El cambio cosm¨¦tico
El ¡®Diccionario¡¯ nos lleva a deducir que la locuci¨®n se refiere a cambios embellecedores
Aprendemos los significados de las palabras gracias a que nos topamos con ellas a menudo en contextos estables que nos dan pistas para deducir qu¨¦ se nos dice. Y si aparecen nuevos contextos habituales, las palabras reciben nuevas connotaciones.
As¨ª ha ocurrido, por ejemplo, con la voz ¡°involucrado¡±. Su definici¨®n no sugiere nada ilegal, pero tanto personaje se ha visto involucrado en la corrupci¨®n que si dij¨¦ramos ¡°Higinio est¨¢ involucrado en la venta de un terreno¡±, inducir¨ªamos a la sospecha de que algo raro tram¨® Higinio con esa operaci¨®n.
Se est¨¢ usando mucho en la prensa el t¨¦rmino ¡°cosm¨¦tico¡±, que nuestros antepasados del siglo XIX adoptaron para sustituir a ¡°afeite¡± (Manuel Alvar Ezquerra, 2014). Pero sus contextos empiezan tambi¨¦n a alterarlo, en especial por la ?reiterada locuci¨®n ¡°cambio cosm¨¦tico¡±.
Esta locuci¨®n que nos viene ¡°desde arriba¡± sugiere unos retoques sin valor, superficiales, incluso tramposos, de pura apariencia
La etimolog¨ªa de ¡°cosm¨¦tico¡± nos remite al griego kosmetik¨®s: ¡°relativo al adorno¡±. Y a partir de ah¨ª se construy¨® el significado actual: ¡°Dicho de un producto: que se utiliza para la higiene o belleza del cuerpo, especialmente del rostro¡±. Por tanto, algo que embellece. Y luego se ha formado un sentido metaf¨®rico (quiz¨¢s calcado del ingl¨¦s), que la Academia incorpor¨® en 1992 pese a los escasos registros de ese segundo uso que figuran en sus bases de datos (y casi todos extra¨ªdos de la prensa). La ¨²ltima edici¨®n impresa del Diccionario (2014) a?ade este ejemplo de uso figurado: ¡°Para que la empresa vuelva a funcionar no basta con cambios cosm¨¦ticos¡±.
El conjunto del texto acad¨¦mico en esa entrada nos llevar¨ªa, pues, a deducir que la locuci¨®n ¡°cambios cosm¨¦ticos¡± se refiere a cambios embellecedores.
Pero ?es eso lo que se quiere decir con ¡°cambio cosm¨¦tico¡±? Creemos que no.
Esta locuci¨®n que nos viene ¡°desde arriba¡± (en boca de pol¨ªticos y periodistas, rara vez entre el com¨²n de los hablantes) sugiere unos retoques sin valor, superficiales, incluso tramposos, de pura apariencia. Se critican ¡°cambios cosm¨¦ticos¡± en el Gobierno, en la econom¨ªa, en la Monarqu¨ªa... Es decir, se les otorga un valor peyorativo; a diferencia de lo que implicaba el concepto de embellecer, que sin duda es meliorativo.
Ese giro en el significado lo ha percibido con claridad la Asociaci¨®n de Perfumer¨ªa y Cosm¨¦tica espa?ola (sector donde trabajan 200.000 personas), que ha pedido p¨²blicamente que no se use el adjetivo ¡°cosm¨¦tico¡± como sin¨®nimo de ¡°irrelevante¡±.
La asociaci¨®n muestra su ¡°incomodidad¡± porque cree que de esos contextos se desprende que la cosm¨¦tica es ¡°algo carente de valor¡±, ¡°fr¨ªo, f¨²til o ef¨ªmero¡±. Y se ve l¨®gica la preocupaci¨®n, porque el ¨¦xito de este aparente calco del ingl¨¦s hace peligrar la percepci¨®n del t¨¦rmino que da nombre a sus productos. Un significado que puede pasar de evocar la belleza a connotar el enga?o.
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