11 fotosDoce libros de esta semana en BabeliaEl homenaje al romanticismo de Ospina, Karen Armstrong sobre libros sagrados, varios poemarios... Las cr¨ªticas de BabeliaBabelia26 jun 2015 - 16:41CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEste es el primer libro que se traduce en Espa?a de Owen Barfield (1898-1997), pensador raro y original. Ingl¨¦s de nacimiento, estudioso del lenguaje, se relacion¨® con autores de la talla de J. R. R. Tolkien, Charles Williams y C. S. Lewis, que lo admiraron y compartieron con ¨¦l su adicci¨®n a la sabidur¨ªa. Salvar las apariencias (1965) pas¨® desapercibido en Europa, pero gan¨® fama en Estados Unidos, donde cre¨® escuela y aun hoy destaca entre los t¨ªtulos emblem¨¢ticos de la espiritualidad. Por LUIS FERNANDO MORENO CLAROSATALANTAKaren Armstrong, la historiadora que profes¨® como monja cat¨®lica, ha escrito una obra monumental de recopilaci¨®n y ordenaci¨®n de datos que constituye una historia pol¨ªtica de las relaciones entre violencia, pol¨ªtica y religi¨®n, tr¨ªptico al que podr¨ªamos a?adir un cuarto elemento: la guerra, desde sus m¨¢s o menos remotos comienzos hasta la actualidad. Y lo ha hecho con el objetivo de desentra?ar las responsabilidades causales entre esos factores, tan constitutivos del mundo contempor¨¢neo. Un empe?o tan ambicioso plantea un problema ab origine que es d¨®nde puede o no detenerse el autor en el discurso envolvente, la historia ¨¦ven¨¦mentielle en la que se inscribe el fen¨®meno a estudiar. La elecci¨®n de la se?ora Armstrong es discutible en la medida en que la narraci¨®n se pierde un poco en la descripci¨®n de ese contexto, pero igualmente podr¨ªa argumentarse que sin el mismo nos hallar¨ªamos ante un ensayo puramente te¨®rico, desgajado de los acontecimientos. Por MIGUEL ?NGEL BASTENIERPAID?SSi cualquier libro antiguo es un organismo vivo ¡ªsiendo la de Trapiello la ¨²ltima innovaci¨®n evolutiva del Quijote¡ª, la Biblia ser¨¢ seguramente el m¨¢s vivo de todos. El linaje del Viejo Testamento se escindi¨® pronto en dos g¨¦neros, jud¨ªo y cristiano, y el segundo gener¨® despu¨¦s los subg¨¦neros cat¨®lico y ortodoxo, por un lado, y el m¨¢s selectivo y breve protestante, que considera ap¨®crifo mucho libro y mucho p¨¢rrafo de los sure?os. Incluso antes de todo eso, la adici¨®n del Nuevo Testamento a las biblias occidentales se puede ver como un caso palmario de evoluci¨®n por simbiosis. M¨¢s recientemente, las radiaciones de especies han sido numerosas y con rasgos de adaptaci¨®n local. El libro que el lector tal vez tenga en su salita es el fruto de un milenario proceso evolutivo: un producto de la historia, en gran medida ¨²nico e irrepetible. Por JAVIER SAMPEDRODEBATEWill Self es un referente de la narrativa contempor¨¢nea en lengua inglesa desde que la revista Granta de Londres lo eligi¨® en 1993 como uno de los talentos m¨¢s prometedores. Rushdie, A. S. Byatt o la Nobel Doris Lessing apostaron por ¨¦l. Poca broma. Grandes simios (1997; Anagrama, 2006) es una de sus grandes novelas, a medio camino entre la distop¨ªa, la ciencia ficci¨®n que ley¨® en Ballard o Philip K. Dick y la cr¨ªtica del sistema que aprendi¨® de C¨¦line o de Joseph Heller. Al despertarse una ma?ana tras un sue?o intranquilo, el pintor Simon Dykes descubre que Londres se ha convertido en una ciudad de primates. Por JAVIER APARICIO MAYDEUSIRUELAEn la batidora de Vilas hay lazos familiares y pasiones desatadas, distop¨ªas futuristas y recuentos hist¨®ricos, pueblos de Espa?a y capitales del mundo. Aunque ning¨²n animal haya resultado herido durante la redacci¨®n de este volumen, el lector no saldr¨¢ indemne de una experiencia delirante y gozosa: algo as¨ª como toparse con una manada de 700 millones de rinocerontes en la antesala que separa a los vivos de los muertos. Por LUIS BAGU? QU?LEZALFAGUARAManuel Vilas (Barbastro, 1962) toma dos decisiones que hacen de 'El hundimiento' un libro distinto, pero fiel a sus preocupaciones habituales. En primer lugar, Vilas despide a Vilas, esa suerte de "hom¨®nimo heter¨®nimo" cuya omnipresencia hab¨ªa generado una mec¨¢nica algo reiterativa en Gran Vilas. En segundo lugar, opta por una tonalidad crepuscular, lejos de la explosi¨®n celebratoria y de su onda expansiva. Aunque el t¨¦rmino medio no sea la principal virtud del autor, los ocasionales excesos se redimen aqu¨ª gracias a una po¨¦tica de la derrota troquelada sobre "el vac¨ªo general de todas las cosas". Por LUIS BAGU? QU?LEZVISORSeg¨²n cuenta