Por una cultura acad¨¦mica distinta: propuestas contra el plagio
Un grupo de 22 acad¨¦micos de 12 instituciones distintas hemos elaborado un breve documento sobre el plagio
En las ¨²ltimas semanas dos casos de plagio acad¨¦mico han afectado de manera notable a la comunidad acad¨¦mica mexicana. A pesar de no disponer de cifras exactas sobre su extensi¨®n, hay suficiente evidencia de que el plagio constituye un problema bastante extendido en nuestro medio. El fortalecimiento intelectual, institucional y ¨¦tico de dicha comunidad es el ¨²nico camino para erradicar de su seno pr¨¢cticas que la afectan de diversas formas y cuya tolerancia amenaza los valores fundamentales que la sostienen. En el centro de dichas pr¨¢cticas se encuentra el plagio acad¨¦mico. En su ejercicio se mezclan, en primer lugar, la deshonestidad y la pereza de algunos, pero tambi¨¦n la displicencia de otros, as¨ª como la ausencia de un marco regulatorio. En M¨¦xico, esta falta de regulaci¨®n y de las sanciones correspondientes no hace m¨¢s que contribuir a la difusi¨®n del plagio; asimismo, estas insuficiencias inciden sobre una serie de pr¨¢cticas que de alg¨²n modo lo alimentan y le permiten desarrollarse.
La detecci¨®n de varios casos notorios de plagio en las universidades mexicanas durante los ¨²ltimos a?os nos parece reveladora de la crisis del sistema educativo que vive el pa¨ªs en todos sus niveles y de la producci¨®n del saber en particular. La apropiaci¨®n indebida del trabajo de otros y de las ideas ajenas atenta contra la esencia y el sentido de la vida acad¨¦mica. El plagio acad¨¦mico est¨¢ asociado con la ausencia de medidas que lo castiguen, sin duda, pero tambi¨¦n con mecanismos de producci¨®n del saber que tendr¨ªan que refundarse, de manera que incidan directamente sobre un ambiente de tolerancia que contribuye a convertir al plagio en un problema a¨²n m¨¢s profundo, m¨¢s extendido y m¨¢s dif¨ªcil de detectar. Esta situaci¨®n debe terminar a la brevedad posible. La detecci¨®n y sanci¨®n del plagio acad¨¦mico en nuestras instituciones docentes y de investigaci¨®n son aspectos muy significativos, no solo para la formaci¨®n integral de las nuevas generaciones, sino tambi¨¦n para aumentar el nivel de nuestra vida acad¨¦mica y, en esa medida, para el futuro de nuestro pa¨ªs.
Reconociendo los pasos firmes que algunas instituciones universitarias han dado recientemente en la lucha contra el plagio acad¨¦mico, con el objeto de propiciar un debate serio sobre el tema en la comunidad acad¨¦mica, as¨ª como contribuir a erradicarlo de nuestro medio, quienes suscribimos este documento hemos elaborado las siguientes propuestas:
I. Que las instituciones de educaci¨®n superior e investigaci¨®n suscriban un Acuerdo Nacional para el establecimiento de una pol¨ªtica de tolerancia cero frente al plagio acad¨¦mico. Esta pol¨ªtica debe incluir un compromiso a corto plazo por parte de todas las instituciones participantes en el Acuerdo para adecuar su normativa interna a fin de establecer instancias y procedimientos disciplinarios para la detecci¨®n y, en su caso, sanci¨®n a los estudiantes de todos los niveles y a los profesores e investigadores que incurran en esta pr¨¢ctica. Parte de esta pol¨ªtica debe incluir la definici¨®n de lo que significa ¡°plagio acad¨¦mico¡± y, por tanto, de los par¨¢metros para su detecci¨®n y, en su caso, sanci¨®n. Los par¨¢metros que surjan deber¨¢n ser ampliamente difundidos entre la comunidad acad¨¦mica en su conjunto, incluyendo profesores, investigadores y estudiantes de licenciatura y posgrado. Asimismo, deben contribuir de forma directa en la redacci¨®n y promulgaci¨®n de c¨®digos generales de ¨¦tica acad¨¦mica en todas y cada una de las instituciones de educaci¨®n superior del pa¨ªs y centros de investigaci¨®n.
