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En una de las playas cerca de Bujumbura, se contin��a pescando durante la noche el ndagala , una de las pocas fuentes de prote��nas para la poblaci��n

Sebasti��n Ruiz

Bujumbura - 21 jul 2015 - 12:50CEST

En medio del lago Tanganica, el segundo m��s profundo del mundo despu��s del Baikal, en Rusia, una l��mpara de parafina alumbra a Mois��s, uno de los cinco integrantes de la flotilla. — En medio del lago Tanganica, el segundo m��s profundo del mundo despu��s del Baikal, en Rusia, una l��mpara de parafina alumbra a Mois��s, uno de los cinco integrantes de la flotilla.Sebastian Ru��z

Foto 3. Este tipo de pesca artesanal se realiza con unas l��mparas colocadas sobre un pal�� de madera. Los peces que acuden a la luz y quedan atrapados en la red se conocen como ndagala, una especie end��mica del lago parecida al boquer��n. El rect��ngulo formado por las dos barcazas deja en el medio la luz y bajo ella la red que tras unas 3 horas ser�� recogida. — Foto 3. Este tipo de pesca artesanal se realiza con unas l��mparas colocadas sobre un pal�� de madera. Los peces que acuden a la luz y quedan atrapados en la red se conocen como ndagala, una especie end��mica del lago parecida al boquer��n. El rect��ngulo formado por las dos barcazas deja en el medio la luz y bajo ella la red que tras unas 3 horas ser�� recogida.Sebastian Ru��z

Amanece despu��s de una noche sobre las aguas del lago Tanganica. Mois��s y Andrew muestran una peque?a parte de la captura sobre una cesta de mimbre. — Amanece despu��s de una noche sobre las aguas del lago Tanganica. Mois��s y Andrew muestran una peque?a parte de la captura sobre una cesta de mimbre.Sebastian Ru��z

Deniss tiene 14 a?os. Hace tiempo que tuvo que abandonar la escuela. Sus padres est��n refugiados en Tanzania pero ��l vive con su abuela. Ahora su familia m��s cercana es la flotilla comandada por Olivier. — Deniss tiene 14 a?os. Hace tiempo que tuvo que abandonar la escuela. Sus padres est��n refugiados en Tanzania pero ��l vive con su abuela. Ahora su familia m��s cercana es la flotilla comandada por Olivier.Sebastian Ru��z

Olivier divisa la costa a unos 5 kil��metros. Es un patr��n formado con la pr��ctica y con la experiencia de haber vivido una guerra civil faenando en el Tanganica. — Olivier divisa la costa a unos 5 kil��metros. Es un patr��n formado con la pr��ctica y con la experiencia de haber vivido una guerra civil faenando en el Tanganica.Sebastian Ru��z

El sol despunta dejando un paisaje espectacular. Al fondo las monta?as ruandesas y burundesas que se unen sin fronteras cobijan a la capital, Bujumbura. Una barca de pescadores pone el rumbo hacia la orilla. — El sol despunta dejando un paisaje espectacular. Al fondo las monta?as ruandesas y burundesas que se unen sin fronteras cobijan a la capital, Bujumbura. Una barca de pescadores pone el rumbo hacia la orilla.Sebastian Ru��z

En la orilla esperan comerciantes, pescadores, mujeres que preparan la comida y curiosos. — En la orilla esperan comerciantes, pescadores, mujeres que preparan la comida y curiosos.Sebastian Ru��z

Despu��s de una noche pescando, un caldo caliente con escasez de verduras espera a los pescadores por unos 40 c��ntimos de euro. — Despu��s de una noche pescando, un caldo caliente con escasez de verduras espera a los pescadores por unos 40 c��ntimos de euro.Sebastian Ru��z

Hace 11 a?os, la FAO, construy�� secaderos de tela met��lica sostenidos por palos de madera. De esta forma los bastidores quedaban fuera del alcance de los animales y pod��an cubrirse en el caso de que lloviera, evitando el deterioro de las ndagala. El n��mero de secadores a lo largo de las orillas del lago Tanganica ha aumentado de 500 a m��s de 2.000 unidades. — Hace 11 a?os, la FAO, construy�� secaderos de tela met��lica sostenidos por palos de madera. De esta forma los bastidores quedaban fuera del alcance de los animales y pod��an cubrirse en el caso de que lloviera, evitando el deterioro de las ndagala. El n��mero de secadores a lo largo de las orillas del lago Tanganica ha aumentado de 500 a m��s de 2.000 unidades.Sebastian Ru��z

Una pareja de pescadores desenreda una de las redes que han utilizado durante la noche. Al fondo se pueden apreciar las tiendas de campa?a improvisadas que hacen las veces de casa. — Una pareja de pescadores desenreda una de las redes que han utilizado durante la noche. Al fondo se pueden apreciar las tiendas de campa?a improvisadas que hacen las veces de casa.Sebastian Ru��z

El peque?o asentamiento pesquero donde vive Olivier en Bujumbura es un espacio tan peque?o que se est�� en ��l de repente. Carece de esa dignidad que otorgan unas afueras, una periferia. Aqu�� conviven una treintena de hombres que entienden la pesca tradicional como su propio refer��ndum al s�� a la vida. — El peque?o asentamiento pesquero donde vive Olivier en Bujumbura es un espacio tan peque?o que se est�� en ��l de repente. Carece de esa dignidad que otorgan unas afueras, una periferia. Aqu�� conviven una treintena de hombres que entienden la pesca tradicional como su propio refer��ndum al s�� a la vida.Sebastian Ru��z

Los militares pasean m��s de lo normal por la orilla pesquera. La situaci��n de inestabilidad pol��tica que vive Burundi ha provocado que un total de 144.000 burundeses huyeran desde principios de abril a las vecinas Ruanda, Tanzania y Rep��blica Democr��tica del Congo por las aguas del lago Tanganica. — Los militares pasean m��s de lo normal por la orilla pesquera. La situaci��n de inestabilidad pol��tica que vive Burundi ha provocado que un total de 144.000 burundeses huyeran desde principios de abril a las vecinas Ruanda, Tanzania y Rep��blica Democr��tica del Congo por las aguas del lago Tanganica.Sebastian Ru��z

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