S¨ª a una nueva Transici¨®n

El 19 de julio EL PA?S publicaba una tribuna de Pablo Iglesias, secretario general de Podemos titulada Una nueva Transici¨®n.Ya est¨¢bamos acostumbrados a un bipartidismo que incumple sistem¨¢ticamente sus promesas nada m¨¢s llegar al poder, pero con Iglesias hemos descubierto que el cambio consiste en desdecirse de cualquier idea sin necesidad siquiera de llegar a gobernar. Me alegra que, despu¨¦s de haber defendido lo contrario, defina ahora a la Transici¨®n espa?ola como ¡°exitosa¡±.

El cambio puede incluso consistir en decir una cosa y la contraria en un misma tribuna, como es el caso de la firmada por Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, el pasado d¨ªa 29 tambi¨¦n en EL PA?S, pidiendo ¡°uni¨®n¡± para ¡°reconstruir el proyecto com¨²n espa?ol¡±, que prime la ¡°visi¨®n de Estado sobre la visi¨®n de partido¡±, y al mismo tiempo descartando expresamente presentarse a las pr¨®ximas elecciones catalanas con una la lista electoral conjunta, tal y como solicit¨¦, dadas las circunstancias excepcionales de Catalu?a, a los partidos y a la sociedad civil no nacionalista.

Tanto en un caso como en otro echo en falta que, tras un fabuloso diagn¨®stico de la situaci¨®n, adornado con frases hechas y bonitos esl¨®ganes, no haya concreci¨®n de reforma pol¨ªtica alguna, lo que resulta fundamental si queremos transmitir a los espa?oles que los partidos nuevos no pretendemos frivolizar con su futuro, como han hecho los viejos.

El partido que desde el 11 de julio lidero junto con Maite Pagazaurtund¨²a, Gorka Maneiro, otros 18 nuevos miembros de la direcci¨®n, y los miles de militantes con los que contamos, ha sido desde su nacimiento promotor de una nueva Transici¨®n. Y seguimos promovi¨¦ndola, pero no para mantener el actual statu quo o para cambiarlo por otro de ideolog¨ªa distinta, sino para defender con propuestas concretas el progreso y los principios de igualdad y libertad.

Apostamos por un Estado federal cooperativo fuerte que implicar¨ªa la devoluci¨®n de competencias al Estado

En nuestra opini¨®n, la Constituci¨®n debe reformarse. La estructura del Estado actual es inviable en t¨¦rminos pol¨ªticos e insostenible en t¨¦rminos econ¨®micos. Nos impide crecer y ser competitivos. Mantenemos tres modelos: el centralista de las Cortes de C¨¢diz, con su principal r¨¦mora: las diputaciones, que deben suprimirse; el federal, que es el llamado Estado de las autonom¨ªas; y el confederal, el de aquellas comunidades como Pa¨ªs Vasco o Navarra, que siendo de las m¨¢s ricas ignoran cualquier forma de solidaridad. La Constituci¨®n no cerr¨® el modelo territorial, creando diferencias territoriales que hoy hacen de Espa?a uno de los pa¨ªses con mayores tasas de desigualdad de Europa.

Apostamos por un Estado federal cooperativo fuerte que implicar¨ªa, entre otras cosas, la devoluci¨®n de competencias al Estado, especialmente de Educaci¨®n y Sanidad, para garantizar la igualdad de los ciudadanos en la prestaci¨®n de esos servicios p¨²blicos esenciales; la fusi¨®n de municipios, un sistema de financiaci¨®n auton¨®mica racional y la eliminaci¨®n de los privilegios fiscales vasco y navarro.

Proponemos suprimir los aforamientos y privilegios que algunos pol¨ªticos se han ido autoconcediendo, promover una nueva ley electoral respetuosa con la igualdad del valor del voto de cada ciudadano, y modificar la forma de elegir a los miembros del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, para que contemos con una Justicia independiente y eficaz.

Con respecto al ¨®rdago independentista en Catalu?a, que amenaza con levantar muros en pleno siglo XXI, propuse una lista de uni¨®n a todos los partidos no nacionalistas para el 27-S. Se trata de una lista electoral suprapartidista y constitucionalista, con un programa para resolver los problemas reales de los catalanes, como el paro, las desigualdades, el adoctrinamiento en los colegios o la corrupci¨®n, que no acepta el planteamiento de convertir estas elecciones en plebiscitarias, pero con la que se pretende salir del inmovilismo y ofrecer a los ciudadanos una alternativa ilusionante para ganar al nacionalismo en las urnas, acabar con su cuento, hacer cumplir la ley y defender la democracia.

Ninguno de los l¨ªderes nacionales de estos partidos parece dispuesto, por ahora, a coger el guante que hemos lanzado, mostr¨¢ndose m¨¢s preocupados por sus c¨¢lculos electorales que por otra cosa. Pero en UPyD no desistiremos, y les tenderemos la mano, a los nuevos y a los viejos, en espera de que tengan la voluntad pol¨ªtica de iniciar el cambio hacia una Espa?a de progreso y de ciudadanos libres e iguales, alejada de los nacionalismos y la corrupci¨®n.

Andr¨¦s Herzog es portavoz de UPyD.