II. Que la SEP, el CONACYT y la ANUIES apoyen mediante la adecuaci¨®n de su reglamentaci¨®n y a trav¨¦s de programas institucionales los esfuerzos de las instituciones de educaci¨®n superior y de investigaci¨®n para combatir en¨¦rgicamente el plagio y otras conductas ¨¦ticamente inaceptables que est¨¢n relacionadas con ¨¦l.
III. Que las sanciones que se apliquen en los casos de plagio comprobado por las instancias institucionales encargadas de su investigaci¨®n reflejen inequ¨ªvocamente su inaceptabilidad ¨¦tica, intelectual e institucional.
IV. Que el CONACYT apoye t¨¦cnica y financieramente a los comit¨¦s acad¨¦micos de los posgrados inscritos en el padr¨®n nacional, as¨ª como a los comit¨¦s editoriales (incluidos los de las revistas arbitradas) de las instituciones de investigaci¨®n registradas ante el mismo Consejo, para la adquisici¨®n y puesta en uso de software lo m¨¢s sofisticado posible para la detecci¨®n del plagio.
V. Que las instituciones de educaci¨®n superior e investigaci¨®n impulsen los mecanismos para poner en l¨ªnea toda su producci¨®n editorial y todas las tesis de sus egresados.
VI. Que los CV de todos los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), incluyendo los de las comisiones dictaminadoras y revisoras, sean p¨²blicos y est¨¦n disponibles en un sitio espec¨ªfico del CONACYT. Asimismo, que todos los ascensos que sean promovidos o ratificados, as¨ª como los descensos de categor¨ªa, aparezcan en ese mismo sitio, con los nombres de los miembros de cada una de las comisiones respectivas.
VII. Que tanto el CONACYT como las instituciones de educaci¨®n superior e investigaci¨®n valoren como es debido el trabajo de dictamen o arbitraje cient¨ªfico de publicaciones.
VIII. Que las instituciones que formen parte del Acuerdo aqu¨ª propuesto dise?en mecanismos eficaces de informaci¨®n a toda la comunidad acad¨¦mica sobre los casos confirmados de plagio.
Por ¨²ltimo, parece innegable que la tendencia generalizada a incrementar la cantidad de productos, el n¨²mero de alumnos por programa, el n¨²mero de tesis dirigidas y la eficiencia terminal (todas ellas tendencias que el CONACYT fomenta en su sistema de evaluaci¨®n actual) ha terminado por jugar en contra de la calidad acad¨¦mica. A este respecto, proponemos que en un plazo razonable algunas de las instituciones de investigaci¨®n m¨¢s importantes del pa¨ªs, junto con el propio CONACYT, la SEP y la ANUIES, convoquen a una serie de reuniones de trabajo en la que participen los acad¨¦micos mexicanos interesados, as¨ª como expertos internacionales, con el fin de dise?ar pol¨ªticas que, sin desechar todo lo que se ha avanzado al respecto en los ¨²ltimos a?os y sin perder de vista la viabilidad, pongan sobre la mesa maneras distintas, novedosas, de evaluar el trabajo acad¨¦mico en nuestras universidades y centros de investigaci¨®n.
Elisa C¨¢rdenas, Universidad de Guadalajara; Daniela Gleizer, UAM-C; Benjam¨ªn Arditi, UNAM; Jos¨¦ Antonio Aguilar, CIDE; Marco Antonio Landavazo, Univ. Michoacana; Roberto Bre?a, COLMEX; Ariadna Acevedo, CINVESTAV; Gabriel Negretto, CIDE; Antonio Azuela, UNAM;?Catherine Andrews, CIDE;?Tom¨¢s P¨¦rez Vejo, ENAH;?Iv¨¢n Escamilla, UNAM;?Soledad Loaeza, COLMEXFausta Gant¨²s, Instituto Mora;?Alfredo ?vila, UNAM;?Rafael Rojas, CIDE;?Eugenia Rold¨¢n, CINVESTAV;?Ignacio Almada Bay, El Colegio de Sonora;?Jes¨²s Rodr¨ªguez Zepeda, UAM-I;?Juan Ortiz Escamilla, Universidad Veracruzana;??rika Pani, COLMEX;?Gilles Serra, CIDE
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