P¨¢nico al p¨¢nico
El euro no est¨¢ a la intemperie, pero sus defensas son a¨²n tiernas
Es falso que Espa?a y la eurozona ser¨ªan inmunes a un derrumbe financiero de Grecia. La ca¨ªda de las Bolsas es un indicio. O la subida de la prima de riesgo (el sobreprecio que pagan los espa?oles respecto a los alemanes por endeudarse en los mercados): cay¨® el 2 de enero a menos de 100 puntos b¨¢sicos (uno porcentual); ayer subi¨® a 157.
Es cierto que la eurozona tiene m¨¢s defensas que en 2010/12 para prevenir el contagio: fondos de rescate, uni¨®n bancaria, tratado fiscal, pol¨ªticas del BCE, a las que se acaba de sumar la validaci¨®n judicial de las operaciones OMT para comprar deuda: aquellas de las palabras m¨¢gicas de Mario Draghi: ¡°Har¨¦ todo lo que convenga para salvar al euro¡±. El euro no est¨¢ a la intemperie, como entonces. Pero sus defensas son a¨²n tiernas ante un p¨¢nico financiero.
Tambi¨¦n hay menos dinero privado pillado en Grecia. Pero todo eso no vacuna al 100% contra una estampida de una manada de financieros huyendo, despavoridos, de la zona. ¡°El p¨¢nico se autoalimenta¡±, advert¨ªa Charles Kindleberger (Man¨ªas, p¨¢nicos y cracs, Ariel, 1991). Y a veces se desata por una nimiedad. El mal fario de Espa?a empez¨® con la de la Caja Castilla La Mancha.
As¨ª que los cataplasmas enarbolados por conspicuos pol¨ªticos europeos para aparentar fortaleza ante su negociaci¨®n con Atenas, y por esos geniales economistas que siempre yerran, evocan m¨¢s bien las est¨²pidas palabras del secretario del Tesoro de EE?UU, Andrew W. Mellon, en v¨ªsperas de la Gran Depresi¨®n: ¡°No hay motivo alguno para preocuparse, la alta marea de la prosperidad continuar¨¢¡±, como recoge John K. Galbraith (El crash de 1929, Ariel, 1985).
Continuar¨¢ solo si hay preocupaci¨®n, p¨¢nico al p¨¢nico, y pacto, antes que una estampida. La imprudencia destruye; el exceso de cautela, a las malas, solo obstruye. Ernest Lluch sol¨ªa recordar un refr¨¢n catal¨¢n seg¨²n el cual ¡°el dinero no quiere ruido¡±. Escuchemos a los prudentes. A la gobernadora de la Reserva Federal, Janet Yellen, para quien una ruptura suscita el riesgo de ¡°perturbaciones que pueden afectar a las perspectivas econ¨®micas europeas y a los mercados financieros globales¡±. A su colega griego, Yanis Satournar¨¢s: sin acuerdo, los griegos ir¨¢n a una ¡°crisis incontrolable¡±. Al gran economista Barry Eichengreen, seg¨²n quien un desplome de Grecia ser¨ªa ¡°un Lehman Brothers al cuadrado¡±.
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