9 fotosLos 10 libros de la semanaEl nuevo libro de Harper Lee y de C¨¦sar Aira, el debut de Phil Klay... lo mejor de la semana en Babelia 31 jul 2015 - 12:28CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlace"Evidentemente es mejor vender tres millones de libros que de escopetas recortadas, pero m¨¢s all¨¢ del mont¨®n de dinero que se llevar¨¢ alguien (esperemos que Harper Lee y sus amigas), la operaci¨®n, aventuro, no hubiera agradado a la escritora que fue Harper Lee. El libro, como trabajo de estudio, tiene sentido y valor hist¨®rico y literario. M¨¢s a¨²n cuando llega sin editar. Como libro de consumo, no. Un buen libro como Matar a un ruise?or necesit¨® tres reescrituras y el trabajo conjunto de editor y autora para ser extraordinario. Ya puestos a saltarnos l¨ªneas rojas, es casi c¨ªnico no editar un best seller que en su ¨²ltimo tramo se desmorona dolorosamente". Por CARLOS ZAN?NHARPER COLLINS"Si se me permitiera rese?ar este libro con el tono del mismo libro, deber¨ªa comenzar diciendo que a veces parece una novela bizantina de estirpe cl¨¢sica y a veces un ejercicio narrativo de los Monty Python. Y deber¨ªa comenzar tambi¨¦n advirtiendo de que siempre que leo a C¨¦sar Aira fluct¨²o sinceramente entre dos sentimientos: el de que no tengo altura intelectual para comprender el sentido ¨²ltimo de sus libros y el de que el emperador est¨¢ desnudo. Tal vez el error estribe en creer que una novela, por el hecho de serlo, debe poseer una l¨®gica superior y responder a un prop¨®sito unitario. Porque en la po¨¦tica de C¨¦sar Aira esto no siempre es as¨ª". por LUISG? MART?NRANDOM HOUSE"Hasb¨²n se sirve de estos europeos emigrados para volver a contar, con una apreciaci¨®n menos idealista, la convulsi¨®n pol¨ªtica que sacudi¨® Latinoam¨¦rica en la d¨¦cada de los sesenta con los movimientos revolucionarios, y la dificultad de armonizar las consecuencias de las decisiones, tanto pol¨ªticas como sentimentales. La novela no responde a todos los interrogantes que plantea; m¨¢s bien se decanta por informar del proceso de disoluci¨®n, donde los v¨ªnculos afectivos persisten en la memoria irremediablemente vivos, pero tambi¨¦n in¨²tiles, pues la memoria, como se dice en el ep¨ªlogo, no es un lugar seguro: ¡°Ah¨ª tambi¨¦n las cosas se desfiguran y se pierden. Ah¨ª tambi¨¦n terminamos alej¨¢ndonos de la gente que amamos¡±. Por FRANCISCO SOLANORANDOM HOUSE"La escritura de Luis Bagu¨¦ Qu¨ªlez (Palafrugell, 1978) muestra el espacio difuso y el tiempo inmensurable de lo real, quiere ¡°dar voz a lo que ve¡±, que el poema cargue con ¡°el gramaje del mundo a (sus) mis¡±. Paseo de la identidad, XII Premio Emilio Alarcos, profundiza en esa visi¨®n contingente y existencial de la geograf¨ªa ruinosa de una globalidad que, dibujada por ¡°tantas cosas con haz y con env¨¦s¡±, con su ret¨®rica soluble ¡°nos lanza a la cara el guante de la duda¡±. Es la dualidad de un libro decidido ¡°a nadar entre dos aguas¡±, a dar cuenta del ¡°eterno dilema¡± de una sociedad repleta de contradicciones y paradojas, obligada a elegir entre ¡°est¨¦tica y cosm¨¦tica¡±. El sujeto del poema adquiere naturaleza de avatar al enlazar realidades actuales y referentes del pasado, al proyectarse en el espacio de una realidad en crisis, y al que solo le cabe afirmar: ¡°Cierro la eternidad con vistas al vac¨ªo. / Me asomo a mi interior¡±. Por ANTONIO ORTEGAVISOR"Hasta hace una d¨¦cada fue verdad que Juan Mars¨¦ (1933) era el novelista con m¨¢s lectores y menos premios; desde entonces ha dejado de ser verdad que carezca de premios institucionales, pero ha seguido siendo el novelista con m¨¢s lectores naturales, sin ruido, seguro y fiable. Hasta 1982 hab¨ªa publicado al menos tres novelas que son cl¨¢sicos vivos,?ltimas tardes con Teresa, Si te dicen que ca¨ª y Un d¨ªa volver¨¦; desde 1982, al menos otras tres, Ronda del