La moneda digital es la pr¨®xima frontera del fraude
Con un invento tan inveros¨ªmil como los mortadelos, Ram¨ªrez ha conseguido enga?ar a 22.000 personas en 10 pa¨ªses
No faltar¨¢n quienes equiparen el caso del emprendedor Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez Marco y su fantasmal moneda digital unete con Bernard Madoff. Al fin y al cabo, estamos de nuevo ante una ¡°estafa piramidal¡± (o estaremos cuando lo decida un juez) en opini¨®n de los m¨¢s r¨¢pidos en etiquetar. Ram¨ªrez Marco, valenciano de 41 a?os, se invent¨® graciosamente en 2013 una moneda para traficar en la red (el unete, equivalente a un d¨®lar), sin referencias, ni control oficial ni garant¨ªa conocida o desconocida; y con ese invento tan inveros¨ªmil como los mortadelos, ha conseguido enga?ar a 22.000 personas en 10 pa¨ªses, por un volumen de fraude estimado en 50 millones de euros. De esto es capaz un emprendedor espa?ol obsesionado con la infracultura de la especulaci¨®n y con el sonsonete delirante ¡°Internet os har¨¢ ricos¡±.
Separemos cuidadosamente sujeto y objeto, defraudador y enga?ados. Ram¨ªrez se ha comportado como uno de esos ¡°temerarios sin valor y codiciosos sin audacia¡± de los que hablaba Joseph Conrad. Consideran que es f¨¢cil hacerse rico y en las clases de psicopatolog¨ªa econ¨®mica (si no las hay, es hora de crearlas) deber¨ªan estudiarse sus motivaciones y sus modelos, igual que el FBI estudia los perfiles de conducta de un criminal reincidente. La reincidencia indica una distorsi¨®n peligrosa en el car¨¢cter del emprendedor. Ram¨ªrez fue responsable de guardarropa en una discoteca, experto por correspondencia en sociedades de inversi¨®n en Panam¨¢ y colaborador de Germ¨¢n Cardona, encarcelado como autor de una estafa piramidal. Es prudente hacerse todav¨ªa muchas preguntas m¨¢s (probablemente vea a los ciudadanos como un reba?o que hay que esquilar), pero el perfil de neurosis especulativa y avidez por la riqueza instant¨¢nea parece indeleble.
La orilla de los enga?ados est¨¢ entre tinieblas. El cebo solidario nunca falla, pero ?a nadie le extra?¨® que la conversi¨®n de euros a unetes requiriese una transferencia a Union Business Online TLD, una sociedad situada en un para¨ªso fiscal de San Vicente y las Granadinas? Entre los presuntos timados figuran empresarios o emprendedores (el PP ha revitalizado la figura del emprendedor sin duda para ampliar el espectro moral de la acci¨®n empresarial) experimentados. Cualquiera dir¨ªa que la sociedad espa?ola disfruta de un cierto grado de inmunidad despu¨¦s de las dosis de vacuna inyectadas por los Ruiz Mateos: no es as¨ª. La credulidad es el octavo pecado capital; permite que se repitan casos como el timo de la estampita, Sofico, F¨®rum Filat¨¦lico o Madoff (era anal¨®gica) y ahora el caso Ram¨ªrez y unete (era digital).
Ram¨ªrez no es Madoff. A su mec¨¢nica extractiva le faltan volumen, irradiaci¨®n social y conexi¨®n con capas m¨¢s acomodadas de las sociedades donde ha transmutado bits mojados por d¨®lares y euros. Pero si no se articulan reglas sencillas ¡ªpara que todo el mundo las entienda¡ª sobre el dinero virtual y el respaldo de confianza que necesita, Ram¨ªrez ser¨¢ un adelantado. Ron Hubbard descubri¨® que el dinero de verdad estaba en la religi¨®n y se ba?¨® en oro con la cienciolog¨ªa; la pr¨®ximo fontera puede ser Internet.
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