Grecia: ahora, m¨¢s Europa
Los l¨ªderes que creen llevar a su pueblo a la tierra prometida suelen estrellarlos dram¨¢ticamente contra la realidad. Tsipras se pondr¨¢ a la cabeza de la revoluci¨®n y su pa¨ªs terminar¨¢ saliendo del euro
El corralitogriego estaba cantado. No hab¨ªa alternativa. Ni para Grecia, ni para la uni¨®n monetaria. Cuando los depositantes griegos han perdido la confianza en el valor de sus ahorros, cuando depende de un refer¨¦ndum que tengan euros o nuevos dracmas, cualquier persona informada prefiere guardar sus euros bajo el colch¨®n. Una semana es una eternidad. La opini¨®n p¨²blica sigue confiando en un acuerdo de ¨²ltima hora. Se citan razones geopol¨ªticas, econ¨®micas o morales para que Grecia permanezca en el euro. Las primeras no pueden seguir imponi¨¦ndose a la realidad econ¨®mica. Ese ha sido el problema griego desde el principio, desde su entrada en la UE. De las ¨²ltimas, no me cabe a m¨ª opinar, pero pienso que nada tienen que ver con el r¨¦gimen monetario de un pa¨ªs. Hablemos de las econ¨®micas.
Le toca mover ficha al primer ministro griego y elegir entre dos opciones. Puede ceder, pedir el s¨ª, apelar a la responsabilidad hist¨®rica y confesar que ha llegado al extremo de sus posibilidades negociadoras. Tendr¨ªa asegurado un nuevo programa de ajuste y garantizado el ahorro de sus ciudadanos; pero pondr¨ªa en peligro su supervivencia pol¨ªtica, porque no cabe pensar que las denostadas instituciones modifiquen sustancialmente una oferta que ¨¦l ha calificado de rid¨ªcula y humillante. Hacerlo ser¨ªa invitar a un chantaje permanente y la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria (UEM) estar¨ªa muerta; perdida toda su credibilidad.
Si el mandatario griego acepta que se equivoc¨®, podr¨ªa emerger como un hombre de Estado y provocar¨ªa la euforia de los mercados europeos: las ca¨ªdas del lunes ser¨ªan apenas una an¨¦cdota. Un bonito sue?o, pero poco probable. Tiene Tsipras un toque mesi¨¢nico que nos deber¨ªa resultar conocido. Los l¨ªderes que creen llevar a su pueblo a la tierra prometida suelen estrellarlos dram¨¢ticamente con la realidad. Creo m¨¢s bien que se pondr¨¢ a la cabeza de la revoluci¨®n y Grecia terminar¨¢ saliendo del euro (ya tiene padrino intelectual porque el omnipresente Krugman no ha perdido el tiempo en salir a la palestra). Tras un breve periodo de tensi¨®n en los mercados, ser¨¢ una buena noticia para Europa y para Espa?a porque confirmar¨¢ que la UEM es una uni¨®n de reglas, soberan¨ªa compartida y transferencias condicionadas. Y dejar¨¢ tambi¨¦n claro que Europa no pretende resolver problemas geopol¨ªticos con instrumentos monetarios y cambiarios. Para eso est¨¢n la OTAN, la Pol¨ªtica Exterior Com¨²n o la Agencia Europea de Defensa.
La crisis ser¨¢ finalmente positiva para la Eurozona, el catalizador que necesitaba
La Uni¨®n Monetaria tiene hoy instrumentos econ¨®micos suficientes para convertir el reto griego en una gran oportunidad para consolidarse como un espacio econ¨®mico de estabilidad, prosperidad y crecimiento para los pa¨ªses que cumplen las reglas que nos hemos dado entre todos. En eso, por cierto, consiste precisamente la democracia, aunque los partidarios de tomar el palacio de invierno no lo entiendan. Europa debe avanzar decididamente en la integraci¨®n econ¨®mica y monetaria de la eurozona. Como ha hecho siempre, en todos los momentos cr¨ªticos anteriores. Desde la puesta en marcha de la Uni¨®n Monetaria, en plena crisis del sistema europeo de cambios, al principio de los noventa, hasta la uni¨®n bancaria en la primera crisis del euro en 2010-2012. Europa siempre ha avanzado as¨ª y esta vez no ser¨¢ diferente. De hecho, lo tiene m¨¢s f¨¢cil, porque hay un gran consenso sobre lo que hay que hacer a medio plazo, consenso que se ha plasmado recientemente en el llamado Documento de los cinco presidentes. Mi apuesta es que se acelerar¨¢ la entrada en vigor de muchas de sus recomendaciones, que se entend¨ªan en el medio plazo.
