12 fotosCanaan, la tierra prometida de Hait¨ªCinco a?os despu¨¦s del devastador terremoto que asol¨® el pa¨ªs, los haitianos reconstruyen sus vidas en nuevos asentamientos Port au Prince - 02 jul 2015 - 11:07CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceUnas mujeres venden mangos y otros alimentos b¨¢sicos en una encrucijada llenas de tiendas y puestos de venta en Canaan, Hait¨ª. Las peque?as empresas establecidas por los colonos han surgido por toda la ciudad y atienden a las necesidades diarias de los residentes de siempre y de quienes han llegado con el auge de la construcci¨®n.Rebecca Blackwell (AP)Una ni?a juega en una silla de ruedas frente a una choza en la que se puede leer una pintada que reza: "Jes¨²s te ama. T¨² amas a Jes¨²s", en Cana¨¢n, Hait¨ª. Con una inversi¨®n de 14 millones de d¨®lares, la Cruz Roja Americana y la USAID est¨¢n ayudando a implementar un programa piloto del gobierno que planea traer a esta ciudad carreteras pavimentadas, escuelas, agua y energ¨ªa en una zona al tiempo que colaboran con los residentes para asegurar que sus casas cumplen con las normas de construcci¨®n.Rebecca Blackwell (AP)Botellas de pl¨¢stico vac¨ªas cuelgan en el exterior del puesto de un vendedor de bebidas en Cana¨¢n, Hait¨ª. Mientras que algunos ven signos alentadores deautosuficiencia en esta localidad, otros ven males familiares para los habitantes de la naci¨®n m¨¢s pobre de Am¨¦rica: servicios p¨²blicos inexistentes, escasez de trabajos dignos y condiciones de vida insalubres.Rebecca Blackwell (AP)Unas colegialas hacen los deberes en una misi¨®n en la Escuela Evang¨¦lica de Bethesda en Cana¨¢n, Hait¨ª. Gran parte del sistema escolar de Hait¨ª ha sido privatizado y los habitantes de Cana¨¢n no han perdido el tiempo a la hora de construir sus propias escuelas, muchas de ellas por la iglesia. No todos los padres pueden pagar la matr¨ªcula o los uniformes de sus hijos para las escuelas. Las que no quieren dar la espalda a los estudiantes m¨¢s pobres deben luchar para encontrar fuentes adicionales de financiaci¨®n.Rebecca Blackwell (AP)Unos chicos juegan al f¨²tbol en un solar de tierra en Cana¨¢n, Hait¨ª. Debido a la desorganizaci¨®n para reclamar la tierra libre en Cana¨¢n, los colonos dejaron espacio para carreteras, pero hicieron pocos planes para construir espacios p¨²blicos como campos de juego, parques o plazas.Rebecca Blackwell (AP)Isabel Gede¨®n sostiene a su hija Naika, de ocho meses, dentro de la choza familiar de madera con techo de zinc construida en una ladera empinada en Cana¨¢n, Hait¨ª. Gede¨®n y su pareja viven con sus cuatro de hijos, tres de relaciones anteriores, en una habitaci¨®n de la choza que han dividido en dos con una cortina decorativa. En cuanto al mobiliario, utilizan dos camas individuales, una mesa y una cuna port¨¢til junto a la que cuelgan dos pares de sandalias de beb¨¦.Rebecca Blackwell (AP)Un grupo de taxistas de motocicleta esperan a los clientes en una zona comercial dentro de Cana¨¢n, Hait¨ª. Algunos de los barrios cuentan con tiendas de alimentaci¨®n, de moda de se?ora y caballero, iglesias y guarder¨ªas. Los residentes son una mezcla de familias pobres y otras m¨¢s acomodadas.Rebecca Blackwell (AP)Estudiantes de preescolar colorean el dibujo de una sand¨ªa en la Escuela Evang¨¦lica Bethesda en Cana¨¢n, Hait¨ª . Muchos de ellos nacieron poco despu¨¦s de la fundaci¨®n de Cana¨¢n.Rebecca Blackwell (AP)Las piernas de los escolares se ven debajo de una pizarra que se utiliza para dividir a los estudiantes de los diferentes niveles en una de las aulas de primaria en la Escuela Evang¨¦lica de Bethesda, en Cana¨¢n, Hait¨ª . La vida aqu¨ª no es f¨¢cil y el mayor temor es que Cana¨¢n se convierta en otro Cit¨¦ Soleil, un laberinto de chozas originalmente planificadas como una comunidad para los trabajadores pero que acab¨® como gheto pandillero.Rebecca Blackwell (AP)La gente espera en la fila para llenar baldes con agua a una bomba en Cana¨¢n, Hait¨ª. Los residentes dicen que esta bomba, como la mayor¨ªa de las de Cana¨¢n, da un agua que es demasiado salada para beber. Los residentes la utilizan para el lavado y limpiezaRebecca Blackwell (AP)Tres colegialas caminan por el pavimento rocoso en los alrededores del colegio evang¨¦lico de Betsheda, en Canaan, durante el recreo. Los habitantes de esta localidad han invertido su propio dinero y esfuerzo en reconstruir la ciudad as¨ª que se muestran muy abiertos a planear y renovar los espacios urbanos.Rebecca Blackwell (AP)