Guinard¨®, El embrujo de Shanghai y Caligraf¨ªa de los sue?os (adem¨¢s de un irresistible libro de relatos, Teniente Bravo). Pero es novelista y narrador, no intelectual, ni articulista, ni conferenciante, ni charlista. La ¨²nica actividad que ha alternado con la novela ha sido el articulismo literario ¡ªlas espl¨¦ndidas semblanzas que agrup¨® bajo diversos t¨ªtulos y en diversos medios¡ª y la colaboraci¨®n en proyectos cinematogr¨¢ficos como guionista". Por JORDI GRACIAANAGRAMA"Johanna Morrigan, alias Dolly Wilde, la adolescente protagonista de esta novela de la premiada periodista Caitlin Moran, suelta un chiste inoportuno en la televisi¨®n local tras recoger un premio de poes¨ªa que acaba de ganar. A pesar de darse cuenta de que durante un tiempo ser¨¢ el hazmerre¨ªr de su barrio debido a la metedura de pata, no se arrepiente, b¨¢sicamente porque la situaci¨®n escapa a su control: ¡°El chiste me ha obligado a que lo diga¡±, afirma, y en esta frase se condensa el esp¨ªritu de lo que son tanto la narradora de esta novela como su art¨ªfice, Caitlin Moran: c¨®micas de pura cepa. La autora no adereza sus textos con chistes como si los primeros fuesen una ensalada esperando un ali?o que la haga m¨¢s sabrosa, sino que practica una escritura al servicio del humor, que parece emplearla como m¨¦dium para filtrarse a trav¨¦s de su voz a la menor oportunidad en frases como ¡°Cuando usas una talla 100E de sujetador, todos dan por hecho que eres sexualmente activa, y que has tenido relaciones sexuales sin protecci¨®n y con regularidad en alg¨²n descampado¡±. Por MERCEDES CEBRI?NANAGRAMA"Doce cuentos componen El puto jefe, de Isaac Rosa (Sevilla, 1974), publicados a lo largo de 12 meses como contribuci¨®n a la mirada sobre la realidad que propone la revista La Marea. Podr¨ªamos llamarlos filos¨®ficos, en tanto que parten de una voluntad did¨¢ctica y se ajustan a los principios editoriales del peri¨®dico donde aparecen: de la defensa de lo p¨²blico, el trabajo y la vivienda dignos a la regeneraci¨®n democr¨¢tica y la denuncia de la ilegitimidad de la monarqu¨ªa, por ejemplo. Se trata de cuentos con programa, algo que, seg¨²n el autor, no supone un cors¨¦. Estoy de acuerdo, y lo demuestra la tradici¨®n literaria: atenerse a reglas en el momento de escribir es ¡°una forma de expandir antes que constre?ir mis ficciones¡±, como dice Isaac Rosa". Por JUSTO NAVARROLA MAREA"Sergio Vila Sanju¨¢n acaba de publicar una cr¨®nica sobre cronistas. Lo cual constituye un doble homenaje a ese g¨¦nero period¨ªstico. Responsable del suplemento literario de La Vanguardia y premio Nadal 2013, ofrece ahora al p¨²blico el libro Una cr¨®nica del periodismo cultural, donde recoge el texto que ley¨® al ingresar en la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona en marzo de 2015. Por sus 120 p¨¢ginas desfilan veteranos y modernos autores de cr¨ªticas y cr¨®nicas culturales. Y con ellos, algunas grandes figuras de las artes. En ese recorrido, el autor no busca en los peri¨®dicos sino en el periodismo; incluido el periodismo anterior a los peri¨®dicos que se puede hallar escondido en libros y biograf¨ªas". Por ?LEX GRIJELMOPERIODISMO ACTIVO"Una selecci¨®n de trabajos de Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal sobre la l¨ªrica medieval, precedida de un pr¨®logo de Margit Frenk, estrena una colecci¨®n titulada Filolog¨ªa: los Maestros. Los art¨ªculos, publicados entre 1919 y 1960, no solo rinden homenaje a un sabio inmenso fallecido casi a los 100 a?os, en 1968. Estos textos van m¨¢s all¨¢ de la filolog¨ªa y su historia. Tratan de cuestiones eruditas, por supuesto, pero tambi¨¦n de cuestiones de po¨¦tica. Y esos problemas de po¨¦tica no son meros refinamientos de estetas, sino que ponen en tela de juicio la propia historia de la civilizaci¨®n". Por MICHEL ZINKCENTRO EDICI?N CL?SICOS ESPA?OLES