Los m¨¢s patriotas son los m¨¢s rojos
Para los portugueses, el coraz¨®n est¨¢ por delante de su bolsillo (lleno de agujeros)
Nada hay m¨¢s sagrado en el Partido Comunista Portugu¨¦s que acabar sus fervorosos y fervientes m¨ªtines entonando el himno de la naci¨®n. En este pa¨ªs, el patriotismo no es de color azul ni de derechas, al menos no solo. Los lemas pol¨ªticos con la palabra Portugal llenan el arco parlamentario y extraparlamentario, prueba de su tir¨®n popular. El pasado D¨ªa de Portugal, la televisi¨®n privada l¨ªder del pa¨ªs m¨¢s antiguo de Europa abr¨ªa un debate con la pregunta ?Qu¨¦ es ser portugu¨¦s? Cualquiera de esos detalles son impensables en el otro Estado serio de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, conocido, fuera de sus fronteras, como Espa?a. En ese debate identitario hubo respuestas obvias (¡°amar el bacalao¡±) y chocantes (¡°ser feliz¡±), pero ninguna identific¨® la patria con sus empresas pese a que horas despu¨¦s el Gobierno iba a privatizar uno de sus emblemas, Transportes A¨¦reos Portugueses (TAP), la ¨²nica l¨ªnea europea 100% p¨²blica. Ni huelgas, ni recursos de asociaciones civiles ni avisos del Partido Socialista anunciando que revertir¨¢ la propiedad cuando gobierne han evitado que TAP caiga en manos extranjeras, esta vez, brasile?as.
La crisis aprieta a las clases medias-bajas, pero adem¨¢s les roba su corazoncito. La Red El¨¦ctrica Nacional fue comprada por chinos y las cenizas del todopoderoso Banco Esp¨ªrito Santo tambi¨¦n lo ser¨¢n; los angole?os mandan en medios de comunicaci¨®n, bancos y la petrolera GALP y la mod¨¦lica Portugal Telecom pas¨® en unos meses de comerse a la brasile?a OI a ser comida por esta y vendida como un trapo a la francesa Altice. En estas, solo nos quedaba la TAP.
Los informativos encadenan las colas para conseguir cita para una colonoscopia con las protestas contra la privatizaci¨®n de TAP. El mismo portugu¨¦s que paga un pu?ado de euros cada vez que va a urgencias reclama que el Estado se gaste m¨¢s de 1.000 millones en la TAP. Dejando de lado que la UE no lo permitir¨ªa, choca que en esta agria pol¨¦mica sobre la administraci¨®n del dinero p¨²blico el coraz¨®n ¡ªla patria¡ª se imponga al bolsillo de los portugueses, lleno de agujeros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.