Tres son los movimientos pol¨ªticos m¨¢s probables en el muy corto plazo. Y los tres muy significativos de que la construcci¨®n europea implica dos cosas que los griegos no han querido ver: cesi¨®n de soberan¨ªa y mutualizaci¨®n condicionada de la deuda.
La UEM adelantar¨¢ el mecanismo europeo de resoluci¨®n bancaria (MUR), previsto para 2015 pero con un calendario progresivo de implantaci¨®n de ocho a?os. La directiva europea prev¨¦ esa posibilidad, mediante la capacidad de endeudamiento a trav¨¦s del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) para suplir la falta de fondos nacionales. Supondr¨¢ un nuevo paso en la mutualizaci¨®n de la deuda bancaria europea. Para completar la ruptura definitiva del bucle perverso de crisis soberana/crisis bancaria, la UEM acelerar¨¢ la recapitalizaci¨®n directa de los bancos, cuya solvencia ¨²ltima no depender¨¢ as¨ª de la calidad crediticia de los Tesoros nacionales.
El Eurogrupo asumir¨¢ la direcci¨®n de la pol¨ªtica fiscal y se convertir¨¢ en el Tesoro europeo
Para hacer todo esto posible, t¨¦cnicamente sostenible y pol¨ªticamente aceptable, la eurozona avanzar¨¢ en la gobernanza fiscal dentro de un sistema de transferencias fiscales condicionadas. Se consolidar¨¢ sin tardanza el Eurogrupo con car¨¢cter permanente, staff propio y embri¨®n del gobierno fiscal europeo. Se convertir¨¢ con el tiempo en el Tesoro europeo que tanto reclaman acad¨¦micos, analistas y los Gobiernos franc¨¦s y alem¨¢n, aunque se hayan resistido a su concreci¨®n por miopes razones electorales que hoy parecen irrelevantes y casi irresponsables. El Eurogrupo asumir¨¢ la direcci¨®n de la pol¨ªtica fiscal en Europa, asegurando que las pol¨ªticas nacionales sean compatibles con las necesidades de la eurozona, para lo que habr¨¢ de disponer de incentivos, programas de estabilizaci¨®n europeos con financiaci¨®n propia a trav¨¦s de alg¨²n activo europeo, los famosos eurobonos. Pero tambi¨¦n de sanciones, en concreto de la capacidad para anular decisiones fiscales de los Estados miembros. Todo un reto. Pero cosas m¨¢s incre¨ªbles hemos visto ya en la construcci¨®n europea estos a?os.
Aunque la UEM y el BCE llevan meses estudiando el plan b, que es precisamente de lo que se trata ahora, aplicarlo no puede ser inmediato. Los mercados financieros seguir¨¢n nerviosos, lo que ofrecer¨¢ una gran oportunidad de compra a los que anticipen estos cambios. No estar¨¢n solos porque el BCE actuar¨¢ decididamente a su favor. Mario Draghi har¨¢ uso de su c¨¦lebre ¡°whatever it takes¡± para los pa¨ªses dentro del sistema. Lo tiene muy f¨¢cil: dispone de los mecanismos t¨¦cnicos y la reciente sentencia de la Corte Europea le da argumentos jur¨ªdicos frente a los m¨¢s recalcitrantes. Los instrumentos son conocidos: compras aceleradas y discriminantes de bonos p¨²blicos mediante el SMP, m¨¢s intensas de aquellos bonos m¨¢s atacados, y liquidez garantizada, ilimitada y a tipo cero a trav¨¦s de las TLTRO [pr¨¦stamos condicionados a largo plazo]. Los especuladores ¡ªyo prefiero llamarles simplemente los inversores¡ª m¨¢s incr¨¦dulos con el euro tendr¨¢n enfrente a uno de los bancos centrales m¨¢s poderosos del mundo dispuesto a utilizar toda la artiller¨ªa. No les arriendo la ganancia, porque estoy convencido de que la tragedia griega ser¨¢ finalmente positiva para la eurozona: el catalizador que Europa necesitaba.
Fernando Fern¨¢ndez M¨¦ndez de Andes. IE Business School.
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