Vasari, Leonardo da Vinci quer¨ªa evitar que el cuadro de la Mona Lisa transmitiese esa melancol¨ªa que provocan a veces las pinturas, as¨ª que mientras la retrataba hizo que a su alrededor hubiese siempre m¨²sicos tocando instrumentos o cantando, y bufones que la hiciesen estar alegre. De ah¨ª la famosa sonrisa y de ah¨ª que algunos afirmen que es el ¨²nico retrato que no produce nostalgia al mirarlo. Por el contrario, algo de nostalgia se ha colado en esta ¨²ltima novela de Rosa Ribas (Barcelona, 1963), aunque lleve en el t¨ªtulo el nombre del pintor que supo evitarla en su cuadro m¨¢s conocido. Pero vayamos por partes. Por FERNANDO CASTANEDOSIRUELAA menudo, la contracubierta de un libro funciona como mero material promocional; no siempre se logra extraer de ella una idea precisa de lo que nos vamos a encontrar a lo largo de las p¨¢ginas del volumen, pero en esta ocasi¨®n, una frase de esos p¨¢rrafos s¨ª nos dice mucho sobre el m¨¦todo que el mexicano Luigi Amara (1971), finalista del Premio Anagrama de Ensayo 2014, ha seguido en su Historia descabellada de la peluca: "Un poco a la manera de los libros miscel¨¢neos de la antig¨¹edad, consiste en la yuxtaposici¨®n de an¨¦cdotas que propician y encauzan a la reflexi¨®n, todo ello trenzado por una lucidez ir¨®nica de quien se revela como un observador sagaz". En efecto, hay tal profusi¨®n de an¨¦cdotas que el libro de Amara bien podr¨ªa titularse Todo lo que usted siempre quiso saber sobre la peluca, emulando al Woody Allen de la primera ¨¦poca. Esta selva de historias y ep¨ªtetos sobre la peluca ¡ªes meritorio el esfuerzo del autor por nombrarla de mil formas distintas¡ª nos lleva a concebir el texto como un gabinete de curiosidades en el que se hallase cualquier pregunta que nos hayamos formulado alguna vez respecto a las cabelleras de artificio (¡°?Por qu¨¦ las im¨¢genes de calaveras no llevan pelo?¡±, ¡°?C¨®mo lleg¨® a ser la peluca signo de alcurnia y sofisticaci¨®n?¡±¡). Por MERCEDES CEBRI?NANAGRAMALa escritura de Chantal Maillard (Bruselas, 1951) hace tiempo que dej¨® de ser literatura para dar cuenta del dolor sin abstracciones ret¨®ricas. Lo importante no es el sujeto que escribe, sino ese ¡°m¨ª¡± que se (pro)pone frente a las cosas, a los otros y a los (de)m¨¢s: ¡°Os hablo de cosas muy concretas. / Quien habla es lo de menos¡±. Desordena el g¨¦nero poes¨ªa para ¡°subvertir (¡) el territorio del logos¡±, haciendo de su escritura un bloque fragmentario, una disociaci¨®n unitaria de abrupta y tensa sintaxis, un no s¨¦ qu¨¦, herido, que queda balbuciendo ante un desamparo que busca la compasi¨®n del que ¡°advierte / en s¨ª / la herida que es de otro / y le arde¡±. Por ANTONIO ORTEGATUSQUETSUna corriente de nostalgia del mundo de nuestros abuelos sacude la literatura europea de los ¨²ltimos a?os. Aquel mundo era tanto o m¨¢s clasista, cruel, despiadado, absurdo e ?injusto que ¨¦ste, pero era mucho menos exigente con el individuo. La ?nostalgia de napalm hedonista de Houellebecq poco tiene que ver con la de Como de la familia, de Paolo Giordano (Tur¨ªn, 1982), pero ambas tienen un punto en com¨²n: el ir en busca de ese otro tiempo en el que uno no ten¨ªa que ser a la vez hombre y mujer, l¨®gico y sentimental, sumiso y severo, rom¨¢ntico y chabacano. Y es que el devenir hist¨®rico y econ¨®mico ha creado la trampa matamoscas perfecta. No hubi¨¦ramos aceptado de ning¨²n s¨¢trapa, gobernante, mes¨ªas o jefe una tiran¨ªa como la que nos autoinfringimos en el Primer Mundo. El hecho de que el capataz sea uno mismo es lo que hace perfecta la trampa. Hemos comprado que todo se adapte a nosotros, que ?somos libres para hacer lo que sea desde donde sea ¨²nicamente para poder trabajar 24 horas al d¨ªa. Ser singulares solo para acabar siendo una prisi¨®n en una isla. Por CARLOS ZAN?NSALAMANDRAEl Romanticismo puso de moda una palabra de origen italiano: capricho. Literalmente podr¨ªa significar "que procede como las cabras". Es decir: a salto de mata, desordenadamente. Pero los rom¨¢nticos, que hicieron de ella una fe de vida, dieron un sentido preciso a esta palabra: lo que se ejecuta por la fuerza del ingenio antes que por la observancia de unas reglas. Con este gozoso m¨¦todo intuitivo, el escritor colombiano William Ospina (Padua, Tolima, 1954) recrea una an¨¦cdota central en la historia de la literatura moderna, hace su peculiar homenaje al Romanticismo y, ya de paso, como quien dice, al misterio de fabulaci¨®n en general. Por CARLOS PARDORANDOM HOUSE