con n¨²meros de contacto para su familia y amigos mientras est¨¢ en un centro temporal de detenci¨®n despu¨¦s de haber sido detenido por las autoridades en Tr¨ªpoli, Libia. Mohamed, pintor de Liberia, est¨¢ tratando de mudarse a Europa debido a problemas pol¨ªticos, de seguridad y desempleo.ISMAIL ZITOUNY (REUTERS)El hondure?o Rudy Williams ense?a su mochila con sus pertenencias m¨¢s preciadas: un desodorante, un par de calcetines limpios y un par de vaqueros en la Posada Bel¨¦n para refugiados en Saltillo, M¨¦xico.DANIEL BECERRIL (REUTERS)La guatemalteca Jennifer M¨¦ndez, 27 a?os, intenta coger un tren rumbo a la frontera de M¨¦xico y Estados Unidos, en Huehuetoca, cerca de la ciudad de M¨¦xico. Las posesiones de M¨¦ndez son: un libro, un tel¨¦fono m¨®vil y una cartera. Es cirujana y vino de Guatemala con el sue?o de estudiar en Estados Unidos.EDGARD GARRIDO (REUTERS)El libio Icham El Korati, 38 a?os, expande sus pertenencias en la estaci¨®n de tren de Niza, al sureste de Francia. Icham fue taxista y propietario de un caf¨¦ bar en Misrata, pero en marzo de 2011 abandon¨® su pa¨ªs debido a la guerra.ERIC GAILLARD (REUTERS)
